-Tokiya-san.
Éste volteó a mirarme ante mis palabras y bajó su mirada, podía notarle cabizbajo a causa de lo que acababa de escuchar. Debe ser duro para ti el que digan que tu voz no tiene sentimiento a pesar de que suene bastante bien, tal vez es por su carácter fuerte y su seriedad, realmente no lo sé.
Al terminar las clases me dispuse a caminar hacia uno de los pasillos de la Escuela, debía componer aún aquella canción para mis padres pero mi cabeza no dejaba de dar vueltas ya que también tenía próximo los exámenes, además, también estaba él.
Suspire apenas al recordarle, ¿Por qué? No lo sabia, pero traté así de olvidarlo al menos por hoy cuando de pronto mi mirada se posó en Tokiya-san y aquel chico con el que compartía Habitación, Itoki por lo que me dispuse así a acercarme a ellos ya que tal vez podrían ayudarme de una u otra manera pero mis pasos se detuvieron de golpe cuando noté quien se unía a ellos, él, el chico al que tan siquiera conocía su nombre y ahora que lo pensaba eso era bastante malo. Bufé bajo y di media vuelta para poder mejor irme al comedor, tal vez, tan sólo tal vez podía calmarme e iniciar yo con todo lo que tenia en mente.
Ya comenzaba a anochecer, hacía apenas hace media hora que me informaron que tendría un nuevo compañero de habitación ya que el último había tenido una oportunidad de estudiar en el extranjero. Observé aquella cama vacía a mi lado y volví de nuevo la mirada a los deberes que tenia destinados para mañana cuando el sonido de la puerta llamó mi atención, asi, volví mi vista a la misma cuando mi corazón pareció detenerse al notar quien entraba.
-Con permiso, soy tu nuevo....compañero de habitación... -Sus últimas palabras fueron como un susurro mientras me observaba hasta que una amplia sonrisa se formó en sus labios antes de acercarse a mi y tomarme con cuidado de loa hombros-. ¡¡Oohh!! Eres el chico de ayer, ¿Verdad? El Sensei me dijo tu nombre, ¡¡Syo-kun!! -articuló mi nombre y mi sangre se heló, por alguna razón me sentía desprotegido por que yo no sabía su nombre tan siquiera, lueho de un par de segundos me soltó para comenzar a acomodar sus cosas en su lado de la enorme habitación.
-Yo...tú no me has dicho tu nombre.
El volteó a verme de nuevo antes de rascar una de sus mejillas con su indice, riendo de nueva cuenta al tiempo en que tomaba asiento en el borde de su cama.
-Natsuki, Shinomiya Natsuki.
-Natsuki. -repeti apenas con un hilo de voz mientras una sonrisa brotaba de mis labios, volviendo a mi trabajo aunque en mi mente aún resonaba su nombre.
-Syo-kun, prometí enseñarte a tocar el Violín, no creas que se me olvida.
Volteé a mirarlo curioso ante ello y asentí apenas ante sus palabras antes de cerrar mi cuaderno y suspirar bajo cuando había terminado mi trabajo cuando pude sentir su rostro muy cerca del mio, provocando que un sonrojo llegase a adornar su rostro.
-¿Q-Qué haces, Natsuki?
-Oh, miraba que hacías, tal vez podamos empezar hoy con la práctica de Violín, ¿No crees?
Parpadeé apenas cuando de pronto llegó a acercarse a mi rostro tan cerca que no pude evitar golpearlo con fuerza en el pecho para alejarlo, notando su gesto desencajado.
-¡¡No te acerques tanto a mi!!
-Es que eres tan lindo que no puedo evitarlo. -su sonrisa se amplió por sus propias palabras y mi sonrojo aumentó, dónde había quedado aquel chico que había conocido ayer?
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"Síndrome De Géminis"
Fanfiction"Que fue el para mi conocerte que ahora no puedo sacarte de mi mente sin saber que ocultabas un oscuro secreto" 《 Natsuki x Syo x Satsuki 》 Nota: Esta será una historia alternativa por así llamarlo por si sienten que hay cosas que no calzan.