"Capítulo 3"

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Desperté como cada día aunque con un peso encima sobre mi cuerpo, sabía que Natsuki estaba dormido sobre mi a causa de un golpe el cual yo había terminado dandole en la cabeza por algunas circunstancias que sucedieron el día anterior y los cuales aún no sabia como solucionar.

★★★

Habían pasado al menos un par de días desde que Natsuki se había vuelto mi nuevo compañero de habitación y en ese tiempo llegamos a conversar un poco, dandome cuenta así que el chico serio que vi cuando lo conocí no existía mucho en realidad, su personalidad era como la de un niño o al menos eso pensaba yo, tal vez es en exceso amable y condescendiente pero por alguna extraña razón muy en el fondo de mi ser, me agradaba. Suspiré bajo y observé por la ventana del salón de clases, todavía estabamos en el primer descanso del día por lo que aproveché para tomar al menos un jugo ya que ni tiempo me dió de desayunar, fue entonces cuando lo observé,  estaba con Itoki y otro chico al cual no conocía,  su cabello era...¿Morado? Me reí para mis adentros antes de observar aquella coreografía y curiosamente Natsuki no estaba bien coordinado.

-Era de esperarse. -susurré sin imaginar que Tokiya había escuchado mi voz por lo que se acercó a la ventana a observar aquello antes de observarme, haciendome desviar la mirada a un lado.

-¿Qué sucede?

-N-Nada, sólo miraba.

-Ummm. -no dijo más y terminó volviendo a su asiento, Tokiya-san era realmente reservado, creo que sólo le he visto hablar abiertamente con Itoki. Volví a suspirar cuando el timbre sonó para dar comienzo nuevamente a las clases y asi tomé asiento mientras el profesor se adentraba al salón

-Syo-kun.

Bajé la hoja con mi trabajo al escuchar a Natsuki para poder observarlo con aquella sonrisa que siempre me dedicaba a lo que simplemente desvíe mi mirada para "Seguir leyendo"-. ¿Qué sucede?

-¿Puedes acompañarme a la tienda de Música?  Itoki-kun me pidió de favor que comprara una cuerdas para su guitarra por que tiene una presentación mañana.

-¿Y él no puede ir?

-No, lo tienen ajetreado con el ensayo.

Volteé a verlo antes de suspirar y así ponerme en pie, supongo que nada perdía en acompañarlo hasta aquel lugar. Observé mi reloj y éste marcaba las 2:30 pm, por suerte.

Llegamos al centro en tan sólo media hora y aun se podía ver gran cantidad de gente lo que era normal al estar en la capital. Natsuki miraba su móvil para guiarse por el GPS hacia donde debíamos ir para encontrar aquella tienda de música por lo que anduvimos por más de una hora dando vueltas por toda la ciudad hasta que logramos dar con la misma, tengo la ventaja de tener buena condición física o ya estuviera acabado, al contrario de Natsuki que respiraba agitado.

-Eso nos pasa por no seguir bien las direcciones.

-L-Lo siento, Syo-kun.  -me dijo agitado y yo por impulso terminé dandole un suave golpe en el brazo antes de sonreírle, ¿El por qué?  No lo sabia,  tal vez el hecho de que quería animarlo y no dejarle toda la culpa algo que al parecer hizo efecto por que terminé con una sonrisa igual de su parte, cosa que aunque no lo quisiera me hizo sonrojar.

No estuvimos más de quince minutos en la tienda comprando las cuerdas y otra pieza que Natsuki necesitaba para su violín, en ese lapso me enseñó varias cosas básicas con el mismo y yo por el favor que le había pedido traté de memorizarlas todas. Así,  salimos nuevamente en dirección a la estación del Tren que nos dejaría cerca de la Escuela...hasta que algo sucedió.

-¡¡Fíjate por donde caminas!!

Volteé a mirar quien había dicho eso y era una de esos chicos que se creían Yakuzas y su grupito de amigos que se creen muy valientes pero lo que me sorprendió fue que no escuché a Natsuki disculpandose como pense que lo haría,  así que volví mi vista hacia él y noté como sus lentes habían ido a dar al suelo por suerte no rompiendose, pero Natsuki seguía callado hasta que volteó a mirar a aquellos chicos...no siendo el Natsuki de antes.

-Te atreviste a golpearme.

Articuló de una manera que hasta a mi me terminó helando la sangre cuando de pronto tomó al chico del cuello y lo terminó lanzando a un lado, por suerte no lo mató por que la fuerza que usaba era sobrenatural por lo que los otros chicos salieron despavoridos al notar el aura diferente de Natsuki así que con miedo tomé sus gafas del suelo cuando su mirada se fijó en mi, haciendome retroceder un par de pasos, pasos que él dió hacia adelante.

-N-Natsuki, ¿Estas bien?

-¿Natsuki? Ese no es mi nombre, soy Satsuki.

Susurró de manera peligrosa cuando me acorraló en una de las paredes fuera de una tienda y de pronto estampó su puño a un lado de mi cara justo sobre la pared la cual casi queda destrozada, haciendome temblar.

-¿D-De qué hablas, Natsuki?

-Odio que tartamudeen. -y así me tomó del cuello, sentí que mi vida se desvanecería en aquel momento por lo que cerré mis ojos con fuerza pero tomé el valor suficiente para golpearle,  no tan fuerte pero logre mi cometido,  que me soltara por lo que aproveché para salir corriendo con Natsuki ahora llamado Satsuki y podía escucharlo tras de mi apartando a todo lo que se cruzaba en su camino.

-¡¡Esto no puede estarme pasando!!

Corrí a todo lo que mis piernas daban sin percatarme que tras aquella carrera comenzaba a acercarme a la escuela con Natsuki aún tras mi, por lo que no tarde nada en adentrarme a la escuela corriendo por los pasillos hasta que sentir como sujetaba mi mano, adios a mi vida.

-T-Te tengo.

Volteé a mirarlo con miedo y noté aquella sonrisa maliciosa, definitivamente iba a morir pero lo que no me esperé fue el hecho de que sus labios chocaran contra los míos,  ¿Q-Que está pasando? Y lo peor...era que no sabia por que le correspondía.

-N-Natsuki para. -apenas pude articular palabra mientras su beso se volvía demandante, dejándome sin aliento, debía detenerlo por lo que al voltear mi mirada pude observar uno de los estantes con un Jarrón,  lo siento Natsuki.

★★★

Terminé arrastrándolo por el pasillo hasta nuestra habitación y así terminamos como estamos ahora, Natsuki aún inconsciente sobre mi y sabía que no lo había matado por que respiraba.  Suspiré pesado y miré el reloj cuando sentí movimiento sobre mi, No no no...voy a morir. Lo vi estirar su mano a la mesita de noche aún sin abrir sus ojos para colocarse sus gafas antes de mirarme sorprendido.

-Oh, Syo-kun, ¿Qué estás haciendo?

Era el chico de antes, eso me alegraba pero...¡¡Voy a matarlo!!




"Síndrome De Géminis"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora