No se me ocurría ninguna manera de saber o comprobar quién es el Felix original, ya que le platiqué lo más que pude al maniquí (cuando era un maniquí) sobre lo que sabía de Felix, y parece que toda esa información que le dije la entendió y la almacenó como si fuera su propia memoria.
Ahora tenía 2 problemas que solucionar: La existencia de dos Félix y el anillo de Adrien, igualmente mi problema era sobre 3 rubios con el mismo apellido, pero no tenía ni idea de cómo solucionar ninguno de esos dos problemas. Ya sé que hago demasiado énfasis en que no sé qué hacer y es cierto, solo estaba entrando en pánico, y Bridgette parecía que le dio un derrame nasal así que la mandé a acostarse y descansar un rato en lo que se me ocurría algo y entonces apareció un akuma, un chico empezó a incendiarlo todo, perfecto, ahora solo me quedaba esperar a ver si los dos entraban en acción o solo uno iba.
Salí corriendo a ver lo que ocurría y para mi desgracia ahora habían dos Chat Noir, ahora sí que estaba empezando a angustiarme demasiado, ambos hacían lo mismo al mismo tiempo y también lo que decían, eran como gemelos o clones perfectos y exactos, primera vez que me sentía mal por ser tan perfeccionista.
Al regresar, ambos Felix estaban cansados así que les preparé un té, ambos tenían una hierba que los pondría a dormir, el que no es humano no iba a dormir, mientras que el Felix real caería rendido.
Esperé unas dos horas para ir a verlos ya que no puse tanta hierba y eso implicaba que les tomaría más tiempo para que hiciera efecto. Subí a su habitación y entré en el momento exacto, el Felix herido estaba despierto mientras que había uno dormido, el Felix despierto estaba a punto de escapar por la ventana.
- ¡Alto ahí! - le grité
- No eres tan estúpido como pensaba, gracias por darme la vida y, honestamente, el castigo que iba a recibir el original no me dolió en lo más mínimo, tenías razón, yo no puedo sentir nada - en cuanto dijo eso se dejó caer, por fortuna Bridgette estaba abajo en el jardín que colindaba con un pequeño bosque. Corrí a la ventana
- ¡Bridgette, detenlo! - le grité en lo que me dibujaba una almohada para saltar desde la torre en la que estaba, afortunadamente mi amiga me escuchó y lo detuvo, estuvieron forcejeando un rato en lo que terminaba de reunir valor para saltar, una vez ya en el jardín, bajé de la almohada gigante y corrí.
- Bridgette, debes ayudarme y dejarme ir... - dijo el Felix falso
- N-no puedo... Yo... Debe de haber una razón por la que Nathaniel me pide detenerte - Bridgette comenzó a cuestionar mis decisiones
- Vamos, apresúrate que el mago ya viene por mí... Soy el original, ¿no lo vez? Pues te haré ver que soy el real - el Felix falso la tomó entre sus brazos y la besó.
Sentí una furia inmensa pero... No sé a quién estaba dirigida mi ira, aunque es estúpido cuestionarme... No podía soportar esa escena frente a mí, no sé si era porque Bridgette era capaz de caer en esa mentira o porque ese Felix estaba besando a mi mejor amiga... Es inútil, tenía que apresurarme a correr y ahí me di cuenta que tenía que ponerme a hacer más ejercicio y aplicarme más en la clase de educación física ya que mi condición no era muy buena. Felix dejó de besar a Bridgette y ella lo miró con lágrimas en los ojos.
- Felix... - suspiró mientras lágrimas caían de sus ojos
- Bridgette, déjame pasar y detén al mago - el impostor le sonrió aunque esa sonrisa no le duró mucho porque Bridgette le pateo lateralmente las piernas derribándolo y poniéndolo contra el piso, lo tenía de tal manera que no iba a poder escapar, finalmente llegué a ellos
Con mi libreta mágica guardada en mi túnica morada y una goma lo borré y no quedó nada más que el maniquí que pinté, una vez que quedó inmóvil y sin vida, Bridgette se fue corriendo, me sentía mal porque no iba a poder consolarla en ese momento exacto, tenía que quemar ese maniquí para evitar que volviera a ocurrir lo mismo.
Hasta que quedaron solo cenizas de lo que alguna vez fue un maniquí, apagué el fuego y regresé al palacio, ya era el atardecer y pronto despertaría, de camino al palacio encontré una mano que era del maniquí, el anillo que le hice aún era igual, de oro blanco conservando los detalles originales que el de Felix. Dejé la mano tirada y me llevé el anillo, tenía una triste esperanza de que mi nuevo plan funcionara, mientras tanto, tenía que ver a Bridgette, ella estaba en mi habitación, toqué la puerta un par de veces y entré.
- ¿Bridgette? ¿Te encuentras bien? - entre y me aproximé a ella, estaba acostada en mi cama
- ¿Te parece que estoy bien? - respondió sin mirarme
- Lamento la pregunta tonta, pero no entiendo... ¿Por qué lloraste? - me senté a la orilla de la cama
- Porque... Ese Felix sabía lo de mis sentimientos y si se supone que ambos son la misma persona y pensaban igual, eso significa que él podría utilizarme cuando quiera porque sabe que lo amo... Solo con que pida las cosas se las daré sin dudar, incluso si mi vida peligrara solo por salvarlo, pero ahora sé que no me ve más que como un peón más en su juego de ajedrez al que puede sacrificar si quisiera... Yo no quiero sentirme utilizada... Quiero sentirme amada... - me abrazó sollozando
No supe qué decir así que solo le correspondí el abrazo, en ese momento la cama desapareció de la nada y ambos caímos al suelo, primero nos miramos confundidos para después echarnos a reír. Dibujé una nueva cama para ella ya que yo nunca me he quedado a dormir en Daetria y no me gusta la idea de mandar a Bridgette a dormir donde duermen los demás sirvientes que es en camas de paja, yo la resguardaría en mi alcoba y con una cama decente.
Desperté y recordé mi idea en Daetria, ansioso busqué en mi bolsillo de mi pantalón de pijama.
ESTÁS LEYENDO
Magic and Cats
FanfictionNathaniel es un chico tímido y reservado, es excelente dibujando. Es un chico de corazón puro y noble, estuvo enamorado de una chica llamada Marinette, pero ahora ha estado teniendo sueños raros sobre una época medieval de fantasía, pero sus sueños...