El génesis de Aprire [Las crónicas de Abril #5]

Paranoia

(Abril, dimensión humana)

Incluso con su vida normal, Abril tenía sus secretos. Esta vez, una pequeña cabaña en medio del bosque, escondida de cualquier explorador, protegida por lobos que rondaban los alrededores.

-¿Qué es este lugar?- preguntó Marcie.

-Un antiguo refugio- responde Abril, limpiando el polvo de un solo chasquido –Anastasia tenía miedo de que mi segunda naturaleza saliera a la luz y construyó este lugar para protegernos a ambas

-No entiendo cómo este lugar podría protegerlas- comenta Dieter mirando por la ventana, no parecía un sitio seguro.

Mientras daba una explicación, Abril abría y cerraba gabinetes, buscando recipientes y algunos ingredientes. Las hojas que había tomado le habían ayudado a recuperarse, pero aún no poseía magia suficiente para hacer uso de sus dones.

-Por alguna razón los lobos no se acercan a mí, así que al menos estaríamos protegidas de los humanos... - dijo Abril -...Aprire apareció múltiples veces en mi infancia, pero Anastasia se las arreglaba para mantenerla dormida... por decirlo de algún modo

-¿El bosque?- pregunta Michael.

-A Aprire no le gusta el silencio, la hace perderse en sus pensamientos

Abril revolvió todos los ingredientes, intentando limitar el uso de su magia. Mientras tanto, sus tres amigos inspeccionaban la cabaña. Una recámara, un baño, una sala común. Abril se levantó y miró por la ventana, a veces la luna le ofrecía el consuelo o la inspiración que necesitaba, pero en esta ocasión no fue así, estaba preocupada por Aprire, y ni el resplandor de la luna podía consolarla.

-Tu cabaña no me agrada, Abril- dice Marcie, acariciando la áspera piel de su serpiente.

-Descuida, no nos quedaremos mucho tiempo- responde Abril, y lanza su poción al suelo.

Esta explota y causa un gran estruendo, un pequeño humo color azul comienza a emerger del líquido, y se va juntando mientras danza en extrañas espirales.

-¡Qué haces?- pregunta Dieter.

-Investigo- susurra Abril.

La humana se acerca a la bruma que se ha generado, logra ver una silueta del otro lado, se ven la una a la otra.

-¡Abril!- exclama Blizzard mientras abraza a la niña –Qué alegría verte

-Lo mismo digo, Blizzard

-No lo entiendo... todos dicen que has muerto

-No, pero casi- Abril se separa un par de pasos de la chica de hielo –Blizzard, dime, ¿has visto a Aprire últimamente?

Blizzard niega con la cabeza.

-Desde que realizó su conjuro, pocos la han visto... ¿sucede algo?

-No lo sé... hazme un favor, intenta hablar con ella, luego búscame

-¿Por qué?

-Solo hazlo, quiero comprobar algo

-Está bien

Unas voces se escuchan fuera de la cabaña: Mohamed los había encontrado. Él entró, con Idaira detrás de él.

-¿Qué haces con él?- preguntó Blizzard a Abril. Era extraño que una de las aliadas más cercanas a Aprire estuviera con el enemigo.

-Jugando a la casita de muñecas- respondió con sarcasmo Abril -¿Harás lo que te pido?

-Claro que sí