Cap.17 Tenemos que hablar

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<<Narra Nathaniel>>
Félix pudo dormir más tranquilo y lucía mucho mejor, ya no tenía fiebre pero aún estornudaba y tosía un poco, ya casi en la mañana pude dormir un poco sentado en una silla. Un par de horas después, mi querido amigo rubio ya estaba sentado en su cama tomando el té y desayunando.

- Nathaniel, buenos días - dijo Félix

- Buenos días Félix - le respondí

- Mi padre me ha dicho tan pronto como desperté que él volverá solo a la importante reunión que fue interrumpida por mi enfermedad, y yo tengo órdenes de quedarme aquí, pero... - me miró y me sonrió - no especificó en donde es "aquí", así que pensaba en ir a dar una vuelta a nuestro lugar secreto, ¿me acompañarías en la tarde? -

- C-claro, su alteza - ir a dar una vuelta con Félix, que maravilla, no podía pedir nada más

Mandó a que me trajeran el desayuno también, me dieron un café lo suficientemente fuerte para que yo despertara y un pan tostado, fruta, y no recuerdo que más, pero mi amigo no se podía ni quería quedarse quieto, así que se fue a tomar una ducha para luego vestirse, le dio el día libre a la mayoría de los sirvientes, incluida Bridgette, ella aprovechó para salir junto con Alya, y solo quedaban unos pocos sirvientes quienes cocinarían y servirían nuestra comida, y más adelante la cena.

- Nathaniel, no quiero que te alejes de mí hoy, hoy solo seremos tú y yo -

- Me alegra escuchar eso, me gusta pasar tiempo contigo - le respondí

- Ven, quiero mostrarte algo del castillo que creo que no has visto, después de comer iremos a nuestro lugar, ¿me acompañarías a una torre del castillo? - se inclinó ofreciéndome su mano derecha y la otra la puso detrás de él, yo me sentí sonrojado y tomé su mano, y en cuanto hice eso, me jaló y me llevó corriendo a una de las torres más altas del castillo, odiaba mi condición física tan débil que no aguantaba correr tanto por las escaleras, pero cuando al fin llegamos y recuperé el oxígeno perdido, me mostró la única ventana de aquella habitación vacía, era hermoso, se podía ver una gran parte de la capital, y la leve niebla que estaba ahí solo embellecía el paisaje.

- Nathaniel - el principe rompió el silencio sin quitar la vista del paisaje, aunque tenía cierta expresión seria

- ¿Sí, su majestad? -

- ¿Te quedaste toda la noche a mi lado? -

- Así es -

- Pero... ¿No tienes a donde volver? No debiste quedarte - sus palabras me apuñalaban, ¿me estaría rechazando de manera indirecta? ¿O le incomodaba que me quedara toda la noche viéndolo?

- ¿A-a que se refiere, su majestad? - me puse nervioso

- Una vez te pregunté si tenias a donde ir cada vez que te evaporas cada noche, que si pertenecías a otro lugar y visitabas Daetria en tu tiempo libre, dijiste que sí, desde entonces no me preocupa tanto que pasa contigo cada vez que te vas, se que estarás bien, pero... no es normal que te quedes, ¿o acaso encontraste una manera de quedarte voluntariamente? Si es así, estoy muy contento de tenerte aquí, solo para mi - dejó de recargarse en el marco de la ventana para abrazarme tomándome por la cintura con una mano y su otra mano la sentía recorrer toda mi espalda hasta llegar a mi nuca, me tenía totalmente apegado a él, sentí mi cara tan roja como mi cabello, ya que me estaba haciendo verlo a los ojos, nuestras narices estaban rozándose - De lo que quiero hablar contigo en nuestro rincón secreto en el bosque tiene que ver con la manera en que me miras, ese sentimiento que puedo ver en tus ojos en este momento, el palpitar de tu corazón acelerado, son cosas que no han pasado desapercibidas ante mi... ahora bajemos, ya es hora de comer, mi querido amigo, ¿me acompañarás a donde quiera que yo vaya hoy? -

Magic and CatsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora