DIECISIETE

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ÉL

Traje a Anne a nuestra casa para enseñarle mi colección de dibujos. Tengo veinti tres años, no soy muy chico para dibujar, dibujo lo que siento e imagino, o en veces lo que veo. Llevo varios años haciendolo y no lo voy a dejar de hacer. Esto nunca se lo había dicho a nadie, y menos a una chica. Sólo que tenía la necesidad de decirselo a Anne, quería que ella supiera hacerca de esto.
Tomo mis cinco cuadernos de pasta gruesa y los llevo al comedor, Anne se sentó en una silla y tomó un cuaderno.
- Son muchos cuadernos. - comenta.
- Llevo catorce años dibujando.
- Oh.
Abre el cuaderno y pasa página por página.
Me siento en una silla a lado de ella y la observo, a veces frunce el ceño cuando ve algunos dibujos y sonríe en otros. Es hermosa.
Cuando termina cada cuaderno se pasa al siguiente, hasta terminar los cinco.
- Son en verdad... maravillosos tus dibujos. Y claro que podras ser un famoso pintor, porque tú expresas ahi lo que sientes, o eso es lo que al menos veo en algunos.
Asiento.
- Y por lo que me dijiste haces "murales" - hace comillas con sus dedos en el aire.
- Sí, hago. Y algún día te llevaré a ver uno, no he pintado aqui en Florencia. Solo en Bradford es en donde pintaba, y cuando me mudé a Londres igual, solo que aqui en Florencia no he podido, espero poder hacer uno pronto.
- Yo nunca he salido de Florencia - me dice.
- ¿No?.
- No... Quizá mis papás sean de dinero pero, nunca me han llevado de viaje a ningun lado, ni cuando era niña, solo les importaba el trabajo. Siempre he querido ir a Verona, a Roma, Venecia... Quiero visitar cada ciudad de Italia, y del mundo - me dice mientras me muestra una sonrisa con un poco de tristeza en ella.
- No te pongas asi, ¿sí?, algún día te llevaré - le digo. Le regalo una sonrisa.
- No te molestes, en verdad.
Quiero preguntarle si alguna vez Niall la llevó a algún lado, pero ella me lo hubiera dicho. No me gusta que Niall casi no le ponga atención a ella, no sabe de lo que se pierde.
- Claro que algun día te llevaré, y no discutiras conmigo.
- Está bien - se resigna y sonrío victorioso. Y sin pensarlo se avienta hacia mi y me abraza, lentamente pongo mis manos en su espalda y pongo mi barbilla en su cabeza, una sonrisa ladeada aparece en mi rostro. Me encanta sentirme de esta manera cuando la tengo cerca de mi.
- Oh, perdón... no quice molestar.
Anne y yo nos alejamos cuando escuchamos a Harry entrar a la casa.
- No importa, Harry - dice Anne mientras se sienta correctamente en la silla y su mirada baja.
Volteo a ver a Harry y le hago una mala mueca de "¿Qué pasa contigo?" y el responde con una de "Lo lamento" ruedo los ojos y Harry se va a su cuarto.
- Llevame a casa, por favor - me dice Anne.
- Sabes que puedes quedarte a dormir aqui.
- Por favor.
Me voltea a ver y me está rogando, quiero que se quede a dormir, pero no la puedo obligar pero si la puedo convencer.
- Tu casa queda a media hora.
- Eso hubieras pensado antes de traerme.
Se cruza de brazos y levanta una ceja, me encanta que haga eso.
Yo levanto ambas cejas y tuerzo la boca. Está seria pero puedo presentir que quiere reirse.
- Tengo que trabajar mañana.
- Te dije que te ibas a quedar a dormir.
- Zayn...
- Anne...
Ambos nos cruzamos de brazos y nos vemos a los ojos.
- No estoy jugando, hablo en serio- me dice.
- Yo igual hablo en serio.
Rueda los ojos y bufa.
- Me quedaré a dormir...
- Excelente.
Aplaudo y me pongo de pie.
- Ven.
Le digo y se pone de pie.
Vamos a mi cuarto.

*

Estamos sentados en mi cama, hasta la recargadera. Ella observa de arriba a abajo mi cuarto.
Las paredes de mi cuarto están pintadas con dibujos mios, antes de conocer a Anne acabé de pintarlas, claro, con ayuda de Harry y de Louis.
- Ese dibujo...- apunta uno que está en el techo, es uno que tengo en mi brazo derecho, de una mano con dos dedos cruzados-...está en tu brazo.
Toma mi brazo y ve el techo y luego el brazo.
- Varios de mis tatuajes estan en la pared, nena - le digo y empieza a buscar más en la pared, le será dificil.
- ¿Por qué está ahí en blanco?.
Al lado derecho de mi cama hay un gran pedazo en blanco, ahi no he pintado nada.
- Pienso pintar algo que signifique mucho para mi.
- ¿Y qué es?.
Se gira para verme.
Subo mis hombros y le digo:
- Estoy en busca de ello.
Y nuestras miradas chocan. Anne puede ser una chica dura y fría a veces, pero cuando la trato bien ella simplemente es abierta hacia mi y eso me gusta. Porque puedo hablar con ella de lo que sea, me gusta poder hablar con ella. Siempre había querido tener a una persona como ella conmigo, aunque ella solo sea mi amiga es muy importante para mi, y espero que para ella también lo sea. Lo que me ha dicho Louis y Harry acerca de que yo estoy enamorado de ella no sé si sean verdad, sin embargo ya no lo niego. Si llega a enterarse Anne de lo que siento por ella es capaz de irse de aquí y nunca volverme a ver. Así que mejor no me arriego a decirle nada.

Se ha puesto nerviosa, su respiración comienza a ser agitada cuando me acerco a ella y estoy a unos pocos milimetros de sus labios, ella no se mueve, no dice nada, solo me ve. No me puedo controlar contra lo que estoy haciendo, solo quiero tocarla y besarla una vez más. Sólo quiero sentirla de nuevo cerca de mi otra vez.
Acaricio su mejilla con mi mano y ella pone sus manos en mis hombros. Cierro los ojos cuando la estoy besando, por segunda vez. Cuando la besé por primera vez me había quedado con ganas de más. Nuestras lenguas jugaban, recorrían nuestras bocas.
Sentía como Anne me jalaba a ella mientras gemía en mi boca. Iba jalandome poco a poco hasta quedar encima de ella, acostados en la cama sin dejar de besarnos. Diablos, debo de parar pero algo me impide hacerlo, y son sus labios.
Pongo mis manos a cada lado de su cabeza para no dejar caer todo mi peso encima de ella. Muerdo su labio inferior y como si fuera poco ella gime y yo sonrío entre sus labios. Hace su cabeza hacia atras indicando que bese su cuello y lo hago, dejo humedos y cortos besos en su cuello, hasta llegar a sus hombros.
¿Por qué estamos haciendo esto?, no lo sé, pero no quiero parar.
Mi mano derecha se encontraba en su pierna, acariciando por debajo de su falda color verde pino.
Sin pensarlo quitó mi chaqueta y segundos despues quitó mi playera blanca, yo desabrochaba su blusa de botones blanca. Iba a la mitad cuando me doy cuenta de lo que estoy haciendo. Quito mis manos de su blusa y la veo a los ojos, está tan agitada como yo. Sacudo mi cabeza y me aparto de ella, me siento en la orilla de la cama y peino mi cabello, trato de calmarme y me pongo de pie. Cuando volteo a verla ella está abrochandose su blusa y acomodando su cabello largo en una trenza.
-Descansa.
Le digo, no me voltea a ver, solo asiente y salgo de mi cuarto.
¿Qué mierda fue todo eso?.

Él & Ella | Z.M. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora