Una Última Misión {Alex Summers}

Capítulo 5: Comencemos

/Sophie/

Día 2

Mi alarma sonó y me desperte un poco adolorida.
No estaba acostumbrada a correr tanto.
-Vamos a desayunar- dijo Bonnie eufórica junto a mi.
Me levanté con pesadez y me arreglé para bajar.
De camino al comedor Bruce se nos unió.
-Buenos días- dijo besando mi mejilla y a su hermana sólo le dio un empujón.
Cuando llegamos nos sentamos en una mesa y comenzamos a comer.
-Traigo una nueva lista de preguntas- dijo Alex aproximándose a mi pero se detuvo al ver a mis amigos.
-Hola Alex- fue lo único que dije.
El hizo un gesto con su cabeza y luego se alejó.
-Que chico tan raro- dijo Bruce.
-Que buen trasero- expresó Bonnie viéndolo alejarse.
Su hermano y yo la miramos divertidos.
-Bien, creo que tengo que ir con él- dije levantándome y buscándolo con la mirada.
Lo vi recostado en una de las mesas.
No sabía si estaba muerto o sólo durmiendo.
Me senté frente a él y de pronto se levantó.
-Me asustaste
-Y tu a mi- dijo con una cara de confusión que pronto se volvió en una sonrisa.
Se veía muy hermoso, lo admito.
Traía puesta la gorra de su sudadera y se veia muy feliz.
-¿Te sientes bien?- pregunté un poco asustada.
-De hecho no
Lo miré intentando descifrarlo.
Decidí dejarlo pasar.

En unas dos horas más nos encontrábamos sentados en un sillón de la gran sala.
Me había hecho al menos veinte preguntas sin sentido.
-¿Traes más preguntas?
-No, es todo por hoy
-¿Habrá más?
-¡Si!
-¿Y cuando comenzaremos con el estudio?- pregunté un poco molesta.
-Pronto- contestó divertido, se levantó y desapareció el resto del día.
Otro día perdido gracias a él.
Este chico comenzaba a sacarme de quicio.
Y apenas era el segundo día.
Necesitaba uno de los consejos de mi amiga.

/Alex/

Día 3

Me sentía de muy buen humor ésta mañana.
Baje a tomar el desayuno y vi a lo lejos a Sophie.
Intenté saludarla pero ella me ignoró.
¿Está molesta?
Tal vez.
No le tomé mucha importancia y me senté sólo.
-¿Alex, como te va con tu estudio?- preguntó Sean acercandose.
-Muy bien
Rodé los ojos.
-Eso espero amigo, me gustaría verte de nuevo con nosotros- dijo algo nostálgico.
-A mi también- le sonreí.
Intercambiamos un par de palabras más y se retiró.
Estaba esperando el momento en el que Sophie se acercara a mi, pero entonces vi como se iba con sus amigos.
Decidí ir tras ella sin que se diera cuenta.
Al llegar a las escaleras sus amigos tomaron un camino diferente.
Me acerqué a ella.
-¿Qué pasa?- pregunté tratando de sonar indiferente.
-Nada, sólo esperaré a que quieras estudiar, toma el tiempo que necesites- dijo indiferente y se dirigió a la biblioteca.
Lo sé porque la seguí.
Estaba confundido.
Fui a mi cuarto y tomé el primer cuaderno que vi.
De los que ella me había dado el otro día.
Baje a buscarla y cuando la encontré me senté junto a ella.
-Estoy listo- dije mostrándole el cuaderno.
-Bien, me alegra que hallas escogido álgebra para comenzar- comentó divertida.
-¿Qué?, ¡digo si!- creo que soné muy extraño.
Ella aún sonreía.
Tomó el cuaderno y lo abrió en la primera lección.
-Comencemos

Al final del día me dolía la cabeza por tantos números y cosas.
Al inicio solo peleábamos porque yo no entendía, después comprendí de lo que se trataba y todo resultó ligeramente más fácil.
Había aprendido algo pero creo que era suficiente por el resto de mi vida.
Volví a mi habitación y dormí en cuanto mi cabeza toco la almohada.