Una Última Misión {Alex Summers}

Capítulo 24: Sopa

Maratón 3/5

/Sophie/

Día 21

Después del beso con Peter extrañamente nos volvimos muy unidos.
Era como mi mejor amigo.

Como siempre le había contado a Bonnie quien dijo que nos shippeaba.
Habia notado que justo ese día Alex se empeñaba en darme celos o algo así con aquella pobre chica que ahora llevaba a todas partes.

Esta vez la primera tarea que debía cumplir era limpiar el comedor.
Y justo después de la hora de la comida así que era un desastre, parecía que habían hecho una guerra o algo asi.
Ahora estaban Jean y Scott para ayudarme pero fue un poco incómodo ya que sólo se decían su apodos cariñosos, se sonreían y siempre se basaban frente a mi.
Fingí que no los veia pero incluso parecía que lo hacían a propósito.
Cuando casi terminamos apareció Peter en la puerta.
-¿Como te fue con los baños?- preguntó Scott para molestarlo.
Él sólo nos mostró sus manos y corrió con cada uno de nosotros para embarrar sus manos en nuestras caras.
Debido a su rapidez lo hizo en cinco segundos y ni tiempo de oponernos nos dió.
-¡Que asco!- Jean fue la primera en quejarse.
Peter sólo reía.
-Es broma, le pagué a un gordito para su lo hiciera por mi- dijo recargándose en mi hombro.
Esta vez todos reíamos.
Pobre chico.
Terminamos con nuestra tarea y fuimos a descansar a la sala.
Ahí no había nadie así que todos nos recostamos en los sillones.
Pasamos una media hora muy aburrida hasta que Kurt llegó con la magnífica idea de salir a caminar.

Paseábamos por el jardín, algunos chicos hacían sus actividades al aire libre.
Scott traía un frisbee en sus manos así que con eso nos habíamos entretenido un rato, almenos antes de volver a las tareas.
Yo estaba ya cansada así que me senté bajo la sombra de un gran árbol, poco a poco los demás me imitaron.
El clima era perfecto.
Pero pronto tendríamos que volver a los deberes.

Escuchamos una fuerte risa que nos hizo voltear a todos.
Era Alex y esa chica.
Ambos literalmente se estaban comiendo vivos.
Sentados no muy lejos de nosotros para que pudiéramos verlos.
Por instinto todos me miraron.
Me sentí algo incómoda.
-Será mejor que volvamos al trabajo- dijo Peter levantándose y ayudándome a mi.
Me había salvado de un mal momento.
Nosotros dos fuimos los primeros en volver adentro.

Tuve que hacer un par de cosas más.
En la noche Charles nos había llamado.
Dijo que tendríamos que servir la cena.
Eso básicamente era humillación en público.
Los cinco fuimos a la cocina y nos indicaron que teníamos que ponernos unas horribles batas y ridículas redes.
Peter se veía gracioso con su red en su cabello plateado.
Jean estaba avergonzada.
A mi me daba ya igual.
Teníamos que estar parados frente a la barra sirviendo lo que los chicos pidieran.
Todo estaba tranquilo hasta que aparecieron una vez más Alex y la chica.
Ambos estaban juntos en la fila, besándose y él agarraba sus senos o trasero descaradamente frente a mi.
La chica me miraba triunfante.
Yo tenía que servir una especie de pasta o sopa extraña.
-¿Quieren?- pregunte malhumorada.
Ambos me miraron pero me ignoraron por completo.
Volví a pregunta una vez más.
Alex había dicho que sí quería y cuando le serví un poco pidió más, le volví a servir y volvió a pedir más y más.
De pronto él se giró para ver a la chica y comenzaron a devorarse frente a mi una vez más.
Eso de alguna forma me enfureció así que tomé el maldito cucharón con sopa y le arroje a la cara de Alex causando que se separaran y él me mirará enojado.
-¿Aún quieres más?- pregunté con una inocente sonrisa.
La chica había empezado a gritarme así su volví a cargar el cucharón pero esta vez lo puse justo en su brasier.
Ella grito y casi lloraba del berrinche.
Ambos se fueron muy enfadados de ahí.