CL se encontraba en el asiento del copiloto, ella y Top se dirigían a recoger la primera mercancía de CL. Ambos habían despertado con un poco de jaqueca debido a las rondas de la noche anterior, pero no era nada que no pudieran curar un café bien cargado y una pastilla. Ella no sabía a donde irían y prefirió no preguntar, además no conocía tanto a Top y desconocía si su curiosidad le sería molesta. Llegaron a un edificio que al parecer era de una empresa internacional, que modestamente tenía 10 pisos de altura, según ella ahí le darían su carga. Una vez estacionados ambos salieron y se dirigieron a los adentros del edificio.
—Aquí te darán tu auto, más las indicaciones de como tienes que hacer tu trabajo, sin olvidar que también te asignaran a quien entregarlo.
— ¿Quién será mi jefe? —CL habló cuando se encontraban en el elevador—.
—En estos negocios no hay jefes fijos, pueden variar. Tu jefe aquí es quien envía la mercancía y tu próximo jefe es quien la recibirá.
—Entiendo, no tengo problema con eso.
—Esta empresa acostumbra a enviar escoltas si no eres bueno, asegúrate de no necesitarlos.
—Tranquilo, trabajé con Wang en el pasado, ya sabes —CL sonrió—.
Las puertas del elevador sonaron cuando habían llegado a su destino, la verdad es que ese piso era más lujoso de lo que eran los demás —si es que eso era posible—, la recepcionista sonrió para Top, CL lo siguió riéndose por la amigable sonrisa de ella sobre él. Una vez llegaron a la oficina del "jefe", Top irrumpió en su oficina, como si fuera lo más normal. CL optó por esperar, no quería dar tan mala imagen en su primer trabajo.
—Pasa, pasa. Que no tengo todo el día.
—Lo siento —CL entró a la oficina haciendo una señal con la cabeza en manera de disculpa—.
—Ah, pero es que no eres Wang —El ''jefe'' se levantó para saludar a CL—.
—Efectivamente, ella es nuestra nueva corredora oficial.
—Un gusto, soy Mario López —tomó la mano de CL y depositó un beso en ella—.
—El gusto es mío, llámame CL —le sonrió a Mario—.
—Tomen asiento, por favor.
—Lo siento, pero yo me tendré que ir. Tengo otros asuntos que arreglar, suerte CL.
Top se despidió de ambos y salió de la oficina para seguidamente dejar el edificio, CL cruzó sus piernas con seguridad, estaba nerviosa pero no dejaría que él la intimidara, Mario sonrió y rebuscó algo en uno de sus cajones.
—Toma, estas son las llaves de tu auto. Es una Hummer.
— ¿Ya está lista? —Dijo cuando tomó las llaves—.
—Claro. Te llevaré donde está el auto y podrás irte.
CL se levantó de su asiento y esperó que Mario rodeara su escritorio para ponerse en marcha. Se metieron al elevador que los llevaría hasta el estacionamiento, que para suerte de ella estaba en el último piso del edificio. CL podía sentir la mirada de él sobre ella pero no era capaz de nada más que sonreír por cordialidad y compromiso. Una vez que llegaron y dejaran el elevador, CL pudo ver la Hummer negra que esperaba por ella.
—Debes llevar el producto hasta NY.
— ¿Cómo sé a dónde ir?
—Tu auto está equipado con un GPS que te dirá qué camino seguir, sólo sigue el camino ya trazado y todo estará bien.
—Una vez que llegue, ¿a quién le doy el producto?
—Sólo busca a Kwon Ji Yong.
—Así será.
CL estaba dispuesta a irse pero Mario la tomó de un brazo.
— ¿No preguntaras que llevas?
—Un buen conductor sabe que lleva, pero uno inteligente sólo necesita su auto y hacer bien su trabajo.
CL caminó segura de sí misma hasta la Hummer, encendió su motor y dejó el estacionamiento no sin antes ver como Mario se despedía de ella. Debía de conducir al menos 43 horas para llegar a NY, procurando no atrasarse mucho. En el auto había la mitad del dinero acordado, según Top, la otra mitad la pagarían una vez que haya descargado la mercancía. Condujo lo más que pudo antes de cansarse, una vez que sintió que el cansancio era mucho, pago una habitación en un motel. Se duchó y durmió, en el camino había comido algo por lo cual no tenía hambre. A la mañana siguiente, se duchó y volvió a las carreteras. Ya le quedaba la mitad del camino, al caer la madrugada repitió el mismo proceso y el mismo a la mañana siguiente. Ya el GPS dictaba tan sólo unos minutos para llegar al destino trazado. Llegó a una lujosa empresa, si bien no era tan grande como la de California se veía que era igual o más lujosa. Preguntó al agente de seguridad donde podría dejar un regalo —eso le habían indicado decir—, una vez estacionada, entró al lujoso conjunto en busca del tal Kwon. Preguntó en recepción y una dulce señorita la llevó hasta su destino. Una vez dentro de la oficina, observó a una familiar silueta.
— ¿Kwon Ji Yong?
—Con él hablas, bruja.
♤♡♢♧
Estuvo aburrido, lo sé, pero valdrá la pena. 😉🔥Él es Mario López.
Hummer H2.🔥
Comenten. ❤❤❤
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Perdedor {Skydragon}
RandomNunca han temido lo que les pueda pasar pero, ¿qué pasa cuando tienes a alguien que te importa? ○●○●○ Skydragon (G-Dragon×CL)