Cuando llegamos al campo al campo en Rusia, nadie pensaba en nada más que las ordenes que nos habían dado para completar las misiones, que una de ellas consistía en encontrar a cadetes que quiza estaban perdidos en ese campo de batalla capturados y la otra orden era que no importaba lo que pasaba, deberiamos lograr vencer a los rusos.
Yo, era uno de ellos, que pensaba que no importaba nada más que la misión y hacía mi trabajo, cuidar a un país que estaba lejos de mi, separado por un inmenso mar y claro, Alec y Ryan, eran iguales que todos los demás, sin importar que pasara, primero salvar a América, tal vez no lo tomámos muy apecho, pero eso es lo que más te importa cuando estas en el campo de batalla.
Pero, ahora, cuestionaba todo eso, después de todo lo que había pasado, aun que no fueron cosas tan grandes e importarntes como a otros han pasado, yo sentía que esas experiencias me habían causado otro tipo de pensamientos.
Recuerdo unos pequeños rasgos de mi ciega visión después del impacto, de las personas que estaban junto a mi en ese camino, como Alec, Ryan, los otros once soldados que habíamos sacado del cuartel, dos generales más y para mi buena suerte a nuestro gerenal Volker.
Caminamos para alejarnos y yo me seguía sosteniendo de mi hermano, sentía que moriría en cualquier momento, pues me debilitaba demasiado rápido, Alec, trataba de que me quedara despierto, pero mi visión de nuevo de comenzaba a nublar rápidamente.
Sentía que mi corazón se paraba lentamente, mientras que mi hermano me ayudaba a caminar pasos falsos fuera del cuartel ruso, sentía que las piernas se me desvarataban y el dolor en el abdomen era muy intenso, mi boca sabía a sangre y supe que había salido sangre por mi boca en el momento del impacto, no pude caminar más y caí al suelo, Alec, ayudó a que me parará, pero yo no reaccionaba.
Sentí un fuerte jalón y que algo me arrastraba, escuchaba ecos de voces y sentí una fuerte bofetada en la mejilla. Mis ojos se abrieron lentamente y pude ver la cara del general Volker frente a mi, esa cara de maldito que siempre había tenido desde en el momento en que lo ví por primera vez, esos ojos verdes y sus cejas sobrepobladas, su boca torcida y su enorme bigote con algunas canas, todo él, estaba mirandome y mis ojos se abrieron al máximo, cuando sentí que puso sus dedos fuertemente en mi hérida, no grite, pero dolío demasiado.
Volker- Teniente Ryan ¿Paró la hemorrágia?
Ryan- Si señor, traté hasta que ya no sangrara más, seguramente tiene una infección.
Volker- Veamos, cadete, hable toda las estúpideces que pueda, lo necesitamos consciente en estos momentos.
No sabía que decirle, estaba en blanco, solo podía pensar en que morría, pero las únicas palabras que salieron de mi boca, fueron, de verdad, tal vez no estúpidas, pero tal vez para el general Volker lo serían.
Danny- ¿Creé que lo logremos?
Volker- ¿Qué hijo?
Decía mientras me tomaba el pulso, veía mis ojos y me examinaba como cuando vas a una visita al hospital, no se si era médico o lo había aprendido en una de sus guerras, pero sabía lo que hacía
Danny- Regresar, con la misión lograda.
Volker- Tal vez, en estos momentos no se a ciecia cierta si regresaremos todos o no, ya veremos como transcurren las cosas.
Danny- ¿Usted quiere regresar?
Volker, me miró directamente a la cara como sí hubiera causado un efecto sobre él esa pregunto y por primera vez lo ví hacer un gesto de sonrisa y dijo
Volker- No tienes idea cuanto eh deseado volver a casa, ¿Salió sagre por tu boca?, porque tienes un poco rojos los dientes.
Danny- Si, eso creo, tengo el sabor todavía en mi boca.
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Secretos de Guerra
ActionAntes no pensaba así, era completamente diferente pero, desde aquel acontecimiento todas mis ideas cambiaron completamente. No sabía que todo esto pasaría. Esperaba que todo fuera un mal sueño.