Un trozito de la Verdad

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El conde ordenó al monstruo de ramas que bajara a los 3 chicos y este lo hizo. Cuando estaban en tierra, Alia se desmayó como toda una cobarde mientras que los otros 2 se ponían en posición de guerra.

— ¿Qué fue lo que le hiciste a Evangely y a su madre? —preguntó Ochette valientemente— y dime en donde está Philip.

— Vaya, pero que niñita tan valiente, admiro tu valentía —dijo el Conde— Sabías que los valientes son los que menos tiempo viven.

— ¡Ya basta de tus refranes sin sentido y respondeme mis preguntas! — dijo Ochette—

— Ochette Dupain, eres una pequeña adolescente de 14 años que se vuelve mejor amiga de cualquiera que pase tiempo contigo —comenzó a hablar el Conde—  eres valiente cuando se trata de defender a quienes amas, pero eres realmente tímida por dentro. Tratas de complacer a tus padres para que te hagan caso aunque sabes que todos tus esfuerzos son en vano. Practicamente no conoces a tu familia ya que tus padres trabajan todo el día y a tus abuelos, tíos, primos, etc ni siquiera los conoces. Eres una chiquilla muy curiosa que trata de encajar en este mundo frio y cruel.

— ¿ Cómo sabes..... todo eso? —preguntó Ochette atónita por lo que había escuchado—

— Los conozco a la perfección Ochette,  sus vidas no son un secreto para mi —dijo muy confiado de si mismo el Conde—

— ¿Para qué quieres los elementos?  — preguntó Lockwood—

— Lockwood Broussard, un chico de 15 años cuyo padre desapareció hace 8 años —continuó hablando el Conde— tu madre te regaló a la otra mujer de tu padre cuando naciste por no poder tener hijos, y creíste a tu "madre" todo lo que había dicho sobre tu pasado.

— ¿¡¿Pero de que está hablando?!? —exclamó Lock— ¡Creo que está bastante confundido!

— ¡Vaya, Vaya!, pero si no sabes nada en absoluto... —dijo el Conde con su voz áspera y amargada— te explicaré...existía una familia que tuvo una hermosa niña e intentó tener otra, pero no pudieron. Los padres habían ilusionado a la niña con tener una hermanita y al saber que no podían, esta se entristeció y se decepcionó mucho.

Al ver la tristeza de su hija, los padres adoptaron una niña de su misma edad y ambas niñas se alegraron muchísimo. Pasó el tiempo y la hija de sagre se casó con un hombre que sus padres habían buscado para ella.
Ninguno de los dos estaba enamorado del otro y luego de un tiempo el hombre se enamoró de la hermanastra de su esposa, se divorcio de esta y se casó con la otra mujer, dejando a su ex-esposa embarazada de un niño.

La mujer que antes había sido su esposa, se negaba a permitir que su hijo creciera con alguien como él, por lo que cortó toda comunicación que tenía con este, pero el hombre quería conservar a su hijo ya que su nueva esposa no podía tener hijos por problemas de salud.

La mujer no tuvo más remedio que obedecer y entregarle al niño, pero les hizo prometer que a la edad de 5 años se lo devolverían para vivir con ella el resto de sus días.
Su padre no respetó el acuerdo y se quedó con el niño hasta el día de hoy.

— Está diciendo... que... — dijo Lock super intrigado— mi... es...

— Exacto, la familia de la historia es tu familia —explicó el hombre— tu eres ese niño.

— Pero... —dijo Lockwood tratando de asimilar la historia del Conde— entonces si.... Marlinda no es mi madre, entonces... ¿Quién es mi verdadera... madre?

— La misma con quién te topaste hace un rato —explicó el Conde Desgarrazón— tu madre es Lara Gutiérrez, la madre de Evangely.

Luego de estás palabras, Lockwood se paralizó, pensativo, confuso, pensando en que todo lo que le había dicho su madre como "lo que había sentido cuando estaba embarazada de él" era todo una enorme mentira. Su cabeza comenzó a dar vueltas y vueltas y más vueltas, hasta que finalmente se sentó en el suelo para no caerse y estar más confudido.

— ¡Vaya, Vaya!, parece que le he abierto los ojos y le he hecho ver la realidad sin pensar en las consecuencias, Ups, ¡mi error! —dijo el Conde fingiendo arrepentimiento— Creo que ahora deberás vivir con eso mi querido Lockwood, hijo de Lara.

— ¿Qué es lo que quiere lograr? ¿Qué consigue haciendo daño a los demás? —preguntó Ochette menos enojada que antes— ¿Por qué lo hace?

— Eso es algo que probablemente el tiempo responda —dijo el Conde Desgarrazón— ahora ustedes tres vendran conmigo, Akanœ jengam croni ma ¡Azetahnora!.

El gigante de ramas y hojas se levantó del suelo y alzó su cabeza al cielo tirando un enorme rugido monstruoso, luego tomó a los tres chicos en su puño y comenzó a caminar con el Conde, el Lobo y Lara la madre de Evangely detrás de este.

Por otro lado, el padre de Ochette acababa de llegar a casa y se disgustó bastante porque nadie lo recibió, Gabriela también se disgustó porque Ochette se había ido a lo profundo del bosque desde la mañana y no había vuelto. Al escuchar el rugido del monstruo, Gabriela solo pensó en los problemas en los que de seguro se habían metido, por lo que decidió ir ella misma a buscar a Ochette y Lockwood para ponerles el peor castigo que una persona puediese imaginarse.

Dentro de media hora ya había llegado a lo más profundo del bosque y al ver enormes pisadas, decidió seguirlas lo más rápido que pudo.

Por otro lado, el Conde había mandado a deternerse al gigante de ramas, para descansar de la caminata.

— Esto es muy cansado, a la siguiente mejor yo me quedo en mi guarida y los envío a ustedes a hacer el trabajo duro —se quejó el hombre—

— ¡No puede ser!... —exclamó Gabriela— ...¡no puedo creer que estás haciendo esto!

— Gabi... —susurró el Conde para sí mismo— No deberías estar aquí.

— ¿Porqué tienes a estos chicos inocentes? — dijo Gabriela con tono de superioridad— Déjalos ir, por favor, solo esta vez.

— Estos "chicos inocentes" son más peligrosos y estúpidos de lo que crees —dijo el Conde con voz fría y amarga— los dejaré ir solo esta vez, pero si alguno de ustedes vuelve a cruzarse en mi camino, yo, personalmente los apartaré y los pisotearé como si fuesen pequeñas e indefensas hormigas.

— ¿Donde está Philip? —dijo Ochette— solo necesito saber.

— Dije que los dejaría ir, pero no dije que les diría donde está ese tedioso zorro blanco —dijo el hombre— ahora larguense antes de que le ordene a mi Lobo que los trague de un solo bocado.

Los cuatro se fueron caminando a exepción de Alia, la cual aún seguía desmayada y Lockwood tuvo que cargarla. Cuando estos desaparecieron de su vista, el Conde elevó su mano hasta el nivel de su hombro izquierdo, lo que hizo que la gema roja que tenía en su cuello se iluminara brillantemente y la movió de manera recta hasta su hombro derecho, provocando que el monstruo sobrenatural se destruyera y desplomara en el suelo. Luego de esto el Conde Desgarrazón agachó la cabeza y el elemento creo sombras y tinieblas a su alrededor, las cuales al esfumarse, esfumaron al Conde junto con ellas.

Ya en la casa de Ochette, Gabriela hecho un vaso de agua fría en la cara de Alia, cosa que hizo que despertara muy alterada y enojada. Luego de calmarse, Alia se despidió de todos y se fue a su casa corriendo.

— Lockwood, cariño, ¿pero que hacían en ese bosque oscuro y sombrío?  —preguntó preocupada Marlinda— no pueden irse a lugares tan peligrosos, no deberían, prometeme que no volveran a ir a allá.

— A.... yo.........t.... —dijo Lock, el cual no podía hablar, ya que solo pensaba en que la mujer con la que había vivido toda la vida no era su madre verdadera y que su padre era un mujeriego posesivo— ...... e..... am....

— Lock está muy cansado por el día que tuvimos, no puede siquiera hablar y de seguro que una siesta nocturna arreglará sus problemas de habla —dijo Ochette al darse cuenta de que Lock estaba muy concentrado pensando en las palabras del Conde como para hablar con ella— de hecho, tal vez deberíamos posponer la charla que teníamos, mañana en la mañana podemos hablar, iré a acompañar a Lock a su cuarto.

— Lockwood puede ir solo, en cambio, ¡tú necesitaras alguien que te lleve después de que afrontes las consecuencias de todo lo que hiciste niña! —dijo Gabriela enfadada al igual que su padre—

Por otro lado Lockwood subió las escaleras hasta su habitación y se acostó en la cama a pensar más que a dormir, todo era tan confuso en ese pueblo, todo era misterioso, todo era ilógico.

El Caballo NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora