JAMES (sin editar)

VIII

No he pegado el ojo al menos cinco minutos, son por eso de las cuatro de la mañana y apenas sentí que se durmió me gire con cuidado. Llevo muchos minutos observando su rostro, la luz del baño da lo suficiente para que pueda ver cada músculo de su rostro relajado y como sus rosados labios están entreabiertos. ¿Por qué se fijo en mi? O más bien ¿Qué me vio?No tengo nada especial, cabello común y ojos comunes, nada especial, en cambio él... 

Sus ojos me recuerdan a los de un tigre, sus cejas son un poco, solo un poco, pobladas, sus labios delgados y rosados, sus pestañas no son tan largas...de un tamaño normal, su nariz respingada me da envidia y su mandíbula no es cuadrada. James tiene el rostro perfecto para ser el modelo de una revista muy importante, sin duda, pero me encanta todo de él. Su cuerpo ésta muy bien cuidado, musculoso y solo tiene la cicatriz de la quemadura. Presiento que fue en el accidente del incendio...

Suspiro y lo sigo observando hasta que su rostro relajado desaparece. Sus labios se frunce, también su entrecejo, murmura algo demasiado bajo que no logro escuchar aun con tanto silencio y sus párpados se cierran con fuerza, pero no es lo único que hace. La mano que esta en mi espalda me araña y resisto las ganas de soltar un grito, dolió. Sus ojos se abren de golpe y algo en mi interior se remueve al ver el miedo y la desorientación en sus ojos. Dios ¿esa fue una pesadilla? Sin darle mucho tiempo de reaccionar me subo sobre su cadera y tiro de sus hombros hasta hacer que se siente y lo rodeo con mis brazos.

-Mabell... -susurra mi nombre de forma estrangulada y hundo la cara en su cuello.

Trago saliva y me pego más a él cuando sus brazos me aprietan contra su pecho. Estamos desnudos y no me importa en lo más mínimo. Quisiera preguntar sobre su pesadilla, pero mi mente me lanza el recordatorio de que su infancia no fue de lo mejor con la pérdida de su familia y solo me dedico a plantar un beso en su cuello, no de forma sexual, y a abrazarlo de la manera en la que le pueda transmitir que no esta solo.

Perdí esta guerra, me estoy enamorando de James en tan poco tiempo.

Cuando me alejo de él su mano se posa sobre mi mejilla y me mira a los ojos mientras pasa su pulgar por mi pómulo. No digo ni mu, guardo silencio y solo dejo que me toque. Su mirada sigue un poco desorientada, pero ya no hay miedo y poco a poco sus dedos bajan hasta mis labios. James entreabre sus labios y por inercia también lo hago yo. Su pulgar se desliza por mis labios y lo capturo con la boca, succiono su pulgar y James jadea de forma sonora, mordisqueo su dedo y lo sigo succionando. Él murmura mi nombre de forma ronca y me remuevo sobre su entrepierna No me gusta la mirada de desorientación y miedo de antes, no es el James que conozco hasta ahora, la mirada que tiene ahora es la provoca que mi piel arda y mis labios cosquillen apenas me roza con los suyos. James gruñe cuando saco su pulgar de mi boca, pero sigue quieto aún cuando tomo su mano, beso el dorso de está misma, los nudillos y vuelvo a meterme su pulgar a la boca, pero esta vez utilizo la lengua.

-No sigas haciendo eso...-dice con voz ronca y sonrío para mis adentros.

Se que no quiere que me detenga.

Tomo su muñeca con ambas manos y succiono con más fuerza, sus dedos se clavan en mi nalga derecha. Si tengo que hacer este tipo de cosas (no me molesta en lo más mínimo) para hacer que el rastro de la pesadilla desaparezca lo haré. James refunfuña algo entre dientes y saca su dedo de forma rápida, antes de que pueda quejarme me besa y coloco sus manos en donde siempre las tiene puestas, sobre mi trasero. James lo estruja, masajea y me da leves azotes mientras me besa de forma lenta, sensual. Dejo mis manos divagar por sus hombros, pectorales y abdomen. Sé que ya esta excitado por su entrepierna que roza mi sexo y jadeo mientras me restriego contra él. No usamos protección desde quien sabe cuando, antes de que Renee saliera del hospital fui al ginecólogo y desde entonces utilizo otro método, me siento un poco más libre con este.