Cap.2 Daetria y la voz misteriosa

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Hablaré más sobre mi vida en Daetria, llevo poco tiempo ahí pero puedo asegurar que es más interesante que mi vida diaria, así que contaré desde el inicio.

Una noche me encontraba dispuesto a dormir, pero no recuerdo haber siquiera llegado a mi cama, no recuerdo ni cómo es que fui a dar a Daetria, pero mi aparición fue muy muy muy rara.

Caí en lo que parecía un pozo, por suerte alguien muy amable me sacó de ahí ya que me vio caer.

- Whoa, ¿estás bien? ¿No tragaste demasiada agua? - dijo ese chico que era idéntico a Adrien Agreste, ya saben, ojos verdes, cabello rubio y alborotado... Bueno, aquí estaba bien peinado, solo que aquí usaba una especie de ropas de estilo fantasía, parecía un príncipe salido de una película de Disney.

- Estoy bien... Supongo, se nadar... Soy Nathaniel, ¿quién eres tú? - dije torpemente, en ese momento no pude reconocerlo con esa ropa.

- Soy Felix Agreste, príncipe de este reino, ¿eres algún forastero? Es imposible que no me conozcas si vives en este reino -

- Sí, se podría decir que soy un forastero... No sé ni siquiera cómo llegué aquí -

- Forastero y de cabellos rojos... Acompáñame al palacio por favor, necesitas ropa que no esté mojada - dijo esbozando una pequeña sonrisa

Miré mi ropa y traía algo parecido a una túnica corta con unos pantalones holgados, toda mi ropa estaba en color beige obscuro, parecía sucio.

Acompañé al tal Felix hasta el palacio y me mostró una profecía, decía que un forastero empapado, sin memoria, con cabellos como el fuego y esmeraldas en los ojos, ese sería el gran mago predestinado a la creación, y por lo visto, yo encajaba perfectamente bien en la descripción.

Felix me obsequió una bata larga de seda púrpura, pantalones negros y una camisa blanca, después de regalarme ropa nueva, me llevó a una habitación donde solo había un escritorio y una silla, sobre el escritorio había una libreta llena de lo que parecían ser al rededor de 500 hojas, tinta y distintos tipos de cosas para dibujar, estaba fascinado con los colores que habían ahí, ya que además había unos 5 libreros llenos de lápices de colores, acuarelas, acrílicos, óleos, grafitos, pinceles y demás cosas con las que podía dibujar y pintar.

- Si pasas una prueba sencilla te puedes quedar con todo esto y hasta vivirás aquí, de lo contrario tendré que matarte ya que solo puede haber un mago con el pelo rojo y ojos de esmeraldas, y si no eres tú esperaremos al que sea el indicado - dijo Felix

Tragué saliva duramente en cuanto mencionó matarme, tenía miedo ahora, ¿qué clase de prueba me pondría?

- ¿Q-qué debo hacer, su majestad? - dije intimidado

- Simple, debes dibujar una cama y hacer que se materialice, el gran mago de la creación puede hacer eso y todo lo que se le ocurra -

Tomé la libreta y un lápiz, comencé a dibujar una cama elegante y que fuera como a mí me gustaría, y antes de darme cuenta, escuché un ruido y cundo alcé la vista, ahí estaba la misma cama que dibujé e imaginé; Felix me miró asombrado.

- Muy bien mago, bienvenido a Daetria, mandaré una sirvienta para que sea su asistente en todo lo que usted requiera, siéntate como en casa - dijo antes de retirarse.

Y seguí dibujando y en los libreros encontré más libretas pero éstas eran más pequeñas y parecían de menor calidad, supuse que esas no eran mágicas así que continué con mi vicio que es dibujar. Pinté cuadros inmensos e hice pequeños dibujos, llené de color toda la habitación y cuando me estaba emocionando comenzó a hablar esa voz en mi cabeza.

Magic and CatsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora