Capitulo 3

481 18 1
                                    

El humo de la locomotora se elevaba sobre nuestras cabezas, mientras que los gatos de la gente pasaban por entre nuestras piernas, haciendo que Harry casi se caiga sobre mí. De repente me di cuenta de que todavía estábamos tomados de las manos, pero como ambos seguíamos tranquilos así, decidí no decirle nada.

Encontramos un compartimiento vacío cerca del final del tren, primero pusimos a Hedwig y a Lucy y luego intentamos subir nuestros baúles pero sólo conseguimos que cayeran, pero como yo me moví del lugar, solo cayó el baúl de Harry en su pie. Él ahogó un grito de dolor, a lo cual solamente sonreí, pero paré cuando el pobre me lanzó una mirada adolorida. Murmuré un breve lo siento, pero Harry solo se rio y me dijo que no importaba. Luego los dos reímos hasta que llegó uno de los gemelos pelirrojos que habíamos visto en la estación.

-¿Quieren que les eche una mano? -nos preguntó.

-¡Sí, por favor! -dijimos ambos.

-¡Eh Fred! ¡Ven a ayudar! -dijo llamando a su hermano.

Con la ayuda de los gemelos, Harry y yo logramos subir nuestros baúles al tren.

-Gracias -dijo Harry.

En cuanto Harry se quitó de los ojos el pelo húmedo, los gemelos se quedaron mirando a su frente, en donde estaba su cicatriz. Yo no sabia que significaba, pero Harry me decía que él tampoco sabia así que siempre lo dejaba en paz cuando tocábamos el tema.

-¿Qué es eso? -preguntó uno de los gemelos.

-Vaya, ¿Eres tú...? -replicó el otro.

-Es él, eres tú, ¿no?

-¿Quién? -preguntó Harry, con cara de confusión.

-Harry Potter -respondieron los gemelos al unísono.

-Sí, es él, ¿algún problema?

-No, pero...

-¡Fred, George! ¡Vengan aquí! -los llamó su madre según lo que recuerdo por su voz, y los gemelos desaparecieron entre la gente.

-Harry te voy a decir, algo ¿bueno?

-Si no es para reñirme -sonrió-, entonces sí.

-Mira si te molestan me dices, porque si se meten contigo, se meten conmigo, ¿bueno?

-Sabes que siempre te diré.

Lo abraze fuertemente, y luego subimos al tren.

Cuando nos sentamos, la puerta del compartimiento se abrió y dejó ver a un chico igual de pelirrojo que los gemelos, al verlo me enfadé un poco pensando que seria igual que ellos. Al parecer mi enojo se noto, porque los chicos me miraron raro.

-¿Que pasa chicos?

-Tu pelo -me dijo Harry, con sorpresa.

-¿Que pasa con él? -le pregunté yo a su vez, confundida.

-Es que se puso de color rojo, cuando usualmente es castaño, y tus ojos también se pusieron rojos cuando normalmente son cafés.

Con la explicación de Harry automáticamente tomé un mechón de mi cabello, para ver si era así. Abrí los ojos con sorpresa, pues era cierto, mi cabello estaba pelirrojo. Intenté concentrarme en que mi cabello volviera a su color original, esperando que funcionara, y para mi alivio, si funcionó.

-¡Wow, eres una metamorfomaga! -exclamó el originalmente pelirrojo.

-¿Cómo dices? -me volteé a mirarlo con curiosidad-. Soy Charlotte, a propósito.

Charlotte Y La Piedra FilosofalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora