Capitulo 57

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-Hola mi amor- le digo y la beso y toco su vientre

-Hola ¿dormiste bien?

-Si... estaba agotado

-Fue un día muy duro ayer

-Sí, lo sé

-¿Volvemos a Seattle?

-No lo sé, no tenemos apuro ¿verdad?

-Claro que no... ven, anoche no cenaste y debes estar con mucha hambre- el desayuno me cae muy bien. Luego Ana me dice que se pondrá al día con los chimentos y comienza a leer mientras yo bajo al lobby y camino un poco. Ella sabe que necesito pensar bien las cosas, después de un rato regreso al hotel y le digo a Ana de juntarnos a comer. Me pido una Chicken Quesadilla y ella se pide un Corned Beef and Fries

-¿Sabes dónde viven?

-Sí, mamá me dio sus direcciones

-Ok, vamos a hacer una siesta y luego decidirás si quieres ir o no

-De acuerdo- cuando llegamos a nuestro cuarto nos ponemos nuestros piyamas y nos acostamos. Ana se acomoda en mi pecho y yo acaricio su cabello

-¿Sabes? Cuando nos separamos, pensé que quizás nunca más iba a volver a verte, de hecho, cuando fui a Montesano creí que no volvería a Seattle y luego, algo muy poderoso en mi interior me hizo volver ¿sabes que fue?

-No

-Amor... no hay fuerza más grande que el amor Christian. Por eso estamos aquí... porque a pesar de sus errores, tú amas a Ella y ella hizo que vinieras con un propósito...

-¿Tú crees?

-Claro que si... quizás tengas más información de ella y puedas verla desde otro lugar y puedas por fin perdonarla

-Ya lo hice

-Lo sé pero quizás ella necesita que tú conozcas su verdad para por fin descansar en paz

-¿Y crees que será conociendo a su familia?

-Si

-¿Sabe Sra. Grey? Cuando quiere puede ser muy persuasiva y sabia

-Lo sé- me dice guiñándome el ojo. Me acerco y la beso. Nuestras ropas abandonan nuestros cuerpos y hago el amor con mi esposa. Cuando despertamos, ya casi anochece por lo que desistimos de ir hoy a la casa de la familia de Ella que pensándolo bien también es la mía. Y luego de la cena y el desayuno nos dirigimos a 3257 Helen St. Estamos parados en la puerta, tomados de las manos. Ana me mira con expectativa

-¿Vamos?

-Si- respondo tocando el timbre. Una mujer sale a nuestro encuentro

-¿En qué puedo ayudarlos?

-¿Se encuentra la señora Maxwell?- escucho ruidos al fondo

-¿Emilia o Sofía?- miro a Ana

-Sofía

-¿Los estaban esperando?

-No, vinimos de... de sorpresa- respondo dudoso. La mujer nos abre la puerta y nos conduce por un pasillo hasta un patio amplio. Cuando abre la puerta y salimos todos se dan vuelta a mirarnos y se quedan en silencio. Y entonces la veo... ¿es mi mamá? No, no, es su gemela, es exactamente como recuerdo a Ella y no sé cómo reaccionar. No sé qué decir. Ana me mira y yo no puedo hacer ningún gesto

-Señora Sofía estos jóvenes la buscan...

-¿Christian?- me dice una señora mayor pero yo no consigo despegar mis ojos de la mujer que luce como Ella

"Quiero mas..."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora