Me acabé de arreglar, de hecho solo tenía que maquillarme un poco, como de costumbre. No soy la típica chica que se maquilla siempre como si fuera a ir a un casamiento.
Anuncié a mis padres que me iba al cine y que no comería en casa, y que seguramente tampoco cenaría allí.
-¿A qué sesión iréis? -quiso saber mi padre.
-Seguramente iremos a la primera de la tarde -respondió Raúl.
-Sí, teníamos pensado ir a comprar un poco de ropa para mí y luego comer con unos amigos e ir al cine -mentí, iba a estar a solas con Raúl durante todo el día, solo quería pasar un día con mi novio.
-¿Y qué haréis por la tarde? -preguntó preocupada mamá.
-Como estaremos con el grupo de siempre puede que vayamos a algún sitio a tomar algo y si eso pues iremos a casa de alguien. No lo sé mamá, sobre la marcha -respondí.
-De acuerdo, ya sabéis, esta casa está a vuestra disposición siempre que queráis.
-Ya lo sé mamá. Adiós -les di un beso a los dos y fuimos hacia la puerta.
Raúl ya la había abierto, pero algo me impidió avanzar, como si no me dejara salir.
-¿Has visto mi dibujo? -dijo la voz de lo que no hacía posible mi caminar.
-Pues claro. ¿Qué te creías? Me ha gustado mucho -me arrodillé para poder estar a la misma altura que Paul, estaba cabizbajo. Le cogí la barbilla y se la levanté lentamente-. ¿Qué te pasa? ¿Es por lo del susto?
-Es que te has enfadado conmigo y no quiero que estés enfadada, solo era una broma, te lo prometo.
-Oye, no pasa nada hermanito. Esta mañana estaba un poco sensible y me he asustado, pero no te preocupes, que no estoy enfadada -se dibujó en su cara una leve sonrisa y cambió de tema.
-¿Es tu novio? -preguntó con curiosidad y mirando a Raúl.
-¡No! -dije riendo, a Raúl también se le escapó una pequeña risa-. Es solo un amigo. ¿Vale? -Paul asintió la cabeza sin decir nada y continuó con su interrogatorio.
-¿Adónde vais?
-Vamos a ver una película al cine -le hice saber.
-¿Puedo ir con vosotros?
-A ver pequeñajo -dijo Raúl-. Esto es una peli para mayores ¿entiendes? -se dirigió hacia Paul, se agachó un poco y se acercó a su oreja. Le dijo algo que no pude oír.
-Está bien, me quedaré en casa aburriéndome como siempre.
-Ya te llevaremos algún día al cine -le dije para que no se pusiera triste.
Paul se retiró y nosotros dos al fin salimos de casa. Parecía que estar un día con la persona que quería era toda una odisea. Nos dirigimos los dos hacia la calle para coger el coche que había aparcado a dos o tres calles de la mía. Entramos y Raúl empezó a conducir.
-¿Qué le has dicho? -quise saber con curiosidad.
-¿Qué?
-¿Qué le has dicho a Paul para que cambiara de opinión tan rápido?
-¡Ah! Solamente que se iba a cagar en los pantalones e iba a tener pesadillas todas las noches durante un año.
-Pobrecito, qué inocente que es todavía.
-Ya te digo... Psicología infantil, soy todo un experto.
Nos reímos los dos un rato por la tontería que acababa de decir. Pero luego nos silenciamos y estuvimos todo el viaje sin decir nada. Él concentrado en la conducción. Yo mirando el móvil de vez en cuando, pero intentando mirar siempre hacia delante ya que me mareo con facilidad.
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¿Mamá...?
ParanormalLa vida de Laura cambia completamente tras un accidente casi mortal que sufre su madre. A partir de aquel día la protagonista va a tener que enfrentarse a criaturas en las que nunca había creído. Los fantasmas.