Como había anticipado, Nadine pasó muchísimo frío por la noche con únicamente esa fina manta como resguardo. Apenas si había podido dormir, sintiendo sus pies fríos como dos témpanos y sin poder lograr calentarlos.
Decidió darse una ducha caliente para volver a templarse, cogiendo una toalla y una pequeña barra de jabón que olía a químico de la entrada de los baños. Por supuesto que las duchas eran comunitarias y mixtas, como todo en ese horrible lugar, pero las personas parecían estar concentradas en lo suyo y no prestaban atención a los cuerpos ajenos. O por lo menos intentaban. No se escuchaban risas burlonas, o bromas, o acoso, simplemente personas concentradas en los azulejos blancos frente a ellos lavándose rápidamente.
Desvistiéndose y sintiendo un poco de vergüenza por primera vez, Nadine abrió el grifo de la ducha más alejada que encontró produciendo únicamente agua fría... Definitivamente querían que se muriera de una pulmonía. Quisiera o no, necesitaba un baño por lo que se enjuagó el cuerpo y el cabello con el jabón rápidamente, turnando partes de su cuerpo para enjuagarlas bajo la helada agua.
Tiritando de frío, se vistió con ropas limpias y tiró las sucias por una abertura en la pared. Según le había dicho Cécile, en la noche tendría un nuevo conjunto de ropa limpia esperándola en su litera. El complejo era limpiado por los propios sujetos del proyecto NOVA, para el horror de Nadine quien aborrecía la idea de tener que limpiar la mugre de otros cuando apenas si lo hacía con la suya. Los turnos de limpieza aparecerían en su Tablet luego de la primera semana dentro del complejo y Nadine imploraba para que se olvidasen de ella al armar las agendas.
El desayuno transcurrió de forma muy parecida a las comidas anteriores, aunque ahora estaba acompañada por la vivaracha Cécile y la tranquilizadora presencia de Kaoru. No eran personas con las cuales se hubiera juntado fuera de este lugar, pero tenía que admitir que se sentía menos falsa con ellos. No había tenido que impresionarlos en ningún momento como hubiese intentado hacer en la superficie.
Probando unos bocados asquerosos de su comida, Nadine procedió a tirar la bandeja y, luego de un ademán con su mano a modo de despedida hacia Cécile y Kaoru, se dispuso a encontrar el consultorio de la Dra Loven. Tenía hambre, ya no podía negarlo, pero simplemente se negaba a comer la porquería que les daban.
- Antes de empezar, déjame decirte que debes parar con tus caprichos infantiles. – le espetó la doctora sin siquiera voltear hacia ella cuando entró en el consultorio.
- ¿Qué caprichos? – preguntó Nadine haciéndose la que no sabía de lo que estaba hablando.
- Tienes que comer. No sé si lo haces para llamar la atención, para mantener tu figura o por alguna otra tonta fantasía que habita dentro de tu cabeza; pero debes parar ya. – respondió la doctora aun sin mirarla.
- Lo que nos sirven no puede llamarse comida, es basura, no puedo tragarla – dijo ella cruzando sus brazos en su mayor demostración de perseverancia.
- ¿Qué esperas? ¿Que en NOVA un chef te cocine? Tienes que acostumbrarte a comer lo que tienes alrededor – acotó la doctora volteándose bruscamente y señalándola con el dedo índice.
- No estamos en NOVA todavía, si es que eso realmente existe – excusó Nadine aun cruzada de brazos dando una patada al piso.
La doctora quedó en silencio mirándola como si fuese una alimaña. Lentamente dejó la Tablet en su escritorio y se sentó de forma cómoda en su silla con ruedas, cruzándose de piernas en una actitud sobradora. La doctora levantó sus cejas como si estuviese divertida y continuó su plática en un tono menospreciador.
- ¿Crees que todavía vives en tu mansión, muchacha? ¿Qué cualquiera de tus gustos será consentido como lo ha sido toda tu vida?
Nadine no respondió, sabía que esto llevaría a alguna trampa.
- ¿Dónde crees que estás? ¿En Disneylandia? – preguntó la Dra Loven con desprecio – No. Estas dentro de la sede central del proyecto NOVA. Pero creo que no sabes lo que eso significa todavía... Querida, si no encajas dentro de los parámetros que esperamos, serás removida del proyecto.
- ¡Mejor! ¡Sáquenme YA de aquí para poder irme a casa! Cualquier cosa es mejor que esto. – gritó Nadine con rabia.
- ¿Quién dijo que te enviaríamos a casa? Si no sirves para NOVA, los inversores necesitan encontrar otro uso para ti, y créeme que no son para nada agradables. Has perdido todos tus derechos en el momento que tu nombre fue seleccionado por El Loto, eres para nosotros poco más que una rata de laboratorio. Te lo voy a repetir una última vez porque es tu segundo día, si no quieres terminar como sujeto de pruebas en los más crueles experimentos que te puedas imaginar, es hora de que reconsideres tus chiquilinadas. – sin más para decir, la doctora le señaló la camilla para que se acostara.
Nadine quedó inmóvil sin saber cómo actuar por unos segundos. Ninguna de las lecciones de sus padres sobre negociación parecía valer en un lugar donde no tienes nada para dar a cambio. Cualquier desvío sobre los estándares que esta retorcida gente haya establecido significaba algo que podía ser incluso peor que la muerte. Por otro lado, seguir dentro del proyecto NOVA solo implicaba el aplazamiento de una muerte inevitable. ¿O realmente creía esta gente que podían llegar a un nuevo planeta a años luz de distancia con tecnología que todavía se estaba probando? Básicamente Nadine estaba caminando por el pasillo de la muerte.
Quería gritar de la impotencia, e incluso quería más que nada en el mundo borrarle la sonrisa sobradora a la arpía que se hacía llamar doctora; pero tenía miedo de todo lo que le había dicho. Así que, estos eran los "castigos" a los cuales se refería Cécile. Sin emitir sonido alguno, Nadine se recostó en la camilla mordiéndose la mejilla para no responderle a la mujer con un improperio.
Durante la siguiente hora se sometió a una batería de inspecciones y revisiones médicas con instrumentos que no reconocía, todo metódicamente registrado por la doctora en la Tablet. Incluso le dió inyectables y comprimidos de los cuales no dio explicación ninguna por más que Nadine insistiese en saber sus propósitos.
¿Cuántos doctores tenían que haber dentro del complejo para tener una revisión de dos horas con cada uno de los integrantes? ¿Cuánto dinero se estaba invirtiendo en esta monstruosidad en lugar de buscar una solución humana a los problemas sociales?
Luego del intenso examen médico, la doctora procedió durante una hora más con un intenso examen psicológico, filmando todas las preguntas y respuestas con una pequeña cámara sostenida por un trípode.
- Bien, hemos terminado por hoy. Si por alguna razón sientes algún síntoma o reacción extraña en tu cuerpo o mente presiona el ícono de emergencia de la Tablet para que enviemos ayuda inmediata – anunció la doctora exasperada. – Ahora vete al curso de inducción.
Nadine salió disparada del consultorio, preocupada por tener alguna reacción ante lo que había metido la maldita doctora dentro de su cuerpo. Incómoda como estaba por el examen, Nadine fue a buscar su Tablet al cuartel para luego dirigirse al curso de inducción. Al cogerla, notó el pequeño LED parpadeando indicando que había recibido una notificación.
Princesa, ¡aguántalo! Créeme que no quieres que te saquen del proyecto, no tienes ni idea de lo que le hacen a los que salen. No puedo hacer nada para sacarte de aquí, pero haré lo imposible por protegerte.
Tu amigo virtual
Una idea se le ocurrió a Nadine de repente. Estos mensajes no significaban que un hacker se había metido dentro de su Tablet; era mucho más probable que fuese alguno de los funcionarios del mismo proyecto NOVA quien la estaba contactando. Después de todo, ellos eran los únicos que podían mandarles mensajes.
Tenía por delante siete meses antes que lasiguiente nave despegara, tiempo suficiente para encontrar una manera de salirde allí.
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NOVA
Science FictionEn un futuro cercano, la superpoblación amenaza con arruinar la economía mundial. En respuesta, los gobiernos mundiales crean El Loto, una lotería a escala global que pretende reclutar conejillos de indias para un experimento radical, suicida y obli...