4| Llamada de Kath ¿histérica/comprensiva?

298 30 2
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Kath en multimedia

Estaba en mi habitación, leyendo 'Matar a un ruiseñor' de Harper Lee, una de mis novelas favoritas. Fue publicada en 1962 y aunque es algo antigua, me encanta.

Es lo único que me queda de mi abuelo Jhon. Él murió el año pasado y nos dejó a mi hermana y a mi el libro. Steph no le dio mucha importancia, ella no era de leer mucho. Sin embargo yo me leí el libro ese mismo día. Llorando al recordar al abuelo y viajando a un nuevo mundo. Distinto al real. Como cada vez que leo un libro nuevo. Una lágrima surcó mi mejilla. Amaba al abuelo John y le echaba de menos. Él fue quien de pequeña me inculcó el amor por los libros.

Sequé la lágrima de inmediato. No era de las chicas que solían llorar por cualquier cosa, pero cuando se trataba del abuelo Jhon no podía aguantarme. Era mi reacción al pensar en él. Pensar en él y en como le echaba de menos era uno de mis puntos débiles. Dejó un vacío enorme en mí cuando se fue. Creo que soy la única de mi familia que todavía no ha superado su muerte. Pero es que no puedo olvidarlo tan fácilmente.

No se cuando las lágrimas empezaron a brotar, pero ya era demasiado tarde para pararlas. Abracé el libro con todas mis fuerzas hasta que conseguí calmarme.

Fui al baño a lavarme la cara. Necesitaba despejarme un poco así que volví a por el móvil a mi habitación y salí a la calle.

Estuve caminando por media hora sintiendo el viento en mi cara, tranquilizándome, hasta que me entró una llamada. La canción Hall of fame sonaba en mi móvil. Miré la pantalla y vi la foto de Katherine, mi mejor amiga.

Lo cogí al instante.

-¿Kath?

-Oh, así que ahora te acuerdas de mí ¿eh? Mi madre me dijo que llegasteis por la mañana. ¡Ni si quiera te has dignado a llamarme! -dijo aparentemente molesta, aunque en realidad sabía que estaba contenta de que habláramos. Ella siempre dramatizaba cualquier situación.

-Lo siento Kath. -respiré hondo. -He estado algo ocupada con la mudanza, y luego pasó lo del vecino y estuve leyendo 'Matar a un ruiseñor' por lo que volví a acordarme de mi abuelo y me puse a llorar y necesitaba despejarme un poco así que salí a la calle y pues aquí estoy. -dije sin tomar aire. Quizás lo había dicho un poco rápido.

-Oye Beth, ¿estas bien? -preguntó desde el otro lado de la línea. Ahora con voz preocupada. -Lo siento. En verdad no estaba enfadada. Contigo no me puedo enfadar. De verdad que no sabía que estabas llorando y necesitabas estar sola. ¿Quieres que te llame en otro momento y hablamos?

-No, no. Precisamente necesitaba alguien con quien hablar. Gracias por estar siempre ahí Kath. Siempre me escuchas y estás ahí para aguantar mis tonterías.

-¿Para qué están las amigas si no? Además, tú siempre aguantas las mías -soltó una pequeña carcajada. Sonreí. La echaba demasiado de menos. -Oye Beth, ya que ahora vivimos en la misma ciudad, ¿por qué no quedamos mañana y te la enseño?

Oh cierto. Se me olvidó deciros que Kath y yo no vivíamos en la misma ciudad. Sus padres y ella se mudaron hace cinco años por los mismos motivos que nosotros. Por trabajo. Mi padre era policía al igual que Josh, el padre de Kath, y a veces los trasladaban de ciudad en ciudad porque los requerían en distintos casos. Así que ya estábamos acostumbrados a mudarnos.

-Sería genial Kath. -dije más animada. -Tengo muchas ganas de verte. Te he echado tanto de menos... y eso que nos vimos hace poco. -Reí. Ella también lo hizo.

-Oye...y ahora que estás mas alegre...¿quien era ese chico que te oí mencionar antes?

•••••

Editado

 La Pelirroja de mi VecinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora