Capítulo 31.

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El arma cayó de mis manos y se encontró con el piso segundos después, mis ojos estaban completamente abiertos con la idea de haberle disparado a la chica en medio de los ojos, en realidad mi propósito no era matarla, sólo hacer que ella dejara de disparar, pero ahora había una enorme mancha de sangre en la pared que estaba justo frente a mi y en el suelo, su cuerpo con el enorme hoyo en la cabeza. 

Claro que no era el único en ese pasillo mirando la escena, la mayoría ya estaban en las puertas para ver que pasaba cuando dispare con mi arma, creo que todos estaban igual que yo, pero no sabían la razón de porque le había disparado a la chica ya que todos comenzaron a enfadarse muy rápido queriendo golpearme por "traición", pero ese acabo cuando un chico salió de uno de los cuartos en los cuales la chica había disparado. El chico tenía una enorme lesión cerca de su cuello y estaba tratando de recuperar el equilibrio, así que fui a ayudarlo, mientras que todos los demás se quedaban mirando y otros cuantos buscaban al doctor. 

No pasaron más de 5 minutos cuando el doctor llegó quitando a todo el río de gente del camino para llegar hasta donde estaba el chico y claro, pensó lo mismo que los demás, pero antes de abrir su boca y dedicarme las ofensas que le pudiesen llegar a la mente, dio a orden de llevar al chico rápidamente a la pequeña sala de intervención que tenían. Mientras los otros llevaban al chico, otros cuantos me preguntaban que había pasado, sinceramente, yo no sabía a la perfección todo lo que había pasado, pero dije lo que vi y lo que hice, era obvio que casi nadie lo creyera, pero después de revisar en los cuartos, se dieron cuenta de que en realidad, no estaba mintiendo. 

Los altos comandos bajaban al tan inundado pasillo y preguntaban por la historia oficial, al enterarse, dieron la orden de ayudar con todos los cuerpos incluyendo a la chica, la noticia no tardó demasiado para que todos se enteraran de que más de 15 soldados en recuperación habían muerto a causa de una chica infiltrada del ejército de Rusia y bueno, todos estaban histéricos ya que seguramente, no sería la única en el barco que nos estaba regresando a casa, de hecho, nadie se hacía a la idea de estar a salvo en el barco, si no, ahora todo era lo contrario, pero aun faltaba mucho para llegar a América.

Lo mejor que pudieron hacer en ese barco fue la sencilla idea de quitar absolutamente todas las armas y depositarlas en un cuarto bajo llave, así amenos, nadie moriría a causa de un arma de fuego, pero bueno, todos los que poseían un arma tuvieron que darla, ya que inspeccionaban absolutamente todo lo que existiera en la habitación y de hecho era muy bueno, pero en realidad tal vez los otros infiltrados escondían algunas otras. 

Total, no se cuantos días pasaron y creo que era lo que menos me preocupaba, sólo quería que todo esto terminara para tratar de "iniciar" de nuevo, tal vez, olvidar todo y acabar con lo que había iniciado al llegar a casa, tal vez. 

Cuando el barco se detuvo, todos sabíamos que ya habíamos llegado, pero para variar, no iba a ser a nuestra ciudad, creo que era Rhode Island, sinceramente, era de las otras cosas que no me importaban en lo más mínimo, así que dieron la orden de que todos bajáramos del barco para que todos tomáramos otro avión o debido barco para ir a nuestra ciudad natal. Todos tomamos nuestras cosas y bajamos del barco, claro que algunos ayudamos a bajar los ataúdes que eran pertenecientes de esa ciudad o de alguna que estuviese más cerca, con dos capitanes aguardando por la llegada de aquellos seres queridos para mencionarles como fue su desempeño en el campo de batalla. Fue una escena muy fuerte para todos y más aun en saber que a muchos los conocíamos y que a hora ya no estaban con nosotros. Muchos pertenecian a Rhode Island y se quedaron esperando a que llegaran por ellos junto con aquellos que no tenían pulso. Los demás nos fuimos al poco tiempo en un avión de la milicia para llegar a diferentes puntos del país, muchos estaban emocionados pero otros cuantos, aun no podían creer que estaban de regreso yo incluido y Ryan. 

Después de unas cuantas horas, llegamos. Había llegado a casa, Iowa, tal y como la recordaba, de nuevo, todos bajamos del enorme avión con nuestras cosas a esperar a que alguien llegara, claro que ya había mucho gente llegando por muchos, incluyendo a Ryan que tanto para él como para mi, fue una sorpresa que una chica corriera a sus brazos, yo no sabía quien era, pero Ryan si y entonces dijo "es de quien te hable", soltando sus cosas y abriendo sus brazos a la chica de cabello rubio con puntas rosas y unos ojos increíblemente azules casi grises, de hecho, no recordaba muy bien la descripción que Ryan me había hecho, pero fuera de todo, él se veía feliz mientras la sujetaba entre sus brazos y me decía "fue bueno regresar", yo sólo asentía con la cabeza y le di una palmada en la espalda, después de eso, yo espere por quien fuese más de cuatro horas y nadie aparecía, de hecho, todos se habían ido, absolutamente todos. Me había tocado la suerte de ver como las familias u otros llegaban en busca de una persona en especial y los abrazaban muy fuerte, no sentían ninguna decepción en lo absoluto, pero aquellos, quienes buscaban desesperadamente entre la gente y no encontraban a la persona específica, comenzaban a preguntar por distintos nombres, hasta que un ataúd, bajaba del gran avión aquellos quienes habían tenido el enorme valor de acompañarnos pero que de alguna manera, no habían logrado regresar con vida. Ví con atención, como tanto hombres como mujeres, caían al suelo de rodillas por la triste noticia y rompían en llanto, ya que eran hermanos, hijos, pareja, familiar, lo que fuese, al final de cuentas era una perdida que no tenía vuelta atrás. 

Cuando me di cuenta de que en realidad, nadie vendría por mi, decidí caminar, tal vez si estaba un poco lejos de casa, pero no iba a esperar una o dos horas más, ya que estaba oscureciendo, así que tome mis cosas y las colgué en mi espalda, mientras mis pies, hacían todo el trabajo posible para llegar a casa. 

Mientras caminaba, me di cuenta de que en realidad, tal vez sólo mi familia si se había olvidado completamente de mi y eso me enojaba bastante, ya que se supone que todos recibieron la llamada, pero al parecer no quisieron ir a recoger a su hijo o en otro caso "novio", pero ¿qué tal si hubiese llegado en una caja de madera oscura con una bandera de Estados Unidos?, para ese caso, las cosas si cambiarían, seguramente estarían tristes o bueno, no lo se, pero mínimo hubieran ido por mi y no dejarme caminando por las más oscuras calles, que ya las tomaba como costumbre, no era algo que me molestara mucho, pero yo sólo quería ver a mi familia, eso era todo. 

Llegué a casa después de una hora o algo así y toqué la puerta más de veinte veces, pero nadie respondía, así que deje mis cosas en la puerta y retrocedí hasta poder ver las ventanas, para saber si la luz estaba encendida y si lo estaba, seguramente había amenos una persona en esta casa azul con blanco, así que grite un fuerte "¿Hola?", pero nadie respondía y yo, ya me estaba enfadando demasiado, hasta que nuestra vecina Kate, salió y me vio, era bueno volver a ver a esta hermosa abuelita mirando el paisaje desde su pórtico, ella nos cuidaba a mi hermano y a mi cuando mamá no estaba y bueno, creo que le hicimos tantas maldades que nos acabo amando como a sus propios hijos.  

Kate- ¿Danny?, ¿Eres tu? 

Danny- Oh, buenas noches Kate, lo siento si te desperté o te interrumpí... 

Kate- Ay Danny, pero que gusto verte, ¡Qué bueno que regresaste con vida!. 

Danny- Si, es un milagro... ¿Kate? 

Kate- ¿si? 

Danny- ¿Dónde están todos? 

Kate- ah, si lo siento, ¿Tu mamá? 

Danny- Si, ¿ Sabes dónde están? 

Kate- Pero claro que lo sé. Llevan una semana en el hospital. 

Danny- ¿Por qué? 

Kate- Pearl, esta enferma Danny, muy enferma, si quieres, mi nieta puede llevarte al hospital. 

Danny- Si, por favor. 

Kate entró a su casa y bueno yo, no sabía ni que pensar, mi madre estaba enferma y no sabía si era muy grave o algo que se pasara rápido sin dejar otra mala anécdota para mi vida. Sólo estaba, parado, mirando el cielo y sentía como mis lagrimas salían al mismo tiempo que suplicaba que mi madre estuviese bien y que viviera. 

La nieta de Kate salió, a ella también la conocía desde hace ya mucho tiempo, su nombre era Regina, de hecho, alguna vez, fue novia de mi hermano y lo acabo odiando, pero a mi no y eso me lo dejó en claro, cuando me vio y me abrazó muy fuerte dándole gracias a Dios de que yo había regresado bien. También la abracé pero lo que yo quería, era ver a mi madre y saber como estaba. 

Secretos de GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora