Perdedor {Skydragon}

27.

A la mañana siguiente CL se vistió como si tuviera un ataque de nervios, todo mientras Ji dormía. Dejó la casa antes de que él despertase, como era costumbre. Le valió un plátano que tuviera que entrenar, apenas llegó a su departamento se duchó y con el estómago vacío se dirigió a Miami, necesitaba saber como estaba Harin. Una vez llegó a la casa de Harin empezó a golpear la puerta como una frenética —salió tan rápido de su departamento que olvidó sus llaves—.

—¡Harin! ¡Abre esta mierda! —sus nudillos empezaron a enrojecerse.

—¡¿Quién toca así!? —abrió la puerta—. ¡Chae! —se lanzó a brazos de su hermana.

—Pasa, pasa.

CL entró a casa y se dirigió a buscar su pequeña alacena de bebidas.

—¿Dónde está mi Ron?

—Creo que lo acabé ayer —un Wang con sólo una pantaloneta entró a la cocina.

—¡Wang! —CL rodeó su torso con sus brazos—.

—Te habíamos extrañado.

—Ustedes no pierden tiempo, ¿verdad? —Estalló en risas cuando notó que su hermana sólo llevaba una fina bata—.

—¿Ya comiste?

—No, prepara algo. Tengo que hablar con Wang.

Harin se puso a cocinar mientras CL llevó a Wang hasta el jardín con una botella de vodka.

—¿Ya han vuelto?

—Sí y no sabes lo feliz que ella me hace —sonrió—.

—Supongo que sí lo sé, tienes esa mirada con la que solías verme… antes de que todo explotara.

—Sabes que siempre serás mi primer amor, pero ella es el de mi vida. Tengo pensado pedirle matrimonio —empezó a sonrojarse y agachó su mirada—.

—¿¡Qué!? —CL casi se atraganta con el vodka.

—Como lo oyes.

—Te deseo suerte —dijo dándole un beso en su frente—. Necesito que hagas algo por mí.

—¿Qué necesitas? —tomó su mano—.

—Cásate lo más rápido posible y llévate a Harin lejos de aquí, lejos de mí.

—¿A qué se debe eso?

—Las razones no importan, si quieres te doy el dinero para que tengan la mejor luna de miel, pero no le quiero cerca de aquí. Te lo pido —CL dejó el vodka para tomar ambas manos de Wang y acunarlas.

—Dime que pasa, estás asustada, lo sé. Tu mirada es como la de la última vez… ya sabes.

—Nunca te he pedido nada, haz esto por mí, por Harin, por ti. Te lo ruego —en su mirada había desesperación.

—Calma, preciosa. Lo haré —tomó la cara de CL y con su pulgar contorneo los labios de ella—.

—Wang... —susurró— ahora estás con ella —miró a los ojos de él—.

—Sólo un último beso, sólo eso.

Wang atrapó la cara de CL en sus grandes manos y la atrajo poco a poco hacia la suya, una vez sus labios se tocaron ambos cerraron sus ojos. El beso era el más tierno que ambos alguna vez hayan dado, unas finas gotas caían por las mejillas de ella pero antes que terminaran de caer, las limpió. Había tanto amor en ese beso que le dolía, le dolía el hecho de que él no sería de ella, el hecho de que nunca la pudo amor como necesitaba y que ese sería el último beso que se darían.

—Deberíamos entrar a comer —dijo una vez rompieron el beso.

Comieron entre bromas y chistes pero el corazón de CL se estrujaba cada vez que veía como Harin era feliz con él, el hombre al que una vez le dijo que siempre lo amaría, pero le dolía más el hecho de que ella haya encontrado la felicidad donde ella no lo supo hacer. Cuando cayó la noche del segundo día de estar en la casa de Harin, la garganta de CL aclamaba alcohol. Decidió ir a beber a un bar cercano, se abrigó bien y caminó hasta el bar. Una vez dentro agradeció que el bar estuviera casi vacío y se sentó en la barra para pedir unos buenos tragos de Whisky. Trago tras trago, los sentidos de ella se iban relajando y ahogaba sus penas en él, no lloró ni pensó. Sólo se calmó. Llevaba 2 horas bebiendo y ya su mente lo asimilaba, así que pagó y caminó un poco tambaleante a casa.

Al llegar a casa notó que la feliz pareja había salido, por lo cual a duras penas subió a su habitación y a como pudo se desvistió para tomar una ducha, donde casi se queda dormida. Salió, se vistió y se tiró a la cama. Al día siguiente, como si fuera fantasma se fue de la casa dignándose en sólo dejar una nota de despedida.

Una vez en NY transfirió una fuerte suma a la cuenta de Wang, como lo habían pactado. Luego de eso, en su Hummer se dirigió a su apartamento. Todo estaba exactamente igual, a excepción de un sobre negro que había sido deslizado bajo la puerta. Con manos temblorosas abrió el sobre que contenía fotos de su estadía donde Harin y una nota que decía: ¿Ya sabes de mí? Hay cosas en las que deberías mantenerte al margen.

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Lo siento, hasta ahora pude actualizar. 😭😭😭😭

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¡Espero que les guste!

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A cada una de ustedes que me leen, no saben como las quiero. ❤❤❤