Capitulo 30

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-Huele delicioso nena

-Hola amor- me dice dándome un dulce beso- ¿todo bien con John?

-Algo así- le respondo mientras abro una botella de vino y me sirvo una copa- ¿quieres?

-Sí, gracias- me acerco a pasarle su trago cuando veo que saca una fuente del horno con carne, papas y batatas

-Que rico... quiero comer ahora mismo

-Pues lo harás después de lavarte las manos...

-Allá voy- me cambio y me aseo y cuando regreso todo esta listo en la barra de desayuno. Doy dos bocados y compruebo que definitivamente esto es algo delicioso

-¿Qué paso con John Christian?

-Hable con él acerca de mamá sabiendo todo, de nuestra vuelta, de bueno, ya sabes quienes y también de que quiero que puedas tocarme- Ana abre los ojos y me mira expectante- le dije que aunque quiero que lo hagas, tengo miedo... mucho miedo

-¿Y él que te dijo?

-Me preguntó que sentiría si lo hicieras y le dije que probablemente todos los malos recuerdos volverían a mi

-Claro

-Entonces me dijo que yo llegaba a ese nivel de intimidad contigo, ya nada podría destruir lo que tenemos...

-Eso no es cierto

-¿Cómo?

-Si bien me frustra no poder tocarte como quiero, no es algo que necesito con urgencia, algo que si no me das hará que me vaya. Yo comprendo, o al menos lo intento, no puedo sentirlo porque no me toco pasar por todas esas cosas que a ti sí. Pero mi amor, nada hará que yo me vaya de tu lado, quiero que lo entiendas, todos tenemos nuestro pasado, el tuyo es muy doloroso y llevará tiempo curarlo, pero sé que lo harás, estoy completamente segura de que un día, no muy lejano, las sombras se irán de tu vida para siempre

La miro sin poder decir una palabra, no puedo ni siquiera tragar el nudo en mi garganta. Esta es la mujer que he estado esperando todo mi vida... la que comprendería mi dolor, la que aún a pesar de toda mi mierda, me amaría y se mantendría a mi lado sin importar que. La que me diera el consuelo necesario y con la que no tuviera que fingir algo que no soy

-Ana...- la beso, y es un beso lleno de amor, de agradecimiento, de pasión. Las lágrimas corren por mi mejilla y ya no las contengo como solía hacerlo porque sé que puedo ser débil frente a ella, y eso no hará que ella deje de amarte, mi de entenderme

-Oh mi amor, no llores, es lo que siento... ¿sabes que te amo mucho Christian verdad?- sus ojos buscan los míos y nos miramos un momento antes de que yo pueda hablar

-Gracias

-¿Por qué?

-Por amarme así, roto como estoy, con toda la mierda que cargo... con mis errores, con lo que te hice llorar y sufrir...

-Shhh... no digas eso... todos cometemos errores

-Ana, lo que acabas de decir es lo que me ha demostrado que eres tú por quien yo esperé desde que tengo memoria... alguien que me comprendiera y que me amara a pesar de todo

-Tú también lo haces, me amas a pesar de mi impertinencia ¿o no?

-Tú a mi lado no tienes defectos, yo en cambio estoy lleno de ellos

-No, eso no es así

-Ana no quiero perderte

-Y no lo harás... NUNCA

-Asegúralo

-Te lo prometo

-Cásate conmigo

-¡¡¡ ¿Qué?!!!

-Vamos el fin de semana a las Vegas, tu y yo solos, algo para nosotros dos solos. Nadie se va a enterar, quiero que seas mi esposa...

-Pero Christian...

-Ana luego lo haremos por todo lo alto... dos simples anillos, tú y yo en una capilla y listo

-Pero podrían vernos, mejor dicho verte

-Haré que Taylor haga los trámites y se encargue de todo... vamos dime que si

-Es que es una locura

-Sé una loca conmigo por favor- la miro expectante... Ana cierra los ojos y luego los abre y me mira

"Quiero mas..."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora