La Cuarta. [Diabolik Lovers].

IX.

—Shu...
El pelinegro llamó a su hermano, observándolo colérico y confundido.

El rubio volteo a verle con pereza, sabiendo de antemano la razón por la que su hermano menor estaba molesto.

La pelinegra por su parte, estaba levemente sonrojada, se sentía avergonzada por la escena que su maduro novio estaba liderando desde tan temprano en la mañana.

—¿Exactamente, qué crees que estas haciendo?.
Cuestiono molesto, aun sabiendo exactamente lo que veía.

Shu estaba en el lugar de Akane, con ella sentada sobre él.

—¿No es obvio?, estoy cuidando meticulosamente lo que es mio.
Explicó sarcástico, esbozando una altanera sonrisa.

Akane tapó su extremadamente sonrojado rostro con ambas manos sintiéndose avergonzada al escuchar lo que el rubio decía.

—L-lo siento Reiji, sera solo por hoy, por favor.

Hablo nerviosa, intentando convencer al pelinegro, ya que el rubio la había obligado justamente a hacerlo.

Todos los chicos a excepción del rubio estaban molestos, puesto que todos sabían perfectamente, que Akane había elegido a su hermano mayor, sobre ellos.

»La noche anterior.

—¿Q-qué estas haciendo, Sh-Shu?.
Cuestionó entrecortada la pelinegra, entre los incontables besos del rubio.

—Mm, pues, marcando mi territorio.
Argumentó como si fuera de lo más normal el hecho de estar dejando marcas en la piel de ella.

—Además, es natural para mi hacerlo, después de todo hay más "machos" en esta casa, debo marcarte como mía.

—P-pero, esto es-esto es demasiado— siguió quejándose al sentir como el rubio succionaba su piel, dejándole una extraña sensación.

«A pesar de nunca haber tenido ninguna relación antes, ¿cómo puede el saber hacer este tipo de cosas?»
Pensó sintiéndose completamente fuera de si.

—¿Mm?, ¿no te gusta?— preguntó sonriendo burlón, Akane negó con su cabeza, avergonzada. —que mentirosa, puedo olerlo en tu sangre.

Akane fruncio el seño.

—Tu sabes, no puedo evitarlo— argumentó molesta, empujando la cabeza del rubio, mientras este intentaba hacer una marca en su pecho. —¡D-debe haber otra forma!.
Exclamo comenzando a sentirse extraña.

—Vale ya— desistió el rubio, aprisionando las manos de Akane contra la cama. —hay otra forma, pero estoy seguro que habrías preferido esta.
Sonrió burlón.»

Akane se sintió estúpida y humillada al recordar la noche anterior, de haber sabido que tendría que estar en tan vergonzosa situación, definitivamente habría preferido estar llena de marcas inapropiadas.

Reiji suspiró sabiendo que ella no tenia otra opción.

—Es una lástima— murmuro, llamando la atención de todos. —no podre darte un castigo por esta inapropiada acción.

El comedor quedo en silencio por largos segundos, hasta que Subaru golpeo la mesa furioso y salió ruidosamente del comedor.

—Bueno, sera mejor que comamos— Reiji acomodo su servilleta. —antes de que se enfríe.

(...)

—Joder.
Murmuro Akane molesta, llamando la atención del rubio que descansaba recostado en sus piernas.