Ahora los 4 amigos debían encontrar la mayor cantidad de elementos posibles para poder vencer al Conde Desgarrazón, e incluso, tal vez el libro que habían leído antes en la biblioteca, les sea de mucha ayuda.
— ¿No creen que al menos deberíamos encontrar el elemento que ya tenemos? —dijo Alia sarcásticamente—
— ¡Cierto, Philip! —dijo Ochette— ¡debió esconderse mientras el lobo nos perseguía!.
— Debemos apresurarnos si queremos encontrarlo —dijo Evangely— en estos días la noche llega muy rápidamente.
Las chicas empezaron a buscar apresuradamente a Philip, gritando bien alto su nombre y buscando en cada rincón del bosque. Al llegar la noche, la oscuridad tambien tomó su lugar, y en unos pocos minutos, el bosque estaba completamente oscuro, y más que en esa noche solo había un pequeño fragmento de la luna.
Pero apesar de todo, las chicas continuaron buscando a Philip y que suerte que así lo hicieron, puesto que Philip se había escondido en el tronco de un árbol, pero que al hacerlo, Philip había dejado caer el elemento en el suelo y este a su vez se quebró en muchos pequeños fragmentos. En caso de que las chicas hubiesen parado de buscar confiando en que Philip podría aguantar la noche, lo más probable es que no hubiesen encontrado el elemento, y todo estaría perdido.
— ¿Y ahora, como venceremos a ese lobo y a ese tal Conde Desgarrazón? —dijo Evangely preocupada—
— Talvez el libro que leímos en la biblioteca tenga alguna información que nos pueda servir —dijo Ochette—
— Sí o talvez podemos pegarlo con pegamento —dijo Alia sarcásticamente— bueno, era chiste. ¿Y en donde está el libro?
— En casa de Ochette —dijo Evangely— pero no podré ir con ustedes, ya es demasiado tarde y seguro que mi familia está preocupada por mí.
Ochette, Alia y Philip se despidieron de Evangely y Ochette introdujo los trozitos del elemento en una bolsa de tela que cargaba en su bolsillo, luego partieron a la casa de Ochette.
Cuando llegaron a la casa de Ochette, Ochette se extrañó al no ver a sus padres, por lo que los llamó por teléfono, pero ninguno respondió a sus llamadas, de todas formas trató de no preocuparse mucho y concentrarse en lo que realmente importaba: El elemento roto.
Ochette buscó el libro y empezó a buscar información sobre el elemento, pero lo único que encontró fue un poema que decía:
Los ángeles restantes a los humanos defendieron
Y los 8 elementos se crearon con anhelo.
Piedras preciosas con un poder intenso,
Creadas para defender y cuidar con esmero.Sí alguna de estas piedras se quiebra sin dudar,
A su legítimo dueño se le ha de entregar.
Esta sin preámbulos se ha de arreglar,
y todo el universo se a de salvar...El libro decía algo más pero estaba muy borroso y no se entendía bien lo que decía, pero parecía decir algo sobre que el villano sería su aliado, o algo por el estilo.
— Pero, ¿quién es su legítimo dueño? —dijo Alia— al menos, debería haber algo que nos ayudara a encontrarlo.
— ¡El descendiente de la persona que uso el elemento la primera vez! —dijo Ochette— Alia, debemos encontrar al descendiente de aquella persona.
— ¿Y como pretendes que lo hagamos? —dijo Alia—
— El libro nos ayudará —dijo Ochette buscando la última página del libro— Alia mira, este libro tiene más de 2,000 años, lo que significa que también debe contener miles y miles de secretos.
Cuando Ochette terminó de hablar, buscó dentro de un cajón una luz ultravioleta y la encendió apuntando directamente en dirección al libro. Tal y como Ochette se había imaginado, ¡el libro tenía escrito en tinta invisible textos, pasajes, leyendas y otros escritos.!
En la página donde estaba la descripción de los 8 elementos de Zipora, gracias a la luz ultravioleta, pudieron observar que había una lista en la que se mencionaban los nombres, apellidos y el país en el que solían vivir, los antiguos portadores de los elementos de Zipora.
— Debemos investigar más a fondo si queremos encontrar a su legítimo dueño —dijo Alia— digo, solo si queremos vencer al décimo ángel.
— De prisa llamemos a Evangely —dijo Ochette— ¿tomaste su número?
— ¡Yo!.. Pensé que tú lo habías cogido —dijo Alia confundida—
Resulta que ninguna de las dos amigas habían tomado el número de teléfono de Evangely, por lo que Ochette puso el libro junto con la luz ultravioleta dentro de una mochila, puso a dormir a Philip y ambas partieron a la casa de Evangely.
Al llegar vieron que su amiga tenía una hermosa y bellísima casa. Alia tocó la puerta y salió una mujer alta con cabello negro, era la madre de Evangely. Ellas le dijeron que eran amigas de Evangely y que necesitaban hablar con ella, por lo que la mujer las invitó a pasar.
Ya dentro, al ver a Evangely, Ochette y Alia le contaron todo lo que habían descubierto y le mostraron la luz apuntando hacia el libro. Evangely quedó sin palabras al ver esto.
La madre de Evangely al ver que estas se llevaban muy bien, las invitó a cenar en su casa y las dos chicas accedieron muy felizmente.
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El Caballo Negro
FantasyContinuaron corriendo atemorizados por el lobo, el cual corría demasiado rápido a diferencia de ellos, Philip cedió al miedo y abandonó a sus amigos, trepó un árbol lo más rápido que pudo y se escondió allí. El lobo estaba a punto de atraparlos, cua...