Aquel lugar era deprimente, era un hotel horrible con olor a viejo y humedad.
No parecía haber nadie rondando por ahí, el sol entraba por las ventanas tenuemente.
Diego caminaba a paso rápido y yo tras él tratando de aprender el camino de vuelta.-Okey, espera.- dijo deteniéndose en seco.
Choqué con su espalda y retrocedí levemente mirándolo fijamente, su rostro parecía divertido con mi preocupación, sonrió y miró al final del pasillo fugazmente.
-Mira, antes de cruzar esa puerta...- comenzó pensativo.- quiero que respires profundamente.
-¿Porque?- pregunté comenzando a asustarme.- ¿Qué hay allí?
-¿Nunca dejas de hacer muchas preguntas?- rodó los ojos.
-¿Pero porque?... dime que hay dentro.- exigí molesta.
-Jous, mirarme.- dijo tomando mi cara en sus manos.
Una vez que consiguió que me calmará, sonrió complacido.
-Se que tienes miedo, ¿okey? Pero te aseguro que nada va a pasarte, sólo quiere hablar.- susurró tranquilizador.
-¿Quién?- pregunté.
-Respira, hondo, profundo y cuando estés lista dime.- ignoró mi pregunta.
Me concentré en mi respiración, tomé aire un par de veces y entonces asentí dejando que él abriera la puerta.
-¡Llegamos, papi!- gritó Diego al cuarto vasio.
-¿Papi?- repetí incrédula.
Entonces observé mi alrededor, no era tan pequeño, a decir verdad era más grande que mi apartamento.
Pero estaba asqueroso, habían papeles por todos lados, comida, cajas de pizza y comida china.
Había un pequeño sofá donde Diego se arrojó y subió los pies a una mesa repleta de libros.
-Hola, Jousseth.- comenzó una voz masculina y gruesa.
Miré al sujeto que caminaba saliendo de una habitación, acercándose a mi, lentamente.
Miré sus facciones, su cabello, sus arrugas y sus ojos. No le encontré parecido en nada a Diego, tal vez en la piel, demacrada y demasiado pálida, pero sólo eso.
-¿Quién es usted?- pregunté retrocediendo.
-¿No lo sabes?- preguntó curioso.
-No. ¿Debo hacerlo?
¿Cómo pensaba que lo conocería? No era una persona famosa, no era alguien familiar para mi... ¿Porqué debía saber quién es?
-Ja' ¡Claro que si!- se quejó Diego desde su lugar.
-Silencio Diego.- regañó aquel sujeto.- Mirame, Jousseth, mirame.
Lo hice, pero no era nadie conocido. Su rostro estaba demasiado difícil de coincidir con algún nombre.
-¡No lo sé!- suspire pensativa, llena de pánico y nervios.
-Te daré una pista...- comenzó Diego poniéndose de pie.- empieza con "tu" y termina con "padre".
Miré a Diego, no parecía estar mintiendo ni mucho menos jugando, su rostro estaba serio y con los brazos cruzados se colocó a mi lado. Observé como el sujeto frente a mi suspiraba con cansancio y trataba de acercarse a mi.
Entonces el aire se atoró en mi garganta impidiéndome hablar, mi corazón latía con fuerza, mis piernas flaquearon sintiéndose como gelatina y me golpé con la pared al querer retroceder más por un poco de apoyo.
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The Past
Science FictionUn misterio. Un terrible misterio esta por ser descubierto Una chica, una vida olvidada y grandes preguntas que buscan respuestas. Esta chica un dia comienza a recordar cosas que ha olvidado, se entera de cosas que cambiarán su vida. Que fue escond...