Una Última Misión {Alex Summers}

Capítulo 9: Besos

/Sophie/

Día 9

-¡¿Lo besaste?!- Bonnie expresó sorprendida.
-De hecho el me besó pero shhh
Ella soltó un grito de emoción.
-Te lo dije, te gusta
-No
La verdad si me atraía un poco pero no lo admitiría.
No aún.
Y se que no me creía, por algo era mi mejor amiga.
Cuando bajamos por las escaleras lo vi platicando con unos chicos.
El me miro y sonrió de lado.
Honestamente amaba aquella sonrisa arrogante que tenía.
Seguía platicando.
Entré al comedor con mi amiga y nos sentamos.
-Hola chicas- dijo Bruce llegando y sentándose a mi lado.
-Hola- contesté.
-¡Iugh!- exclamó su hermana.

Decidí omitir la historia para él así que platicamos de cosas sin sentido.
-Oye Sophie, ayer no te vi- dijo mi amigo mirandome serio.
-Lo sé, estuve muy ocupada- intenté restarle importancia.
Se encogió de hombros.
Continúe como si nada.
Sentí una mirada sobre mi.
Era Alex quien se encontraba sentado justo frente a nosotros.
-Tenía una sonrisa traviesa en su rostro.
-Eh.... tengo que irme- dije y comencé a levantarme lentamente.
Caminé hacia él y cuando llegue me senté a un lado.
-¿Listo para continuar?- pregunté divertida.
-No, me gustaría hacer algo antes
Tomó mi mano y me jaló hasta la parte trasera de la casa.
-¿Que hacemos aquí?- pregunté.
-Esto- dijo finalmente para jalarme hacia él y comenzar a besarme.
Sus labios me tomaron por sorpresa.
Se movían con desesperación y me mordía de vez en cuando.
Sus manos comenzaron a viajar hasta mis caderas, acercándome más a él, en cambio las mías pasaron directo a su cabeza para jugar con su cabello.
Era un buen momento.
Pero alguien se aclaró la garganta haciéndonos separar de golpe.
-No deberían estar aqui- dijo una chica rubia.
Era Raven.
Se veía divertida.
-Lo sé- dije avergonzada mientras intentaba regular un poco mi respiración agitada.
Él rodó los ojos.
Lo miré y después comencé a caminar de vuelta a la Mansión.
Alex venía justo detrás de mi.
-¡Y chicos!- gritó llamando nuestra atención.
Ambos volteamos.
-Si quieren hacerlo solo consiganse un cuarto- dijo sonriente y se fue.
No pude evitar sonrojarme.
Alex reía a mi lado.

Ambos subimos a su cuarto, pero cuando abrió la puerta me negué a entrar.
-¿No vas a pasar?- me miraba con una ceja levantada.
-No, yo te espero- dije y el entró en busca del material para que siguiera estudiando.
No entraría por ahora pues sabía lo que podía pasar ya que ambos veníamos un poco "inspirados".
Intenté calmar mis hormonas.
Vamos, sólo es Alex Summers.
Y ese era el problema, era sólo él.
Cuando logre calmarme vi que finalmente salía con sus cosas.
Ambos nos dirigimos a la biblioteca en silencio.
Al llegar abrí el siguiente cuaderno.
Física.
-¿Que tan bueno eres?- pregunté.
-Depende de en qué- una vez más esa sonrisa estaba ahí.
¡Dios mío!
Intenté ignorarlo.

Pasaron un par de horas, fueron difíciles para mi pues él no lograba aprender absolutamente nada.
-¡Vamos, es una relación básica entre la fuerza y la velocidad!- dije desesperada como por sexta vez.
Él negaba.
Intenté pensar con que relacionarlo.
¡Ya sé!
-¿Recuerdas ayer en el parque de diversiones?
-Que parte- su voz seductora salía al ataque.
-¡Concentrate!- lo reprendí divertida.
-Recuerdo está parte- dijo y está vez sus labios tocaron los míos con dulzura.
Jamás acabaría de entender a este hombre.
Cuando se separó bajo la mirada.
Alcancé a ver de reojo que alguien nos observaba.
Era Bruce.