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Todo era tranquilo, más tranquilo de lo normal, desde que nos topamos con jenna, Daya a permanecido muy silenciosa y pensativa.

—Daya, ¿Sucede algo? – Pregunté. Ella quito la vista de su plato al cual miraba sin apetito.

—Tyler, ¿Quién era ella? La chica rubia. – la pregunta me tomó por sorpresa. «¿Se lo digo, o no ?» 

—¿Porque aún piensas en ella?

—Te juro que la he visto, la he visto en alguna parte...pero...no recuerdo en donde... Me siento una loca en este instante.

Daya no estaba loca, había descubierto a una de las chicas que la golpeó. —Solo relájate, ya pasó... Ahora estamos aquí. – sonreí.

—No respondiste a mi pregunta, Ty ¿Ya la conocías? – Volvió a preguntar.

Deje mi plato de lado y suspire. — Si... ya la conocía. – Daya me miraba esperando a que dijera al más, pero... temía, temía decirle que fue mi novia y que Daya  se alejara de mi. – y bueno... Fuimos novios... ¡pero! No fue nada importante. – Daya bajo la vista, comenzó a jugar con la comida en su plato sin decir una palabra. – Pero lo que haya sucedido ya pasó... Quedó atrás.

—No... Está bien, digo, es tu vida. – Dijo en un tono algo molesto. Solo solté una leve carcajada. –¿De qué te ríes? – preguntó sería.

—Daya... No te molestes por eso... – Tome su cálida mano. – Ahora solo me interesa una persona.

Ella levanto la vista con una sonrisa en su rostro algo ruborizada. —Nunca podría molestarme contigo, Ty. – murmuro.

Ambos no quedamos mirando fijo, sonriéndonos, sintiendo esa conexión que nos unía cada vez más. —Bien, ahora olvidemos todo esto. – replique.

—Tienes razón... Debería dejarte pensar en qué harás cuando vuelvas a casa. – Apreté mis labios, lo había olvidado por completo.
Pero... En ese instante me di cuenta de lo que me provocaba Daya cuando estaba juntos a ella, me hacía olvidar todo a mi alrededor, mis problemas, me hacía olvidar todo lo malo que me rodeaba... Como también me hizo olvidar por un momento que quería desaparecer del mundo, me mantuvo vivo un tiempo más.

~N•Daya~

  En el mundo existen 7000 millones de personas aproximadamente y sería capaz de recordar a cada una si marca alguna instancia importante en mi vida, ya sea trágica o feliz, recordaría el momento exacto o simplemente ese recuerdo se haría borroso en mi mente pero aún así, marcaría algo en mi vida.

La chica rubia con esos ojos celestes que podrían cautivar a cualquier tipo de personas, es en ella en la que cae mi gran duda, puedo jurar que la he visto. Mi abuela me decía todo el tiempo "Nunca jures en vano, denota una falta de reverencia para Dios..." Pero hasta el mismísimo Dios en este instante estaría seguro de que esa chica a marcado algo en mi...pero ¿Qué es?.

Tyler y yo estábamos sentados en una banca en el parque. Sé que Tyler en este instante no está pasando por un buen momento, presencié el trato de su familia hacia a él y no quería sumarle lo de esta chica, no quería molestarlo con eso.

—... Y pues... Hasta ahora no recuerdo nada de lo que sucedió ayer. – dijo Tyler. Me contaba la estupidez que había hecho mi hermano está vez, como incitar a Tyler a beber. 

—Primero que todo no debiste haber subido a su auto... Ni menos si vez que trae cervezas. – ambos reímos.

—Josh es un loco. – Tyler sonreía y reía, no parecía importarle el descalabro que había implicado mi hermano en él.

—Ya lo sé, que Josh sea un loco no es novedad para nadie. – afirme. Tyler me miró con esa sonrisa en su rostro que provocaba la mía.

Nadie sabe las ganas que siento de abrazarlo cada vez que está frente a mí, nadie más que yo. Supongo que así se siente alguien enamorado...pero ¿Qué es realmente el amor? Bien se ha dicho que el amor es la inclinación del alma hacia un objeto o persona con la que interactúan y tienen una afinidad única, pero ¿quien me asegura si nuestras almas son dignas de amar y no de odiar?. El amor es una gran confusión, pero cuando veo a Tyler, no existe nada más que él y yo y nuestra manera de querer.

—Recuerdo cuando te conocí, Ty...

—¿Desmayado, no? – rió Tyler.

—Así es. – sonreí. – Pero fue bueno.

Tyler posó mi cabeza delicadamente en su hombro acariciando suavemente mi cabeza y jugando con mi cabello. —Claro que fue bueno, Daya. – Nadie evitaría sonreír a cada palabra que dice Tyler.

Estaba casi atardeciendo, teníamos una hermosa vista. Había un juego de colores en el cielo entre morado y Naranjo, algunos árboles obstruían la vista a tal horizonte pero le daban un toque.

Comencé a hundirme lentamente en mis pensamientos... Pero no podía tener mis pensamiento tranquilos, volvía aparecer el rostro de esa chica en mi cabeza.

«Acabaría contigo las veces que quiera...»

Esa frase volvía aparecer en mi mente, desde aquella noche en la que me habían golpeado esa frase no salía de mi mente.
Pero... Esa frase... La dijo la misma voz que la de la chica rubia.

>>Flashback

—¿Cuál es la idea de hacer esto? – pregunté confusa, pero el miedo no existía en mi , no les temía.

—Quieres saber mucho... Mejor cierra esa boca. – dijo la chica con cabellera larga y color púrpura.

—¡Ashley! No empieces sin mi...– reclamo otra chica, a la cual no le podía ver su rostro aún.

—Estoy preparándome... Y por supuesto preparándola a ella. – respondió.

Ambas  me llevaron a un lugar lejos, pero no desconocido... Me habían llevado cerca de la autopista en la que el bosque que visitó siempre, terminaba.

—aún no entiendo la estupidez de ustedes dos, pero si van a acabar conmigo... Háganlo pronto. – dije molesta.

Las dos chicas rieron por mi comentario y fue ahí que de un momento que la chica de cabellera púrpura me lanzo un puñetazo en mi cara sacándome sangre y dejándome desorientada.

—¿Estás segura que es ella? No quiero meterme en líos por una equivocación, jenna.

La otra chica apareció frente a mis ojos y tomo mi mentón para mirarme fijo unos segundos, no demoró más de cinco segundos para darme un puñetazo y decir —Si es ella.

"¿Yo qué?" Me preguntaba a mí misma.

Con la poca orientación lúcida que aún quedaba en mi aún oía algo de lo que decían.

—No sé por qué hacemos esto, jenna... Si el chico no te quiere ya no te quiere... No tienes que acabar con la chica en la que se fijó...

—¡Cállate maldita sea, Ashley! – gritó la chica rubia... Jenna.

<<<<

—Jenna... – levante la cabeza del hombro de Tyler de un salto.

—¿Qué? – preguntó confuso.

Solo lo mire atónita... Ahora entendía todo...

Trees|| Tyler Joseph. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora