Capitulo 11

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Se acercaba la Navidad. Una mañana de Diciembre, el colegio amaneció cubierto por unos dos metros de nieve. El lago estaba congelado y los gemelos fueron castigados por hechizar varias bolas de nieve para que siguieran a Quirrel y lo golpearan en la parte de atrás de su turbante. Menos mal me negué a unirme a ellos, o Hermione me hubiese matado. Todos estábamos emocionados por que empezaran las vacaciones. Pero todo era muy frío, y era mucho peor en las clases de pociones, abajo en las mazmorras, en donde nuestra respiración subía como niebla. En una de las clases de pociones, Draco dijo en voz alta:

-Me da mucha lástima, toda esa gente que tendrá que quedarse a pasar la navidad en Hogwarts, porque no los quieren en sus casas.

Mientras hablaba, miraba en dirección a Harry. Crabbe y Goyle lanzaron risitas burlonas. Puede que Draco sea mi amigo, pero esos dos no, así que empecé a apretar fuertemente las raíces que tenia en la mano, pero no me di cuenta hasta que Ron me lo mencionó:

-Charlotte, vas a hacer polvo las pobres raíces.

Solté las raíces y Ron se rio. Seguí haciendo la poción ignorando a los demás hasta que la terminé.

Cuando abandonamos los calabozos al terminar la hora de Pociones, encontramos un gran abeto que ocupaba el extremo del pasillo. Dos enormes pies aparecían por debajo del árbol y un gran resoplido nos indicó que era Hagrid quien estaba detrás.

-Hola Hagrid, ¿necesitas ayuda? -pregunto Ron.

-No, va todo bien. Gracias Ron.

-¿Te importaría quitarte de en medio? -dijo Malfoy llegando desde atrás-. ¿Estas tratando de ganar algún dinero extra, Weasley? Supongo que quieres ser guardabosques cuando salgas de Hogwarts... Esa choza de Hagrid debe de parecerte un palacio, comparada con la casa de tu familia.

Ron se lanzo contra Malfoy justo cuando llegaba Snape.

-¡WEASLEY!

Ron soltó a Malfoy.

-Lo han provocado, profesor Snape -dijo Hagrid, sacando la cabeza de detrás del árbol-. Malfoy estaba insultando a su familia.

-Lo que sea, pero pelear esta contra las reglas de Hogwarts, Hagrid -dijo Snape con voz "amable"-. Cinco puntos menos para Gryffindor; Weasley, y agradece que no sean mas. Y ahora márchense todos.

Malfoy, Crabbe y Goyle se fueron por otro lado, y los seguí sin que se dieran cuenta. Y luego de un rato, en un pasillo vacío tome a Malfoy del brazo e inmovilice a los otros dos. Él me quedó mirando confundido. Yo le pegué en el brazo.

-¿Porque-dijiste-eso-de-Ron? -dije remarcando cada palabra con un golpe.

-¡Perdona! -sujetó mi brazo.

Paré y le lancé un hechizo para que no le doliera el brazo, y luego me fui a buscar a los chicos dejándolo confundido creo, bueno escuche que los chicos iban al Gran Comedor, así que allí fui. Los encontré fácilmente, debido a que Hagrid era muy fácil de distinguir. Me acerqué a ellos silenciosamente, pero no pase inadvertida, porque tropecé y me caí tirando al piso un objeto decorativo, haciendo que se rompiera. Saqué mi varita y susurré:

-¡Reparo!

Y el objeto volvió a estar como antes, lo dejé en su lugar, y caminé rápidamente hacia los chicos, que me miraban. Hermione con desaprobación, Ron, divertido y Harry sonriendo. Yo sólo me reí un poco y me sitúe junto a ellos.

-¿Cuantos días les quedan de vacaciones? -preguntó Hagrid.

-Solo uno -dijo Hermione-. Y eso me recuerda... Harry, Lottie, Ron, nos queda media hora para el almuerzo, deberíamos ir a la biblioteca.

Charlotte Y La Piedra FilosofalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora