"Capítulo 1"

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Mis padres poseían mucha inspiración de la música clásica,  cuando era niño me contaron que así se habían terminado conociendo, en un hermoso encuentro casual en una sala de conciertos con la melodía de un Violín acompañándolos. Trataron por ello que yo aprendiese a tocar el violín pero siempre tuve manos torpes por lo que agradecí que dejaran esa idea de lado.

Al ir creciendo me formaron en una escuela privada bastante reconocida, tan buenas habían sido mis notas que logré llegar a la "Clase Especial" donde sólo los que obtenían mejores puntajes podían llegar a permanecer en esta. Aquí aprendí todo lo que debía saber sobre Música y también la Actuación,  por que queria llegar a ser como mi Idolo que tal vez fue el destino, que lo puso como mi profesor para aquel entonces. Todo era simplemente increíble y mis padres orgullosos de mis esfuerzos me dejaron seguir cualquier camino que yo deseaba, fue ahí donde pensé en recompensarlos de alguna manera ya que tanto lo merecían.  Su Aniversario de Bodas era en dos meses y tenía planeado el tocar aquella canción con la que se conocieron, ¿Cuál era entonces el problema? No sabia tocar el violin. Lo sé,  estaba en una escuela de Música y no sabia ello, pero sólo me había concentrado más en la actuación que en la música aunque no fuese que el canto se me diera mal, al contrario.

Así que decidí que en debía buscar un Maestro para poder aprender aquella melodía por lo que me dispuse a dirigirme hacia el Auditorio de la Escuela donde sabía que la mayoría de los compositores se reunían ahí,  fue cuando escuché una majestuosa melodía provenir de ahí,  era un violín por supuesto pero ésta parecía llamarme de alguna manera por lo que poco a poco fui abriendo una de las enormes puertas y así me acerqué poco a poco hasta aquel que desprendía de sus manos la sinfonía más impasible y dulce que hubiese escuchado,  pero entonces la música paró y aquellos ojos como Esmeraldas se posaron en los míos haciendome paralizarme, no sabia si por miedo o verguenza de haberle interrumpido.

-¿Te gustó?  -preguntó en tono armonioso a medida que una cálida sonrisa se asomaba en sus labios-. Yo la compuse.

-Es increíble,  ¿Es algún trabajo para la escuela?

-No. -murmuró guardando con delicadeza el Violín en el estuche y así nuevamente su mirada se enfocó en la mía-. Sólo. . .hago lo que me gusta.  -de nuevo aquella sonrisa que hizo mi corazón palpitar de una manera extraña y la verdad, no lo entendía.  Se acomodó sus gafas y tomó el estuche del violín antes de bajarse del estrado y caminar hacia mí,  pudiendo notar que era mucho más alto que yo.

-Yo. . .venía en busca de alguien que pudiera enseñarme como tocar el Violín.

-Si quieres yo puedo enseñarte.

-¿No será molestia alguna? Siento qie interferiré en tu trabajo. -él me miró de manera calmada y su mano libre llegó a posarse sobre mis cabellos para revolver estos un poco,  haciendome sonreír de la misma forma que él lo hacía.

-Es una linda sonrisa, hazla más seguido y eso será mi único pago por las clases que te daré.

No dijo más,  tan solo me miró nuevamente antes de proseguir su camino y salir así del Auditorio, dejandome estático y con una sensación ectraña en el pecho, ¿Volveré a verte de verdad?

"Síndrome De Géminis"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora