-Buenos días, niña linda.- Pasaron 6 días y apenas estaba recuperándome, así que Isaac viene cada mañana a cuidarme y me trae un jugo de naranja para desayunar juntos. Me gusta que alguien este tan al pendiente de mi, algo bastante bueno y en realidad nuevo en mi vida, ya que al ser prodigio no necesitaba tanta atención, ya era independiente por lo que a nadie le preocupaba exactamente. Además, la compañía de otra persona no es tan mala, algunos humanos pueden ser...
Tolerables.
-¿Puedo decirte "cielo"?
- Ya lo hiciste, técnicamente
-Me refiero como apodo
-Claro que puedes, tonto.- Eso de los apodos cariñosos no se me daban y Isaac lo sabe, por eso no le molesta, aunque a veces si me agradaba ser agradable y cariñosa.
-¿Entonces yo te puedo besar cuando quiera?
-Por mi, hasta que nos duelan los labios.- Yo tan solo me reí por su respuesta y me ruboricé, para ocultarlo un poco miré hacia otro lado, sin embargo Isaac me miraba fijamente y eso me hizo ruborizarme todavía más, por alguna razón a él le daban ternura mis reacciones aunque nunca me he considerado una persona que pueda inspirar ternura a los demás.
-Cielo, quiero que conozcas a mi familia cuando te sientas mejor.
-Me encantaría, tonto. Tal vez este fin de semana ya me sienta bien.
-Bueno, pero tengo algo especial para esta ocasión especial.
-Por favor, que no sea un vestido.
-No, es algo mucho mejor.- Y sacó de su bolsillo una caja de un tamaño regular de color rojo, dentro habían unos pequeños aretes dorados y una pulsera a juego, algo muy casual, sin embargo seguía siendo un lindo detalle.
-¿Los usarás?
-Claro que si, tonto.
Y pasaron los días, para el viernes ya me sentía mejor así que le dije a Isaac, quedamos para ir a su casa el sábado y que conociera a sus padres, y aunque nunca había hablado del tema, Isaac parecía emocionado. Tan solo faltaba saber que ropa usar para la ocasión, no sabía si sería algo formal o algo muy casual, pero por el estilo de los aretes creí que sería algo casual. Aunque no sea lo que mas me gusta decidí llevar un vestido ligero de color blanco y el cabello suelto y lacio, tal vez algún sombrero que combine, pero aun falta mañana para saberlo.
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Quid pro quo
Teen FictionQuid pro quo, expresión en latín para referirse a una cosa a cambio de otra.