Desperté por un hilo de luz que asomaba por una ventana, daba justo en mis ojos y no tuve mas opción que levantarme. Con lo que habia dormido, todo rastro de sueño se habia desvanecido, dejando en su lugar un hambre feroz que me obligó a tomar rumbo hacia la cocina en busqueda de algo de comida. Antes de encaminarme, tomé mis zapatillas y fui al baño. Al salir me dirigi hacia la cocina por mi desayuno.
Me pareció extraño no tener ni un solo rastro de las chicas, no las habia visto al despertar ni en el desayuno y como no conocía mucho a estos jovenes no tuve mas remedio que desayunar sola. Estaba terminando mi manzana cuando oí que alguien me llamaba, refiriendose a mi como "novata". El joven de piel morena, Alby, me hizo señas de que lo siguiera.
-hoy comienzas con tus pruebas para el trabajo- comenzó hablando- empezaras en el huerto, pero antes acompañame.- se dirigió a una pared donde habia muchos nombres escritos y algunos tachados. Al darse cuenta que estaba observándo aquello me comentó - aqui es donde anotamos los nombres de todos los que llegan. Fueron dias oscuros, tuvimos que borrar varios- su tono de voz disminuyó, dando a entender lo realmente doloroso que fue para ellos perder todos esos jovenes, cuyos nombres ya habian sido eliminados. Me limite a mirarlo sin pronunciar una sola palabra.
-ahora eres parte de esto- dijo mientras me tendía una daga, con la intención de que escribiera mi nombre allí.
Luego de eso, me acompañó hacia donde estaba el huerto, me dejó a cargo de Zart, que parecia ser el lider de los jardineros. Él me dió como primera tarea sembrar un par de semillas en la tierra que ya estaba preparada. Me explicó como debia hacerlo y luego me dejo para que siguiera.
Habia terminado la primera bolsita, me habia tomado gran parte de la mañana. Decidí abrir otra para continuar pero esta no cedía. Batallé un poco hasta que sentí que alguien estaba detras mío.
-ey, novata- dijo y, tanto por el susto que me provocó, y que ya reconocía esa voz, torpemente rompí el paquete dejando caer todas las semillas sobre la tierra.
-ey, tranquila, no te asustes asi- dijo Newt, pero yo estaba totalmente sonrojada por la vergüenza que me provocó aquel momento de torpeza.
-no, no pasa nada, fué un accidente- me sorprendí de haber podido pronunciar una oracion coherente, no como la noche anterior. Me dí vuelta, con la intención de dirigirme en busca de mi almuerzo ya que se aproximaba la hora de la comida. Sentía como un aroma deliciosos rondaba en el aire y se adentraba en mis fosas nasales, provocando el deseo de comer. Algo me tomó del brazo, evitando que siguiera mi camino.
-oye, no te vayas- dijo Newt mientras me tomaba del brazo y me acercaba mas a él. Fue una sensación extraña el estar a tan corta distancia del joven rubio que tanto me resultaba familiar.
-te enseño a cultivar, quieres?- logró decir luego de que pasaran varios segundos interminables estando tan cerca de él. Al darme cuenta que era demasiado extraña la situacion, me separé de él alargando la distancia entre ambos. Solo pude decir un "esta bien" demasiado bajo pero que él logro escuchar.
-sera después del almuerzo, si?- asenti y me di vuelta, dirigiendome nuevamente al lugar de donde provenía el aroma.
Al llegar, ya con mi comida en la mano, nuevamente como la vez anterior, no tenia a nadie con quien estar. Me senté en una mesa vacia, estaba sola hasta que un pequeño niño de aparentemente unos 12 años,con el cabello muy enrulado, se sentó junto a mi.
-hola, novata, soy Chuck.- se presentó- Como te llamas?-
-mucho gusto, Chuck. Soy Juliet.- le tendi la mano en gesto de saludo y él hizo lo mismo.
-vi que estabas muy sola, no tienes amigos aqui?- preguntó. Me dió ternura la forma en que lo pregunto y tristesa a la vez, en parte tenia razón.
-no, es decir si, es decir...-"que estoy diciendo?" Pensé. - en realidad si- logré responder.- pero no las encuentro. Son Emma y Scarlet, creo que son las unicas.-
-deben estar en el laberinto- comentó el niño como si fuera lo mas normal del mundo.- que no sabias que eran corredoras?- dijo al notar mi cara de confusión.
-realmente no, ni siquiera se lo que es un "corredor"- respondí.
-salen todos los dias a recorrer el laberinto, buscando una salida. No creo que las veas muy seguido en el día, yo te aconcejo que busques alguien más si no quieres almorzar sola todos los dias- dijo.
-quieres... ser mi amigo?- pregunté antes de que se marchara.
-claro- dijo el niño. Respuesta corta pero concreta, luego se fué, tenia que seguir trabajando, como el resto de todos.

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Una Falla
Fanfiction¿que pasaría si les dijera que todo está mal, que Thomas realmente nunca perteneció a C.R.U.E.L. y que las verdaderas creadoras del laberinto fueron cinco chicas que obligadas, llevaron a cabo una trampa mortal sin saber cual seria su utilidad? Est...