No, no, no, a ellas no!

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Hoy es el último día de pruebas, solo quedaban dos: una llamada Roce y otro llamado Thomas. Noté que Scarlet tenía una mirada triste, inmediatamente supe que era por Thomas. Quise ir con ella pero sentí que alguien me tomaba del brazo bruscamente, lo mismo hicieron com Emma y Scarlet y forzosamente nos llevaron a las tres hacia nuestra habitacion.
al llegar alli, nos soltaron dejandonos caer y golpear duro contra el suelo. Vi que llegaba Larry molesto por la escena que acababa de ocurrir.
-¿pero que rayos ocurre aqui?- preguntó mientras se acercaba a ayudar a Emma a levantarse, luego a Scarlet y por último a mi.
-ya no las necesitamos, las dejaremos aqui hasta que sea momento de mandarlas al laberinto.- mencionó una mujer rubia. Larry, enfadado, se negó a permitir que nos dejaran allí.
-definitivamente yo me opongo a que las dejen aqui encerradas por meses.- dijo Larry.
-decide, haremos esto por las buenas, o por las malas- dijo la mujer y al no recibir respuesta por Larry, mandó a sus hombres a que lo tomaran y lo sacaran del lugar. Él se resistió pero no logró mantenerlos por mucho tiempo ya que eran el doble de grandes que él. Recibió gran cantidad de golpes hasta que por fin se lo llevaron, dejandonos bajo llave en esa maldita habitación. Ninguna pronunciaba palabra alguna, estabamos más asustadas que nunca, ademas de preocupadas por Larry.
Los días pasaban, moríamos de hambre, creí que este sería el final, no soportaría un mes sin comida, no soportaba ni dos horas. Las tres pegamos un pequeño salto del susto al oir que la puerta se abría. El mes aun no ha pasado asique era imposible que vinieran a buscar a una para llevársela. A no ser...
Nos sorprendimos al notar que era Larry, acercándose sigilosamente con tres bolsas con comida.
-Como lamento esto chicas. No me permiten venir aqui pero no iba a dejarlas sin comida ni agua.- definitivamente Larry era nuestro padre aqui. Aguanté las ganas de llorar y acepté una de las bolsas de comoda que nos trajo Larry.
-no debo estar mucho tiempo aqui o lo notaran, pero les prometo que cada tanto estaré trayendoles comida. Las quiero.- dijo terminando la frase y cerrando la puerta a su paso. No tardé mucho en tomar la comida que traía la bolsa. Decidí comer un poco ahora y guardar algo para más tarde, no sabría cuando volvería a tener señales de Larry con más comida.
-por qué nos hacen esto? Después de todo lo que hicimos por ellos, prácticamente hicimos el trabajo duro y nos lo pagan asi- se quejó Scarlet.
-no se puede esperar nada de estas personas. El unico en quien podemos confiar es en Larry, pero si se enteran de que nos esta ayudando quien sabe que diablos le haran- le respondí furiosa.
Ya había pasado un mes. Mi figura fisica habia cambiado, estaba muy palida debido a la poca luz que recibía y demasiado delgada gracias a la falta de alimentos. Larry solo vino tres veces durante todo el mes para traernos comida, no lo culpo, se que si lo descubren no será nada bueno lo que le hagan, pero definitivamente esta falta de alimentación me afectaba, estaba demasiado débil. La puerta se abrió, cerre mis ojos esperando que sea Larry pero al notar que no dijo ni una palabra me dí cuenta de lo que ocurriría: se llevarían a una. El hombre tomó a Scarlet del brazo, pretendiendo llevársela. Fui corriendo donde el hombre y comence a pegarle mientras gritaba "por el diablo, nunca permitiré que se la lleven, malditos idiotas". Al parecer hacia caso omiso a mis golpes, solo se limitó a sacar un brazo y empujarme para que cayera en el suelo.
Emma fue a socorrerme, diciendome que me tranquilice pero fue en vano. Me puse de pie -ah, con que no me haces caso? Pues tengo mas golpes para tí imbecil. Suéltala ya si no quieres que esto se ponga feo- le dije al hombre mientras me abalanzaba sobre él.
-oh, creeme, esto ya se puso feo.- soltó a Scarlet, dejándola frente al pasillo que dirigía al laberinto. Al momento que hizo eso me tomó a mi y me cargo al estilo "bolsa de papas". Pateé y golpeé como pude intentando liberarme de aquel fornido hombre pero fue en vano.
-suéltame! Hazlo ya! No puedes hacerme esto, no puedes mandarla! SCARLEEEET! SCARLET, NO! YA SUÉLTAME HIJO DE TU MADRE! SCARLET!- grité y patalie pero por fin el hombre consiguió lo que queria: volvió a encerrarme en la habitacion.

Una FallaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora