Tras cometer un error en alguna misión con los X-men le prohíben volver por un tiempo causando que su actitud cambie, se vuelve frío y comienza a aislarse.
Charles Xavier cree que debe cambiar y le asigna un tutor con el pretexto de que sus notas es...
Había dormido tan bien que había olvidado que me encontraba desnuda junto a Alex. Aunque no quería levantarme mis ganas de ir al baño eran mayores. Tomé lo que estaba más cercano a mi y me lo puse. Era su playera que por obvias razones me quedaba grande. Entré rápidamente a hacer mis necesidades y antes de salir me vi al espejo. Mi cara era un desastre así que decidí lavarla para verme un poco mejor. Al salir vi que él ya estaba despertando. Me quedé ahí parada viéndolo. Primero se levantó y miro a su alrededor confundido aunque cuando me vió se volvió a acomodar en su lugar y con un movimiento de mano me indicó que volviera a su lado.
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A pesar de que se veia encantador me negué. -No Alex, mejor vallamos a desayunar con los chicos- dije buscando mi ropa por todo el lugar. Él soltó un suspiro, se veía que le dolía la cabeza y le costaba un poco de trabajo moverse. Sorprendentemente a mi no me sólo nada ni me sentía mal, al contrario están muy feliz. Alex hizo a un lado las sábanas y se levantó completamente desnudo. Dios.
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Intenté no mirarlo pero fue casi imposible. Él tenía una sonrisa en su rostro. -Me gusta como y vez con mi playera- expresó poniendo de sus calzoncillos está vez. Había olvidado que la traía puesta y que era lo único que usaba en el momento Evité pensar en ello para no sonrojarme y hacerlo notar. Tomé lo necesario y entre a darme una rápida y corta ducha. Me cambie y salí. Alex aún estaba acostado, sólo que está vez no lo tapaba ni la sábana y podía ver su hermoso trasero. Cuando me vió se levantó y entró al baño por la misma razón que yo lo había hecho.
Una hora más tarde nos encontrábamos todos desayunando en un restaurante del mismo hotel. Charlábamos animadamente a excepción de Peter quien dormía encima de sus panqueques. -¿Que tal la noche?-preguntó Alex molestando a su hermano. -Normal, ya sabes- el chico se veía nervioso. -¿Que tal la tuya?- ahora tenía una ceja levantada y una sonrisa. -Excelente, mucha acción ya sabes- contestó y en ese instante me abrazó. Definitivamente me había sonrojado por aquello. -¡LO SABÍA!- dijo Peter levantándose repentinamente y apuntándonos con el dedo. -¿Que no estabas dormido? El chico asintió y volvió a recostarse. Sin duda todos estaban locos.
