Capitulo 97

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ALGUNOS AÑOS DESPUES

Todo ha estado en calma desde hace algunos años, no hemos sabido nada de Elena y los tipos de Detroit siguen bajo una estricta vigilancia. Teddy ya tiene cuatro años y hoy estamos celebrando los tres de Didi. Didi extraña a Teddy durante el tiempo que van al jardín pero cuando Taylor pasa a buscarlos con Ana se ponen felices de verse. Mis hijos tienen un vínculo muy especial entre ellos y eso me pone feliz. Yo trabajo en la semana, poco en la oficina y más que nada en casa. Ana ha escrito un libro que ha sido un éxito y ahora trabaja en un segundo. Kate y Elliot han tenido a Ava, un año menor que Didi 

En casa es un lio, niños de tres años corriendo por todos lados, varias personas que los cuidan, los globos y todo lo que conlleva un cumpleaños. Teddy se divierte también y Ava mira todo y sonríe, mis padres están felices, les encanta ser abuelos (lo dicen los cuatro míos y los dos de Ana)

-Me encanta ver como todos se divierten- me susurra Ana

-Todos menos esas pobres chicas- les digo señalando a las niñeras que se están encargando de los niños

-No salieron baratas así que más les vale no quejarse- me dice y yo sonrío. Teddy me saluda desde la mesa en la que está sentado con Ava comiendo pizzetas. A mi hijo le encantan y al parecer a Ava también. Luego llega el clásico Feliz Cumpleaños, la torta, la vela, los regalitos y se fueron todos

-Divetido mi pumple papi y mami

-¿Te divertiste hijito?- pregunta Ana mientras le limpia algunas manchas en la cara

-Siii, diveti musho musho

-Pues que bueno, papá y mamá están contentos entonces

-¿Teddy no coteto?

-Si mi amor, Teddy también está contento y se divirtió mucho

-¡¡¡Viva viva!!!- grita antes de ir al patio a seguir corriendo con su hermano y su prima

-No sé cómo no te duele la cabeza Ana, a mí se me está partiendo en mil pedazos- le dice Kate- ¿Elliot?- mi hermano asoma su cabeza- vamos a casa, ve a buscar a Ava por favor

-Oh por dios... llanto en puerta- le dice

-Lo sé pero ya se está haciendo tarde, además Teddy y Didi se tendrán que bañar y acostar también

-De acuerdo mi amor, prepárate para llanto hasta llegar a la casa- dice Elliot y sale al patio

-Dios mío, dame una aspirina por favor amiga- Ana sonríe y va a buscar el remedio

-¿Por qué no dejas a Ava aquí?- le digo y Kate me mira- Didi puede prestarle algo de ropa, y mañana después del almuerzo la llevamos

-Nunca durmió fuera de casa

-Siempre hay una primera vez

-No creo que quiera quedarse- justo en ese momento se escucha no uno sino tres llantos, mis dos hijos corren hacia mí con lágrimas en las mejillas y Ava removiéndose en los brazos de Elliot

-Papi, papi- dice Teddy- el tío Elliot quiere llevarse a Ava, no papi, dile que no

-Shhh tranquilos los dos- me acerco a Ava y la tomo y ella se abraza a mi cuello- tranquila princesa

-Eddy, Di- solloza

-Shhh no pasa nada- pero ella no se detiene- ¿Quieres quedarte a dormir aquí Ava, con Teddy, Didi y los tíos?

Los llantos cesan de inmediato y Ava mira a Teddy y a Didi

-¡¡Di que sí Ava, dormiremos juntos y jugaremos todos!!- le dice Teddy

-Shi- responde ella y Elliot y Kate abren grandes los ojos

-¿Quieres quedarte Ava?- le pregunta Elliot y Teddy lo mira a su tío

-Didi le pesta el piyama de ositos tío- todos los miramos con ternura

-Okey hija, si quieres quedarte...

-¡¡¡Siii!!!- se escucha y luego de dos segundos Ava, Didi y Teddy desaparecen por los pasillos

-Tengo miedo que llore cuando no nos vea- dice Kate

-No te preocupes, si llora, duerme conmigo y con Christian y listo Kate- le responde Ana

-Si no se calma nos llamas ¿de acuerdo?- me dice Elliot. Les digo que se vayan tranquilos. Y pasamos una noche tranquila. Teddy, Ava y Didi durmieron juntos en un colchón enorme que Ana puso en el cuarto de Didi. Desayunamos todos juntos y luego del almuerzo y de una llamada a Kate para que estuviera tranquila devolvimos a sus padres a nuestra hermosa sobrina. Claro que sus primos lloraron cuando volvimos a casa sin Ava

-A ver los dos, hoy ya es domingo, mañana tienen que ir al jardín y Ava también. Hay que bañarse y cenar y acostarse. Ya jugaron mucho ayer y hoy, no sean desobedientes

Los dos dejan de llorar. Ana sabe hacerles entender con dulzura y con seguridad que no pueden andarse con caprichitos

-¿Papi?- me dice Teddy

-Dime hijo

-¿Podemos helado de postre?- lo miro y le sonrió

-Como dejaron de llorar y le hicieron caso a mamá, si, pueden comer helado de postre- mis chicos chocan sus manos y mi esposa me sonríe. Después del baño no nos cuesta nada dormirlos. Son apenas las nueve y media y Ana dice que se tomará un té mientras escribe algunas páginas. Cuando pasa media hora reviso a los muchachos. Me parece increíble que esos dos pequeños me digan papi y despierten tanto amor en mí. Unos brazos aprietan mi cintura. Me doy vuelta y beso a mi esposa

-No es un sueño- me dice

-A veces siento que si... que en cualquier momento voy a despertar- entonces mi esposa pellizca mi trasero- auch! Eso dolió

-Era para que veas que no estas soñando- me dice riendo

-Pues dos pueden jugar ese juego- le digo haciéndole lo mismo. Ana me besa y nos vamos a nuestro cuarto y hacemos el amor. Al otro día yo paso de la oficina y Ana tiene una cita con su editora y le pide a Gail que pase con Jason por los niños. Supongo que habrá olvidado que yo estoy aquí pero cuando se lo quiero decir ya se fue con Sawyer

"Quiero mas..."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora