Capitulo 56

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EN ALGUN LUGAR DE DETROIT

Llora mientras recorta el artículo del diario. Mira su foto y a pesar de sus lágrimas sonríe. Es tan guapo, se lo ve tan feliz. Sus sonrisas se parecen tanto, al igual que el color de sus ojos. Está tan grande... se lo ve tan entero a pesar de todo lo que le paso. Siente su corazón partirse, de nuevo, como lo viene haciendo desde tantos años atrás. Coloca el diario en su álbum. Ese que tiene desde hace casi 10 años. La puerta se abre y lo mira

-No puedo más... no puedo

-Lo sé, solo aguanta unas semanas más

-¡¡¡No puedo Roy!!! Vengo aguantando 23 años

-Escucha, ya está todo listo, ellos regresan en una semana, se hace el arresto y puedes volver... te lo prometo, nadie saldrá lastimado ya... se están terminando de atar los hilos

-¡¡¡Es muy injusto!!!

-Lo sé, jamás pensé que tardaría tanto... lo siento de verdad- dijo abrazándola y tratando de darle consuelo. Su llanto invadió la casa. La acompaño hasta su cuarto y la acostó. Estaba tan agotada que enseguida se durmió. Roy se sentía culpable, la había separado de su hijo, de su familia para detener a todos estos hijos de puta. Había sido testigo de sus heridas, de sus llantos, de toda su angustia. Pero cuando llegara el momento, él personalmente se encargaría de explicarles a todos por qué... y si no entendían era porque no tenían corazón

EN LA CASA DE LOS GREY (POV CHRISTIAN)

-Mi amor, tienes que tranquilizarte o mis padres se van a preocupar- me susurró Ana

-Sí, voy a lavarme y a tratar de calmarme... seguro están comiendo algún bocadito en la sala

-Voy para allá... no tardes- la beso y la veo salir. Me siento, por suerte el dolor de cabeza no es tan fuerte como antes. Voy al baño y me lavo la cara y me tranquilizo. Tengo que tomar una decisión y tiene que ser pronto. No quiero que mi nena se preocupe porque puede afectarle al bebé

-Christian que alegría verte- me dice Ray dándome un fuerte abrazo

-Hola a todos. Lo mismo digo Ray, es una alegría tenerlos a todos por aquí hasta que esta señorita y yo demos el SI- digo señalando a mi nena, que me mira y me sonríe. Los bocaditos y la cenan tienen solo un tema: el casamiento. Todos hablan de trajes, madrinas, padrinos, iglesias y cuantas cosas. Nos reímos juntos y Ana dice que ya encargó su vestido de novia y todos aplauden. Mamá dice que nos quedemos a dormir ahí así mañana en el desayuno seguimos hablando y aceptamos. Taylor nos trae los piyamas y una muda de ropa. Después de tomar café nos vamos a dormir pero el sueño como de costumbre me huye y me voy a la sala y comienzo a tocar el piano. Cierro los ojos mientras lo hago. Tocar me hace relajar y alejo malos pensamientos. Siento sus manos en mis hombros y continúo tocando hasta el final

-Encantador hijo... como siempre

-Tuve a la mejor maestra del mundo- le respondo mientras me doy vuelta y sonrío

-No pienso discutir eso para nada... modestia a parte

-Mamá

-¿Si?

-¿Cómo te sentirías si te digo... que durante mucho tiempo, la mayoría de mi vida, quise que Ella estuviera conmigo, que no muriera?

-Diría que mi hijo tiene un corazón enorme

-¿No te molestaría?

-¿Por querer que tu madre siguiera viva y estuvieran juntos? Christian claro que no, si tu madre viviera lo que más quisiera yo es que estuvieran juntos. ¿Y sabes porque? Porque seguramente no nos conoceríamos y tú estarías feliz

"Quiero mas..."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora