Capítulo 23

257 28 4
                                    

23

-Estoy aquí, Normani – pensó Dinah mientras en el tren hacía su entrada en la estación.

-Estoy llegando... Tengo miedo de sentirme indispuesta, de no aguantar la emoción. ¿Puedes mirar a tu alrededor?

-Sí... Veo a la gente bajar del tren. Mi corazón está desbocado.

-También el mío. Acabo de bajar. Me encuentro a mitad del tren. ¡Ven a mi encuentro!

Dinah avanzó unos metros, titubeante. Luego apretó el paso mientras sus ojos examinaban uno a uno todos los rostros que iban poblando el andén. Normani hizo lo mismo. Se esforzó por borrar cualquier pensamiento y se encontró en la búsqueda de aquel rostro. La foto del equipo de baloncesto estaba impresa en su mente. La habría reconocido entre un millón de personas.

La imaginación de Dinah voló por unos instantes al cuerpo desnudo de Dinah, tal como la había sorprendido en su primer viaje mental desde el otro lado del Multiverso. Era una visión maravillosa, pero intentó desecharla.

De pronto, Normani vislumbró aquel cabello rubio de Dinah entre la multitud. Era el suyo, lo había soñado y visto muchas veces.

Estaba allí.

Los ojos de la chica se encontraron con los suyos por primera vez. Se reconocieron a una decena de metros de distancia. Permanecieron unos instantes inmóviles, mirándose, sintiendo las ansiedades, los miedos y las dudas que las habían atormentado durante cuatro años, la emoción y la alegría de vivir el epílogo de una búsqueda aparentemente infinita.

Echaron a correr la una hacia la otra, como si en el andén estuvieran solo ellas, como si no existiera nada más por lo que valiera la pena vivir. Ninguna de las dos quería ver desvanecerse la imagen de la persona a la que había buscado desde siempre, la persona por la cual había dudado de su propia salud mental, la causa o el efecto de algo desconocido.

- ¡Dinah! -gritó Normani mientras estallaba en lágrimas y se arrojaba en brazos de la chica. Un temblor la recorrió por entero en el momento del contacto entre ambos cuerpos.

-Normani... -susurró Dinah.

La apretó contra sí, las palabras se le atascaron en la garganta por la emoción. Sintió una especie de sacudida. Una llamarada de calor la envolvió al acariciar el pelo de ella, ondulado y suave, mientras la cabeza de Normani se apoyaba en su hombro.

A continuación, toso pareció detenerse en torno a ellas.

El vaivén frenético de la estación se interrumpió repentinamente como si toda la gente hubiera olvidado su destino. Una chica dejó caer el bolso en el suelo y las miró como presa de un hechizo. Su abrazo parecía liberar una energía indefinible que envolvía a todas las personas que se encontraban en el andén. Una niña se acercó sonriente y tiró de la chaqueta de Dinah.

- ¿Quién eres? -le preguntó antes de que su madre alcanzara a reprenderla. Nadie sabía qué estaba sucediendo, pero para todos estaba claro que algo había alterado el normal equilibrio de la realidad, justo en aquel lugar y momento.

Al estrecharse, Dinah y Normani liberaron una luz deslumbrante que se reflejó en el Triskell e irradió, iluminando y haciendo vibrar la realidad circundante. Abrazos en el núcleo de aquel estallido de luz, ambas jóvenes solo pudieron sentir la vibración que emanaban y que contagiaba a todos los presentes en el andén.

Muchos se llevaron las manos a la cara, como para protegerse los ojos cerrados y los dientes apretados con cara de estupor. Todos olvidaron en un instante a dónde se dirigían, por qué motivo se encontraban allí.

Multiverso (Adaptación Norminah)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora