Capítulo 14

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Nadine no pudo evitar atragantarse con su propia saliva y provocarse un ataque de tos espasmódica que eliminó cualquier imagen de elegancia y seguridad que intentara aparentar. Sintiendo su rostro enrojecer del esfuerzo por no parar de toser y sus ojos llenarse de lágrimas, Nadine llevó sus manos al pecho en un intento de controlarse.

—Dicen que si levantas las manos la tos para —propuso Brian inmutable.

—Eso es un cuento de viejas, nunca funciona —respondió Nadine buscando su compostura nuevamente cuando logró calmarse, su orgullo herido—. ¿Por qué me has dicho eso? ¡Es algo extremadamente peligroso para ir anunciándolo por los pasillos!

—No estoy anunciándolo por los pasillos, te lo estoy comentando a ti —corrigió Brian frunciendo sus cejas en confusión.

—¡¿Por qué?!

—Pensé que te interesaría —contestó levantando sus hombros.

—¡Por supuesto que estoy interesada! ¡Es nuestra vía de escape! Espera, vámonos de aquí, siento que miles de ojos nos están mirando. Si faltamos al entrenamiento sospecharán. Cuando termine nos iremos a uno de los cuarteles. —ordenó Nadine mirando por encima de su hombro en un ataque de paranoia.

No esperó a que Brian le confirmara, simplemente volteó dándole la espalda y comenzó a caminar de forma apresurada hacia la sala de entrenamiento; necesitaba estar sola con sus propios pensamientos. Al fin tenía una posibilidad mínima de salir de este espantoso lugar, pero ahora que estaba al alcance de sus manos se sentía reacia a escapar. No entendía si era por miedo o por inseguridad, pero no podía evitar preguntase qué seguiría luego de salir de las instalaciones. No era tan inmadura como para pensar que el proyecto Nova la dejaría retornar a su antigua vida como si nada hubiese pasado. Tendría que vivir huyendo o en peligro, y no podía evitar preguntarse si valía la pena el sacrificio y el riesgo a cambio de una existencia a medias.

Una persona con más corazón que ella seguramente no lo habría dudado, haría todo lo posible por escapar y luego usar su popularidad para avocar por los derechos humanos y el desvelamiento de la realidad dentro del proyecto Nova. Lucharía hasta su último aliento por evitar que otras personas pasasen por su misma experiencia, asumiendo todos los riesgos. Nadine no se engañaba: ella era egoísta y superficial. No le importaba ser la nueva heroína de la humanidad, solo quería volver a la cómoda vida a la que estaba acostumbrada.

Entrenó como nunca antes, desquitando toda su energía, dudas y frustración en un intenso ejercicio físico, sin interactuar con nadie. Signe y Kaoru se unieron al grupo una hora después pero dejaron a Nadine en paz atribuyendo su actitud al cansancio y preocupación por Cécile. Cuando terminó el entrenamiento, se dirigió rápidamente a la entrada evadiendo a sus amigos de forma alevosa, pero con temas más importantes en los que preocuparse como para que le importara. Brian se unió a ella un poco desaliñado por el ejercicio dado que no se le daba bien, y la siguió cansado hacia el cuartel de Nadine, ambos sin cruzar palabra.

Se sentaron en la litera, intentando disimular la tensión: la de Nadine a causa del futuro plan, la de Brian debido a que no entendía lo que pasaba por la cabeza de ella.

—Quieres que te ayude a salir de aquí, ¿no es así? —preguntó en susurros acercándose un poco hacia él para no tener que levantar la voz.

—Sí —respondió Brian con voz forzada.

—Explícate.

—No me gusta estar aquí, todo ha cambiado y no sé qué esperar. Quiero volver a la vida a la que estaba acostumbrado y conocía perfectamente, p p p pero no t t t tengo la suf suficiente determinación y va va valentía —respondió Brian apresurado, trabándose con sus propias palabras al final.

El chico resopló y formó un puño con su mano, enojado consigo mismo por su dificultad para explicarse de forma clara. A Nadine le parecía interesante como su tartamudeo parecía ir y venir al azar, pero al chico parecía frustrarlo.

—No tengo tanto coraje como aparento tener —contestó Nadine un poco avergonzada por el halago—, pero sí soy determinada. ¿Puedes desactivar también estos dispositivos que tenemos dentro con los que controlaron la rebelión?

—Crearon todas estas instalaciones con la última tecnología, todo está controlado por un sistema informático: desde las puertas hasta el aire acondicionado. En caso de una falla, automáticamente se prenden los generadores —explicó el chico olvidándose de tartamudear pero manteniendo su velocidad al hablar y tecleando el panel invisible con su mano derecha para concentrarse.

—¿Y tú puedes controlarlo a voluntad?

—Sí. El sistema es muy robusto en cuanto a seguridad, no lograba encontrar ninguna puerta trasera por más que lo intentara... Hasta que investigué a Ariel. Encontré una persona de su equipo que guardó los datos de acceso al sistema de control en un archivo de texto... el hombre tiene permisos de administrador —extrañamente algo de toda esa explicación lo hizo sonreír, haciendo que el corazón de Nadine se saltara un latido.

—En palabras de plebeyo, ¿un idiota puso en riesgo la seguridad de este sitio porque no puede recordar una contraseña? —preguntó Nadine solo para estar seguro, sin creer su suerte.

—¡Sí! —exclamó Brian sonriendo ampliamente.

—Bendita sea esta persona —rió Nadine—, pero no podemos precipitarnos. Tenemos que planificarlo bien. Brian, sabes que es posible que no salgamos vivos de esto, ¿no es así?

—Al menos lo habremos intentado. Intentaré encontrar algún dato sobre los guardias y planos del edificio.

En ese momento Nadine se dio cuenta que tenían audiencia. Aunque se encontraban a una distancia suficiente como para no escuchar lo que hablaban, varias personas los observaban divertidas asumiendo algo que estaba lejos de ser la realidad. Por más raro que sonase, el proyecto Nova no prohibía que los reclutas tuviesen vínculos amorosos entre ellos. Le había preguntado a la Dra Loven una vez sobre el tema, porque no hay nada que genere más conflictos que las relaciones interpersonales. Si el proyecto NOVA buscaba pulir a los reclutas para llevarse bien, ¿por qué no prohibir los afectos?

—Si todos ustedes quedan condicionados a no tener relaciones afectivas y físicas, se extinguirán a los pocos años luego de llegar a NOVA y todo nuestro esfuerzo habrá sido en vano —fue la corta explicación que le dio la doctora.

Una idea se le ocurrió de la nada. Necesitaban una excusa para verse todos los días en privado sin levantar sospechas, y que mejor razón que una pareja acaramelada.

—Brian, voy a abrazarte ahora —anunció con un tono pícaro.

—¡No! —respondió Brian alejándose un poco de ella en pánico.

—Te abrazaré y aparentaras que te gusta. Tómalo como un agradecimiento, si quieres —insistió Nadine disfrutando un poco de la situación.

Brian se mantuvo inmóvil, mirando un punto fijo en la pared, donde Nadine había estado recostando su espalda minutos atrás. Acercándose un poco más y confirmando que Brian aún no se movía, Nadine asumió que tenía permiso y se abalanzó sobre el chico colgando sus brazos detrás de su cuello entre risas. Su actitud llamó incluso más la atención de sus vecinos quienes se daban codazos los unos a los otros y los señalaban sin disimulo.

Si Brian hubiese sido una estatua no se habría notado la diferencia. Nadine mantuvo su abrazo durante varios segundos sintiendo como el chico contenía su pánico. Reaciamente lo soltó y suspiró.

—Bueno, es oficial, tienes una cómplice.

—¿No les dirás a los otros? —preguntó Brian cuando hubo encontrado su voz.

Nadine titubeó, pero finalmente respondió:

—No.

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