Capítulo 18

198 22 0
                                    

18

- ¡Mierda, joder! – gritó Ally.

"Tendré que desmontarlos", pensó mientras observaba el PC y el Mac, tan desoladamente inertes. "Pero ¿este Becker quién rayos es? ¿Cómo es posible que pueda provocar un disparate así?"

El móvil que descansaba sobre el mueblecito del pasillo sonó anunciando la llegada de nuevos mensajes. Era el arranque del coro "O Fortuna" de Carmina Burana de Carl Orff. Ally condujo la silla hacia el pasillo. "Será Dinah". Habrá recargado el teléfono", pensó antes de mirar la pantalla.

1 MENSAJE NUEVO
REMITENTE DESCONOCIDO

Ally soltó un suspiro nervioso. Una llamada podía llegar de un número oculto, pero para los mensajes no era tan sencillo. Seleccionó SMS y leyó el contenido: "He echado un vistazo a tus archivos. Interesante software el que estas creando."

Ally se quedó de piedra. Entonces un ruido proveniente de la sala de monitores reclamó atención.

De pronto, la pantalla del Mac se encendió nuevamente y se oyó a un volumen ensordecedor un tema de rock en alemán. Ally se tapó las orejas mientras en la pantalla aparecían una tras otra las carpetas del sistema. Los archivos se desplazaban solos a la papelera y eran eliminados.

- ¡Maldito! -gritó Ally mientras accionaba la silla hacia la mesa de trabajo.

No tardó en comprender que estaba en jaque. El mouse no respondía y tampoco el teclado.

Una ventana de Word se abrió de pronto. Ally leyó:

HAY ALGUIEN QUE ES MEJOR QUE TÚ.


¡Lo está eliminando todo! ¡Maldito hijo de...!" Ally pensó una fracción de segundo, luego se inclinó hacia el tomacorriente al que estaban conectados los tres ordenadores y arrancó el enchufe del Mac. Acto seguido apagó el PC portátil, de momento único ordenador disponible. "Becker piensa que soy peligrosa -reflexionó mientras conducía la silla de ruedas hacia el baño-. O es un mitómano o sabe de veras algo y el asunto es más gordo de lo esperado."

********************************

En ese mismo momento, en Melbourne, Dinah había salido del locutorio, aun empapada de la cabeza a los pies, y había tomado una calle paralela a Esplanade. En cada cruce conseguía vislumbrar el océano más allá de la hilera de palmeras, mientras su fiel lector MP3 lo distraía con una playlist de temas que había seguido a la de Beyoncé. Entornó los parpados para tratar de ver más allá de una veintena de metros. A lo lejos brillaba el letrero luminoso de McDonald's. se dirigió hacia allí. Por la calle no había un alma. El temporal había hecho regresar a todos a casa. Solo algún vehículo pasaba de vez en cuando levantando el agua de los charcos.

Dinah entró en el fast food y se aproximó a la caja. Un punki larguirucho, con pantalones negros ajustados, botas, un collar con puntas metálicas y el pelo en cresta, pagó y se llevó su bandeja, dejándole el sitio. Dinah echó un vistazo al menú, pidió una hamburguesa con beicon y un refresco, siempre con los auriculares puestos. Luego se sentó en una mesa. El local estaba vacío. Además del punki, había un cincuentón que tomaba una copa de helado, con un viejo labrador echado a su lado, y una pareja de treintañeros que se miraban a los ojos y se daban de comer papas fritas, con una sonrisa de enamorados en el rostro.

Multiverso (Adaptación Norminah)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora