Él & Ella | Z.M. (Editando)

TRES

ÉL

- ¿Y que tal? - pregunta Harry a Louis.

Sube sus hombros.- Pues, no está nada mal.

- ¿De quien hablan? - pregunto

- De la nueva conquista de Louis - dice Harry moviendo ambas cejas de arriba a abajo. Louis le golpea el hombro-. Oye... No estoy mintiendo. - se soba el hombro.

- ¿Nueva conquista? - levanto una ceja y me cruzo de brazos. 

 - ¿Recuerdan a la chica que conocí en ese karaoke la otra vez?

- ¿La que nos contaste? - pregunto. Louis sonríe.- ¿Aún la sigues viendo?.- Pelo mis ojos.- Vaya... Pensé que solo la querías para una noche.

- Pues era así, pero me di cuenta de que... quería más con ella.

- Pero más placer.- Dice Harry y resive otro golpe de parte de mi amigo. Rio por lo bajo.

- Algun día me entenderan - dice.

- No lo creo - contesto.

- ¿Cómo se llama? - pregunta Harry, y Louis suspira. No puede ser posible.

Tomo la caja de cigarros que esta en la mesita de la sala y el encendedor de Louis. Y claro, no se me puede olvidar mi querida navaja.

- Su nombre es Florence, Florence Dale.- Louis me voltea a ver.-Hermano, necesitas tu propio encendedor.

Ignoro su comentario. Abro la puerta y salgo.

* * *

Estoy sentado en la banca de un parque, fumandome un cigarro. Me relajo un poco.

¿Louis enamorado?, que estupidez mas grande.

El amor no existe. O bueno... yo nunca me he enamorado.

En la banca de en frente hay una chica, tiene sus piernas cruzadas encima de la banca.

De las rodillas para abajo estan descubiertas, lleva una falda.

Mientras me fumo el cigarro no dejo de verla y creo que ella nota que la estoy viendo, me voltea a ver y yo le sonrío pero ella a mi no.

Tiro mi cigarrillo al piso y me pongo de pie, aplasto el cigarro con mi pie y me encamino hacia aquella chica.

  Me siento a un lado de ella, pero me ignora. Cruzo mi pierna encima de la otra, pongo mi mano izquierda en mi rodilla. Ella me ve de reojo y se hace a un lado.

Está leyendo un libro.

Ella desdobla sus piernas, dejando sus pies en el suelo. Dejandome una bella vista de esas hermosas piernas.

Su blusa es de tirantes, y lleva un leve escote en corte V, algo discreto.

Pero como estoy mas alto que ella logro ver una parte de sus pechos. Va peinada con una cola de caballo, su pelo es un tono semi castaño y el cabello que sale de su cola de caballo se ve un poco ondulado.

Se pone incomoda, y eso me gusta.

Cierra su libro, y antes de que se ponga de pie yo hablo.

- No te había visto por aqui - le digo. Pero ella no contesta nada. Ni siquiera me voltea a ver. -¿Estas muda? - me inclino un poco para poder verla pero ella lo evita y ve a otro lado. Frunzo el ceño. -¿Cómo te llamas? - pregunto. Haber si contesta esta vez.- Está bien, ya que no quieres presentarte lo voy a hacer yo. Soy Zayn, Zayn Malik.- Le digo. Extiendo mi mano en frente de ella para que la pueda ver. Se le queda viendo por un momento y luego siento su pequeña mano tocar la mia, la estrecha y luego la retira.

- Ahora dime tu nombre - Le digo.

- Anne, Anne Underwood - Me dice y ahora me voltea a ver. Ojos azules, mejillas un poco coloradas, sus labios semi pintados, pestañas pintadas y con un tono de maquillaje natural.

Esperen... Yo conozco esa mirada.

Esa es la chica de la foto del celular que le quite al chico que asalte hace días.

Y por alguna razon me quedo quieto viendola. Perplejo.

Reacciono al darme cuenta de que la estoy viendo como un idiota.

- ¿Eres de aquí? - pregunto.

- S-si- Genial, tenía qu tartamudear. Trato de no rodar mis ojos.

- Yo igual, bueno... Hace como unos meses que llegue a Florencia - le digo.

Recuerdo el día en el que llegué a Florencia, Italia. Fue hace como cuatro o cinco meses, cuando me fui de Londres para venir aqui. Siempre había querido venir a Italia, y amo vivir aqui.

- ¿No eres italiano?

- No. Soy britanico.- Logro decir.

- Ah - solo dice eso. Asiento con mi cabeza y me recargo en el respaldo de la banca.

- Me tengo que ir - dice Anne. Se pone de pie y acomoda su falda con sus manos. Se agacha para tomar su libro y su sueter, dejandome ver una vez más ese lindo escote.

Se pone el sueter y se lo abotona hasta tapar su escote.

- Un gusto conocerte - dice y me extiende la mano. Me pongo de pie en frente de ella y estrecho su mano. Le sonrío de lado. Y por alguna extraña razon sus mejillas toman un color rosado. Rio por dentro.

- También me dio gusto conocerte - le digo.

Se da la vuelta y empieza a caminar.

Meto mis manos a mis bolsillos y por alguna razon sonrío.

Con esta chica me sacaría la lotería.

Giro en mis talones y voy de regreso a casa, con mis queridos amigos.

Y me siento feliz... ¿por qué?