Capitulo 89

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-De acuerdo- dije con apenas un hilo de voz y salí del estudio con una angustia en mi pecho que nunca antes había sentido. Me subí al auto y fui hasta casa. Pero cuando llegamos salí a caminar un rato y me senté en uno de los tantos bancos que había en la acera. Di un respiro muy grande y me di cuenta de cuánto daño podía hacer aún sin quererlo. Mi madre no merecía estar así, sintiendo que no llego a mí. La llegada de Ella me impactó. Y comenzó a acomodar las piezas del rompecabezas y Grace quizás se sienta desplazada pero eso nunca pasará. Y necesito encontrar la forma de hacérselo entender ¿pero cómo? Otra vez mis mundos colapsaban y que yo no podía más que mirar como lo hacían.

Mis ojos se fueron al agua. Y traté de relajarme y de encontrar una respuesta a todas mis preguntas. Pero mi mente estaba en blanco. No quiero que mi madre se sienta así. Mi celular suena y es mi nena

-Mi amor

-¿Dónde estás? ¿Pudiste hablar con tu mamá?

Le cuento a Ana donde estoy y que fue lo que paso. Me dice que me quede donde estoy y minutos después ella y Teddy bajan de un auto conducido por Taylor. Teddy está en el huevito y Ana lo pone a mi lado y me besa y se me sienta encima

-Siento que tu mamá esté así de triste mi amor- los miro. Ellos son todo mi mundo, sin ellos estaría perdido en la oscuridad de mis sombras. Ellos son mi luz. Abrazo a Ana mientras las lágrimas corren por mis mejillas- Shhh todo se va a arreglar, ya lo vas a ver. Tu mamá solo necesita tiempo y espacio para comprender y asimilar todo lo que está pasando. Y tú también lo necesitas. Tienes que tomar distancia de todo esto. ¿Por qué no nos vamos de viaje? Tú, yo y Teddy podemos ir a algún lado y desenchufarnos de todo esto y quizás eso ayude a que tú pienses las cosas también y que cuando regresemos puedas hablar con tu madre y hacerle entender como son las cosas ¿Qué te parece?

-¿Y a dónde quieres ir?

-A casa de mi papá ¿te parece?

-Me parece genial... Teddy necesita pasar tiempo con su abuelo

-Y le diré a mamá que venga también. Seguramente no tendrá problema tampoco

-Claro, volvamos a casa, no quiero que Teddy se enferme

Rápidamente organizamos el viaje a Montesano, Ray y Carla no pueden sentirse más felices. Y cuando se lo cuento a mi familia se extrañan pero entienden que los abuelos maternos de Teddy también tienen que disfrutarlo. Mamá sonríe triste cuando se van de casa. Un rato antes de irnos me reúno con Jason en el estudio

-Necesito que vendas la casa que Ella y John compraron y que rápidamente le consigan otra, necesito que vuelvan, sobre todo mi mamá ¿entendido?

-¿El dinero lo usamos para la compra de la otra casa?

-Sí, si necesitan más me avisas y le aviso al banco así no habrá problemas... que esté lista cuanto antes

-Claro señor- justo en ese momento entra Ana con Teddy en sus brazos- nena... hijo

-¿Nos vamos?

-Sí, solo estaba dando unas últimas indicaciones

-¿Por qué no me resulta raro?- beso a mi esposa y sonrió. Por suerte el viaje en avión es bastante tranquilo y Ray y Carla no dejan de sonreír al vernos

-Teddy, mi nietito- dice Carla antes de tomar a mi hijo y llenarlo de besos

-Bienvenidos- nos dicen Ray y Bob. Carla también nos besa y nos vamos en el auto de Ray. Carla y Bob se van en el suyo junto con Teddy. La casa ha cambiado bastante, está más grande y más bonita. Ray nos muestra nuestro cuarto y el de Teddy. Tiene una bonita cuna y está llena de juguetes y ropa para Teddy

-Papá... no era necesario- le dice Ana visiblemente emocionada

-No es para ti ni para Christian, es para mi nieto y yo quiero consentir a mi Teddy y nadie me lo va a impedir ¿de acuerdo?- le dice mientras le guiña el ojo y besa su frente. Ana lo abraza fuerte y cuando se aleja se la ve con lágrimas en los ojos. Yo la abrazo

-Teddy tiene suerte... mucha gente lo quiere- digo mirándolos a los tres y los tres me sonríen. Ana tenía razón. La casa no es muy grande pero seguro que amor y cuidados jamás le van a faltar a mi hijo aquí. Ray prepara su ya famoso guiso de pescado que todos disfrutamos. Ana después de comer le da de comer a Teddy y ambos se van a descansar. Ray y Bob miran televisión y Carla se encarga de lavar los platos mientras yo miro en el GPS del teléfono para caminar un rato. Y lo hago con mi teléfono encendido.

Necesito que mis dos mundos se entiendan. Necesito que Ella y Grace comprendan cuan importantes son para mí. Y necesito pensar la forma de hacer que lo entiendan. Ya no podría vivir sin ninguna de ellas. Ana lo llamó y le dije que estaba caminando, pensando en ver cómo hacer para no herir a ninguna de mis madres. Cuando regresé a la casa ya anochecía. Teddy comía y llegaban unas pizzas

-Amor... ¿Cómo estás?- dijo dándome un beso y pasándome a Teddy

-Bien... estuve pensando mucho- le quite los gases a mi hijo y lo hice dormir. Cuando lo acosté, bese su cabecita y regresé con Ana. Comimos pizza y mi esposa y yo hicimos el amor aquella noche.

Dos semanas enteras pasaron. Y cuando volvimos a Seattle Teddy estaba muy cambiado, estaba más grande y sus ojos azules estaban más brillosos. Fue una sorpresa verlos a todos juntos. Ella, John junto a mamá, papá y a mis hermanos

-¡¡Teddy!!- gritó Mia y Teddy la miro. Sin darnos tiempo lo tomó y lo lleno de besos. Hubo muchos abrazos y almorzamos todos juntos en casa. Yo tenía pensado algo por lo que unos días después hablé con Ana

-Mañana a la mañana van a venir Grace y Ella... necesito estar solo en la casa, ¿podrás llevar de paseo a Teddy con Mia?

-Claro mi amor, voy a hablar con tu hermana, seguro que se pondrá feliz de mimar a Teddy

No voy a negarlo, estoy nervioso. Gail ha llevado un desayuno maravilloso a mi estudio y las dos llegan juntas. Gail sonríe cuando cierra la puerta. Yo las beso a las dos y hago que se sirvan a su gusto y se sienten. Las miro

"Quiero mas..."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora