Una Última Misión {Alex Summers}

Capítulo Extra

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/Sophie/

La noche fue larga, ninguno de los dos pudo dormir sabiendo que estábamos juntos.
Ya habían pasado muchos años desde la última vez que estuvimos juntos.
Me torturaba a mi misma pensar en lo que le pudo haber pasado a Alex en aquel supuesto Apocalipsis.
El tiempo que pasó fue demasiado, incluso perdí la noción.
Había tanto que contarnos, tanto de que hablar y tanto que hacer.
Quería disfrutar al máximo el tiempo con él.

Al inicio creí que sólo yo estaba despierta pero cuando me giré noté que me observaba con una sonrisa.
-¿Por qué no duermes?- le pregunté.
-No quiero hacerlo y despertar dándome cuenta que sólo fue un sueño- contestó. -Quiero saber que realmente estás aquí- acarició mi cabello.
Y tenía razón, por eso mismo yo no quería dormir, realmente esperaba que ésto no fuera una mala broma que mi mente sólo estaba gastándome.
-Aquí estoy Alex y no me iré de nuevo- dije intentando transmitir un poco de tranquilidad.
-Lo sé nena, ha pasado tanto tiempo, habia esperado mucho para finalmente volver a verte y tenerte cerca- me abrazo acercándome a él.
-Yo también esperé por ti- dije acomodándome.
Realmente no quería hablar de lo mucho que nos extrañábamos, solo quiero vivir el momento porque sé que de un segundo a otro todo podría cambiar.
Una enorme tranquilidad y paz comenzaron a apoderarse de mi y cuando menos lo esperé ya dormía en sus brazos.

Al despertar me alegro verlo en la misma posición que recuerdo.
Era tan agradable sentirme protegida al estar rodeada por él.
Aquella mañana pasamos un buen rato en la habitación y cuando finalmente  salimos, a todos les sorprendió un poco volver a vernos juntos ya que casi nadie sabía que los dos habíamos vuelto.
Los chicos estaba alegres de ello y le dieron la bienvenida a Alex porque no lo habían visto llegar.
Todo había vuelto a ser como antes.
Me alegraba demasiado volver a verlos a todos juntos.
Nada podía ser mejor, definitivamente iba a quedarme de nuevo.

.

Estaba nerviosa pues Alex me había invitado a cenar.
Toda la semana Peter y Bonnie habían estado molestándome con eso, decían que sería algo muy importante.
Estaba en mi habitación buscando que ponerme.
Kitty y Jean veían en mi armario. Storm quien para mi era nueva pero agradable, y Bonnie estaban peinándome y maquillándome.
Finalmente terminamos y justo a tiempo porque Alex ya estaba en la puerta esperando.
Llevaba un traje que lo hacía lucir hermoso.
Agradecí a las chica y me dispuse a salir.

Habíamos llegado a un elegante lugar.
Teníamos reservación así que no esperamos y pasamos de inmediato.
Alex se veía un poco nervioso.
-¿Aún pagan con la tarjeta de Charles?- bromee para tranquilizarlo un poco.
Soltó una risa.
-No nena, ya no, esto ahora sí es mío- respondió con una sonrisa.
El camarero llegó y los  dos ordenamos algo.
La espera fue entre una plática sin mucho sentido.
Había olvidado lo bromista que era aunque a pesar de todo se veía un cambio en él, era como más maduro.
La comida llegó y poco a poco fuimos terminándola, nos dedicamos miradas, sonrisas y contábamos algunas anécdotas que ambos recordábamos.
Cuando terminamos y él pagó, salimos a caminar un poco.

Era tan lindo ir por ahí agarrados de la mano, me hacía sentir especial.
De pronto se detuvo en algo como un parque, al frente había una especie de fuente.
Nos encargamos en el barandal que la separaba y miramos al frente.
-Mis sentimientos hacia ti no han cambiado- dijo rompiendo el silencio.
-Los míos tampoco- me giré a mirarlo.
-¿Sabes lo que eso significa para mi?- preguntó.
-Probablemente pero me gustaría oírlo.
Sonrió.
-Estoy muy seguro de querer pasar el resto de mi vida contigo- acarició mi rostro. -Me siento listo y espero que tu lo estés- finalizó.
Intenté disimular una sonrisa de felicidad.
Después de eso dio un paso atrás y sacó una cajita de la bolsa de su pantalón.
Esto era algo así como una propuesta.
Y sabía cuál sería la mejor respuesta para él.
Sí, definitivamente estoy lista.