Al día siguiente Lockwood se levantó muy temprano de la cama y se puso a realizar el desayuno para su madre y las demás personas de la casa. Cuando Ochette se levantó, se sorprendió al ver al chico cocinando ya que es ella quien se encarga diariamente de esas cosas, pero de todas maneras se alegró de que ya no iba a tener que lavar los platos.
Luego de una hora, Marlinda bajo las escaleras y una gran sonrisa iluminó su rostro debido al gran desayuno que le había preparado Lock, esta se dirigió la cocina y besó la mejilla del muchacho mientras este le servía un vaso de jugo. Luego de unos minutos, la madre de Ochette bajó las escaleras y se dirigió a la cocina, tomó su desayuno sin siquiera decir hola y subió las escaleras para luego ir a su oficina a trabajar.
Ochette se quedó pensativa por lo que había pasado: Su madre había ido a coger su desayuno y se había ido sin siquiera abrir la boca, mientras que Marlinda, saludó a todos, agradeció a su hijo por el desayuno, lo besó en la mejilla, volvió a agradecer, ayudó a Lockwood con los platos, se despidió y luego fue a su oficina.
Ochette estaba pensativa hasta que Alia tocó estruendosamente la puerta y la abrió para luego saludar a "Locky" con un fuerte abrazo del cual él intentó zafarse.
— Oigan chicas ¿ya podemos ir al bosque? —preguntó Lockwood una vez que pudo librarse del abrazo de Alia— es que, necesito encontrar alguna manera para agradecerle a ese caballo negro...
— ¡¡¡ANDANDO!!! —gritó Alia— ¡muevanse tortugas, el día no se hará más corto!
Una vez Alia terminó de gritar, todos salieron de la casa y se dirigieron al bosque con la intención de encontrar al Caballo negro y poder preparar un plan bien elaborado para vencer al Conde Desgarrazón.
Cuando estaban a mitad del camino, Ochette notó que Lockwood tenía una cara de preocupación mezclada con asombro, o podría ser una cara de ¿en qué me he metido? Mezclada con una de ¿estaré loco?, de todas formas Ochette le habló para tratar de averiguar que había dentro de su cabeza.
— Hola... —dijo Ochette sin saber que decir— no has hablado en todo el camino, ¿en qué piensas?.
— Lo siento, es que esto es muy intrigante... ¿como puedo ser el único descendiente de Charis Delevingne?, ¿porque yo?¿porqué solo yo puedo reparar el elemento roto?¿crees que sea el único?... — expresó confuso Lockwood—
— Primero, Charis no tuvo mucha descendencia pero gracias a ello pudimos saber que eras tú, Segundo, tú eres la persona indicada, hasta donde sé eres un chico responsable, agradecido y muy trabajador, Tercero, según nuestra investigación, la energía de Zipora a sido transmitida de generación en generación y aunque cualquiera podría usar el elemento, solo tú puedes desbloquear sus poderes ocultos y utilizarla al máximo, y Cuarto, probablemente no seas el único porque existieron 8 portadores para 8 elementos y me imagino que al menos 3 portadores tuvieron hijos —explicó Ochette—
— Estás muy convencida de esto —dijo Lockwood—
— Debo estarlo si quiero recuperar a Eva... —dijo Ochette seguido de un suspiro— ...¡Mira! Aquí es donde siempre aparece el Caballo negro.
— ¡Genial! Ahora solo debo arrancarle un mechón de pelo a Ochette para que grite y el Caballo venga en su rescate —dijo Alia—
— Alto, ¿¡Qué!? —exclamó Ochette—
— Alia no creo que eso sea necesario —dijo Lock separando a Alia del pelo de Ochette ya que esta estaba a punto de arrancarselo— creo que solo debemos llamarlo, después de todo ¿Cómo explican que siempre aparece en el lugar justo al momento justo?.
— Eso tiene más lógica que la idea de Alia —dijo Ochette—
— Claro, Ochette deberías llamarlo tú ya que parece que puedes entender lo que dice —dijo Alia— ¡Vamos!, llamalo..
— ....... —Ochette respiró profundamente para luego empezar a hablar— ...Majestuosa criatura de los bosques...Figura imponente... Divino ser...
— O simplemente Caballo negro —interrumpió Alia—
— Claro... —continuó Ochette— Porfavor Caballo negro, precisamos tu presencia en este momento.
Luego de varios minutos de espera, los chicos pensaron que el caballo ya no vendría hasta que de entre los arbustos surgió como sombra la criatura majestuosa y empezó a emitir ruidos que Ochette entendía como palabras enredadas pero que para los demás no eran más que solo ruidos.
El caballo negro le dijo a Ochette que no bastaría con solo tocar el elemento, Lockwood debe invocar su poder utilizando la energía de Zipora que fluye en su sangre. También le dijo que el Conde Desgarrazón le había curado las costillas rotas al lobo y que cuando este vuelva a atacar será el momento perfecto para liberar el poder de Zipora.
Cuando Ochette le dijo a sus amigos lo que el Caballo les había contado, se quedaron intrigados con la cuestión de cómo liberarian el poder del elemento y duraron varios minutos en silencio hasta que notó que esa parte del bosque se estaba poniendo muy oscura debido a la densidad de su vegetación. Fue entonces cuando el caballo negro comenzó a correr muy lejos de ellos y a desaparecer misteriosamente entre los arbustos.
Los amigos siguieron pensando que hacer para defenderse del Conde, el lobo y el décimo ángel.
— ¡Lo tengo! —gritó Alia elevando el dedo índice en señal de que había tenido una idea— podemos investigar a los 7 descendientes restantes, así cuando sepamos como activar el poder de Zipora entonces tendremos mucho más poder.
—Baya, es una idea muy inteligente, de hecho, creo que es lo más inteligente que has dicho desde que te conocí —afirmó Lock—
— ¿Cómo dices? —respondió Alia fingiendo enojo— de ahora en adelante no te llamaré Locky, te llamaré Antonio Lokemburgo VII.
— jjjjj...Ya chicos volviendo a la idea de Alia..jajaja —trató de decir Ochette entre risas y carcajadas— Antonio Lokemburgo VII... jajajajajaaja...
— Bueno ya entendí —dijo Lockwood— ahora, Ochette ¿qué ibas a decir?
— Aaa cierto, volviendo a la idea de Alia, si vamos a hacer eso debemos empezar ya a investigar y podemos empezar por el libro que utilizamos para encontrarte Lock —dijo Ochette—
— Yo prefiero empezar por irnos de aquí, ya no puedo ver ni mis pies —dijo Lock— está demasiado oscuro
— Antonio Lokemburgo VII tiene razón —dijo Alia— ¡vamonos!
— ¡Alto!.... chicos.... —dijo Ochette preocupada— ...¿¡¿alguno ha visto a Philip?!?.
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El Caballo Negro
Viễn tưởngContinuaron corriendo atemorizados por el lobo, el cual corría demasiado rápido a diferencia de ellos, Philip cedió al miedo y abandonó a sus amigos, trepó un árbol lo más rápido que pudo y se escondió allí. El lobo estaba a punto de atraparlos, cua...