Una vida no tan normal

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Reclutados todos en la sala de reuniones, esperando silenciosamente a que Mohamed dijera algo, pues la derrota que habían pasado no era algo que debieran tomar a la ligera. Aprire estaba un paso más cerca de completar su plan.

Si tan solo alguien supiera qué es lo que Aprire quería lograr.

-¿Es todo?- preguntó Mynna, la fantasma consejera de Mohamed -¿Simplemente nos rendiremos?

-¡Claro que no!- gritó Mohamed, furioso.

Él estaba furioso consigo mismo porque no había logrado vencer a Aprire, no logró predecir su plan y no logró impedir que ella dominara la dimensión de sombras.

Ahora cincos de las quince dimensiones estaban a los pies de aquella malvada ángel. ¿Qué estaba buscando exactamente? No lo sabían aún, pero debían encontrar la forma de detenerla muy pronto.

-Admítanlo, estamos acabados- dijo Marcie con una gran sonrisa en el rostro. Aún vencida, muestra su orgullo. Tenía un rasguño que le cruzaba el ojo, pero que era escondido gracias a la serpiente en su cabeza.

-Gracias por tu optimismo- rio sarcásticamente Caro.

Entre las dos, intentaban animar un poco aquel ambiente en el que estaban, pues no deseaban seguir afligiéndose con situaciones tan simples. Sí, era cierto que Aprire había vencido una batalla, pero la guerra continuaba, y lo que ellas querían es hacerles entender a todos que aún tenían oportunidad.

Ignorando los comentarios de esas dos chicas, Eliana decidió retomar el tema de hace un momento.

-No podemos hacer mucho si no conocemos cuál será el siguiente movimiento de Aprire- dijo la chica de fuego -¿Abril, segura que no sabes nada?

Ella solo negó, con la mirada baja.

-Si pudiera hacer más...- dijo Abril –Pero yo...

-No te esfuerces mucho- pidió Michael, quien estaba decidido a proteger a Abril, sobre todo después de notar esa inusual mirada que Aprire le dio a Abril.

-Primero lo primero- pide Brice -¿Qué es lo que sabemos?

-Que cinco dimensiones están del lado de Aprire y que ella busca algo en particular de esas dimensiones, ¡solo eso!- respondió Marcie –Si no sabemos nada más, nos será imposible siquiera alcanzarla, estamos jugando su juego, debemos conocer primero sus reglas

-Estamos hablando de Aprire, ella no tiene reglas- intervino el chico natural.

-Las tiene- interrumpió Abril.

Las miradas fueron a parar directamente a ella, quien con su mirada mostraba la culpabilidad que sentía, y suspirando con pesadez, ella se levantó y salió del lugar.

-Alguien vaya por ella- pidió Mohamed, recargando su frente sobre su mano.

Sin dudarlo, Michael se levantó y fue detrás de Abril.

No tardó en encontrarla, ella se había quedado en el pasillo, abrazándose a sí misma, recargada en la pared, mirando las luces parpadeantes sobre su cabeza.

-Abril- la llamó Michael –Regresa, todo está bien

-No, nada está bien- respondió ella, mirando a su amigo y mostrando una falsa sonrisa, con su triste mirada aguantando las lágrimas.

-¿Ocurre algo?

Él se acercó a ella hasta poder tocarla, con su mano sobre el hombro de su amiga. Quería reconfortarla, ayudarla de alguna manera.

El génesis de Aprire [Las crónicas de Abril #5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora