Una Falla

El primer día de muchos

Amaneció y la habitacion comenzó a iluminarse por el sol que asomaba por la ventana del este. No estaba de ánimos para levantarme pero tuve que hacerlo al escuchar el ruido de la puerta que se abría. Me extraño ver que no era el mismo hombre de bata, era un hombre diferente. Alto y barbudo, ojos morenos y con mirada fria.
-yo suplantare a Larry que tuvo que irse de urgencia. Mi nombre es Josh, pueden dirigirse a mi como señor Josh. Ahora salgan y comenzaremos con la tercer prueba. Rápido- exigió.
Salimos de la habitacion para llegar a una sala diferente donde había cuatro puertas con el número marcado en cada una.
-tengan- dijo Josh mientras nos entregaba una libreta a cada una- aqui apunten los nombres y edades de los jovenes que esten en estas habitaciones. Ellos estan aqui, como ustedes, para realizar pruebas, al finalizar seran enviados al laberinto cada mes. Ustedes serán las que controlaran el rendimiento de cada uno de estos jovenes, por eso los dividimos en cuatro grupo. Son 20 para cada una. Vayan- yo ya estaba acostumbrándome al hombre de bata, es decir, a Larry, a pesar de que no le tenia la suficiente confianza, me parecia mas agradable que Josh. Entré en la habitación, como dijo Josh, habia un grupo de chicos y chicas que parecían estas asustados, ¿como no estarlo?. Al entrar mi vista se clavo en un joven rubio, aparentaba tener unos 17 años. Noté que se dió cuenta que lo observaba y miré mi lista. -hola chicos, entiendo que esten confundidos y que no sepan que hacen aqui. Solo les diré que no tienen de que preocuparse, es simple lo que les pediremos.- dije pensando en que a nosotras nos hicieron pruebas demasiado sencillas.- ahora necesito que me digan de a uno su nombre y edad- dije luego. Comence a señalar a cada uno para que me fueran diciendo sus nombres.
-Alice, 16 años- dijo una joven algo tímida. Inmediatamente recordé a Alice y una lagrima rodó por mi megilla.
-bien, y por ultimo tú- dije secando la lagrima y señalando al joven rubio que tanto llamó mi atención al entrar.
-soy Newt, 17 años- anoté su nombre en la lista y luego comence a explicarles lo que harían.
-bueno, les dire como son las cosas aqui. Por dia llevaremos a uno de ustedes para que realice una serie de pruebas que, como ya dije, son sencillas.- terminé de explicar, llamé al primero de la lista y lo llevé a la maquina de pruebas.
Tardamos un par de horas mientras el joven realizaba las primeras pruebas y al terminar lo llevé otra vez a su habitacion.
-por hoy descansen, mañana será el turno de...-revise la lista para ver quien seguia- Amanda. Buenas noches.- dije cerrando la puerta y volví a mi habitación recostandome en mi camilla y entrando en un sueño profundo.