Capítulo 10

78 10 1
                                    

Aquel lugar era deprimente, era un hotel horrible con olor a viejo y humedad.

No parecía haber nadie rondando por ahí, el sol entraba por las ventanas tenuemente.
Diego caminaba a paso rápido y yo tras él tratando de aprender el camino de vuelta.

-Okey, espera.- dijo deteniéndose en seco.

Choqué con su espalda y retrocedí levemente mirándolo fijamente, su rostro parecía divertido con mi preocupación, sonrió y miró al final del pasillo fugazmente.

-Mira, antes de cruzar esa puerta...- comenzó pensativo.- quiero que respires profundamente.

-¿Porque?- pregunté comenzando a asustarme.- ¿Qué hay allí?

-¿Nunca dejas de hacer muchas preguntas?- rodó los ojos.

-¿Pero porque?... dime que hay dentro.- exigí molesta.

-Jous, mirarme.- dijo tomando mi cara en sus manos.

Una vez que consiguió que me calmará, sonrió complacido.

-Se que tienes miedo, ¿okey? Pero te aseguro que nada va a pasarte, sólo quiere hablar.- susurró tranquilizador.

-¿Quién?- pregunté.

-Respira, hondo, profundo y cuando estés lista dime.- ignoró mi pregunta.

Me concentré en mi respiración, tomé aire un par de veces y entonces asentí dejando que él abriera la puerta.

-¡Llegamos, papi!- gritó Diego al cuarto vasio.

-¿Papi?- repetí incrédula.

Entonces observé mi alrededor, no era tan pequeño, a decir verdad era más grande que mi apartamento.

Pero estaba asqueroso, habían papeles por todos lados, comida, cajas de pizza y comida china.

Había un pequeño sofá donde Diego se arrojó y subió los pies a una mesa repleta de libros.

-Hola, Jousseth.- comenzó una voz masculina y gruesa.

Miré al sujeto que caminaba saliendo de una habitación, acercándose a mi, lentamente.

Miré sus facciones, su cabello, sus arrugas y sus ojos. No le encontré parecido en nada a Diego, tal vez en la piel, demacrada y demasiado pálida, pero sólo eso.

-¿Quién es usted?- pregunté retrocediendo.

-¿No lo sabes?- preguntó curioso.

-No. ¿Debo hacerlo?

¿Cómo pensaba que lo conocería? No era una persona famosa, no era alguien familiar para mi... ¿Porqué debía saber quién es?

-Ja' ¡Claro que si!- se quejó Diego desde su lugar.

-Silencio Diego.- regañó aquel sujeto.- Mirame, Jousseth, mirame.

Lo hice, pero no era nadie conocido. Su rostro estaba demasiado difícil de coincidir con algún nombre.

-¡No lo sé!- suspire pensativa, llena de pánico y nervios.

-Te daré una pista...- comenzó Diego poniéndose de pie.- empieza con "tu" y termina con "padre".

Miré a Diego, no parecía estar mintiendo ni mucho menos jugando, su rostro estaba serio y con los brazos cruzados se colocó a mi lado. Observé como el sujeto frente a mi suspiraba con cansancio y trataba de acercarse a mi.

Entonces el aire se atoró en mi garganta impidiéndome hablar, mi corazón latía con fuerza, mis piernas flaquearon sintiéndose como gelatina y me golpé con la pared al querer retroceder más por un poco de apoyo.

The Past Donde viven las historias. Descúbrelo ahora