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Los tacones de CL resonaban con total seguridad en la renovada YG, ahora dirigida por Joo Heon. ¿Por qué? Fácil, Heon poseía acciones de dicha empresa y al morir Ji, él ganaría también las acciones de Kwon lo cual lo acreditaría con más del 50% de YG. Hyuna se había refugiado en López, tanto en lo laboral como en lo sentimental, y CL... bueno, ella no estaba muy bien. Como era de esperarse no había cuerpo al que enterrar o llorar, gracias al trabajo de Bobby, pero no era suposición su muerte, ya que se las habían arreglado para mostrar el cuerpo antes de deshacerse de él. Ya habían pasado un buen tiempo pero las imágenes aún seguían atormentando a CL, tanto así que la habían hecho dependiente del alcohol y una que otra droga. A primera vista nunca creerías eso de Chaerin, pero si veías bien no sería una sorpresa. Se aisló completamente de sus seres queridos, a la ahora familia Wang sólo las llamaba en fechas especiales y la conversación no duraba más de dos minutos, Taeyang ahora tenía su familia y eso le alegró a CL pero la alejó también. Ella no era tonta, sabía que solo sería una molestia para esas familias. La dulce Dara se había convertido en su ángel, ella era quien cuidaba de Chae cuando su comportamiento se salía de control... y ese comportamiento se refiere a cuando CL se metía tanta porquería que la dejaba tirada en el piso, sin conocimiento. No es que fuera adicta a la droga, sino a la cordura que esta le brindaba. Gracias a esta misma CL se alejaba poco a poco de ellas, pero aún era difícil.

CL le dio los últimos retoques a su labial antes de entrar a la oficina de Heon.

—Pasa, Chaerin.

CL estaba a punto de tocar la puerta pero al parecer él ya sabía que se trataba de ella.

—Deberías dejar de hacer eso, a veces me asustas —se sentó frente a él—.

—Tu perfume se huele desde que sales del elevador.

—Me habían notificado que tenías un último trabajo para mí.

—Así es, como sabes, mañana se cumpliría el plazo de dos años trabajando para mí. Nuestra cuenta quedará saldada si haces esta entrega —le pasó el archivo que contenía los datos necesarios—.

—Creo que sabes que luego de esa entrega no volveré, ¿verdad? —habló con la mirada sobre los papeles.

—No te mentiré, he pensado mil cosas para mantenerte en esta empresa.

—Quiero alejarme de todo, aunque sea un poco —le sonrió brevemente—.

— ¿Volverás? Gracias a ti, las ventas y logística han mejorado mucho —puso su mano sobre las de CL—.

—Hay muchas cosas que debo arreglar y sinceramente este mundo ya no llama mi atención —alejó sus manos de las de Heon—.

—Piénsalo bien, por favor.

—Luego de la entrega, vendré por mi liquidación —dijo para salir de la habitación—.

—Eso no lo creo... —habló para él—.

A diferencia de los otros días, no se dopó ni nada por ese estilo. Estaba en días laborales y los respetaría, los caminos hacia su última entrega eran un poco problemáticos, prácticamente debía subir toda una montaña. No había nada más que árboles e intemperie por donde quiera que se veía, solo por las dudas cargó su 9mm. Notó que llegó puesto que en la cima había una bonita cabaña  y vio el ultimo vecino hace al menos 10 km. Tocó el timbre y habló.

—Entrega de YG.

—Pasa, pasa —dijo una voz dentro—.

CL regresó a su Hummer para tomar la pequeña maleta y se dirigió a la cabaña.

— ¿Señor Lee? —Entró a la cabaña—.

— ¡Sorpresa!

Sus sentidos se agudizaron al oír esa voz, la reconocía pero al distorsionarla haciéndola chillona la desconcertó. Cuando trató de buscar al dueño de aquella voz sintió un golpe muerto en la nuca.

Perdedor {Skydragon}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora