Capitulo Ocho

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El baile del evento de presentación del club de Alejandro era en la tarde del lunes y en la noche era una especie de baile. Comencé arreglarme para la ceremonia de presentación. Opté por algo cómodo y casual un jupsuit en color claro con detalles de piedras, y mi cabello suelto ondulado. Llevaría una bolsa pequeña por lo que tome lo más necesario y lo puse dentro. Baje las escaleras y ahí estaba Carlos sentado en la mesa con una copa de tequila supongo, viendo al vacío.

— ¿Estas bien? —pregunte parándome en la puerta.

—Si... —dijo bebiendo la bebida.

— ¿Tan temprano y ya estas bebiendo? —le dije en forma de regaño lo único que me faltaba es que este de descarrilara y arruinara su carrera por el alcohol.

—Es lo único que mantiene mis nervios estables. —contesto sin mirarme.

—Sabes que no es bueno beber tanto, los problemas van a seguir, no se irán si no los solucionas en tus cinco sentidos hermano...

—Mis problemas van a estar unos meses más hasta que ella admita que no es verdad lo que dice...

Entonces de trata de una chica. Una chica lo está molestando, seguramente ha de haber salido con ella y como Carlos no está interesado, comenzó hablar mierda de el, todas las viejas que se acercan a Carlos siempre creen que lo tienen en la palma de la mano pero en realidad no.

Por dios porque Carlos se complica todo, lo mismo pasó con Sherlyn el año pasado, salieron y la dejo de la nada. A veces no comprendía a Carlos, es un hombre bien parecido, le va bien en su carrera y tiene una familia que lo apoyamos, porque simplemente no se consigue a una chica bonita rubia como las que acostumbra y se casa, punto final y adiós problemas, ah no lo hace porque le tiene miedo al compromiso.

—Si estas tan seguro de que miente ¿porque bebes? —dije sería aún viéndolo en forma de regaño.

—Aunque no lo creas beber calma mis nervios y algunas otras cosas que... —me miró de pies a cabeza y de vuelta varias veces.

—Como sea. ¿Dónde están todos? —lo ignore y me senté en el sillón a ver la televisión.

—Nuestros padres se fueron hace 30 minutos con Alejandro a tomarse una fotografía y me dijeron que te esperará.

—Está bien, cuando estés listo —dije calmada, si es extraño que desde que el llego no he tenido alguna pelea con él, al menos no cómo anteriormente que nos enojábamos por cosas estúpidas y ahora siento la necesidad de llevarme bien con él, es mi familia aunque también pensé en mantenerme alejada lo que me sea posible, ya si tenemos que estar en el mismo lugar pues hago el intento mientras él no empiece algún tipo de discusión conmigo no tengo porque empezar yo hacer una discusión con él.

Llegamos al hotel y entramos al salón, buscamos a mis padres que ya estaban sentados. Nos sentamos enseguida de ellos y unos minutos después la ceremonia dio inicio.

Alejandro se acercó a nosotros con su uniforme del equipo. Me abrazo y yo correspondí su abrazo.

— ¡Felicidades hermano! —dije sonriéndole.— Se te ve bien... —dije haciendo ademanes a su uniforme.

— ¡Felicidades Alejandro! Estoy muy orgulloso de ti hermano... —dijo Carlos abrazándolo.

—Gracias que mi familia completa me lo digan es más que suficiente —dijo viéndonos.

𝐏𝐑𝐎𝐇𝐈𝐁𝐈𝐃𝐎 𝐀𝐌𝐀𝐑𝐓𝐄  || 𝐂𝐚𝐫𝐥𝐨𝐬 𝐕𝐞𝐥𝐚 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora