Vigilar

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(Caro, dimensión humana)

Nada más reconfortante que dar un paseo por los maravillosos bosques de la dimensión humana. A veces tenebrosos, otras mágicos. No importaba cuántas veces visitara esos lugares, siempre encontraba algo nuevo que hacer.

Es por eso que cuando vio al equipo de Mohamed deambular por la dimensión humana, no dudó en esconderse ahí.

No sabía qué hacían en un sitio tan simple como el mundo humano, pero seguramente su presencia no significaba nada bueno.

-¿Buscas algo?- pregunta una voz desde las alturas.

Caro levanta la mirada, justo encima de su cabeza, recostada en una larga y gruesa rama, Marcie la miraba con una sonrisa divertida.

-Marcie, gusto en verte- saluda Caro, sintiendo un poco de alivio.

-No pareces muy feliz- comenta Marcie, bajando del árbol de un solo salto -¿Ocurre algo?

-Me encontré a Mohamed y su equipo... así que decidí esconderme aquí antes de que me vieran

-¿Mohamed? ¿Qué estará haciendo en un lugar como este?

-Buscando a Aprire...

Marcie se comienza a atacar de la risa, tomando con fuerza su estómago y tratando de no caer al suelo, sus alas también revolotean a su alrededor.

-¿Qué te parece tan divertido?- pregunta Caro, intentando que no se le contagiara la risa de su compañera.

-Que Aprire no está aquí- responde Marcie mientras se calmaba –Si Aprire estuviera aquí, también el resto de su séquito... lo que significaría que Dana estaría siempre junto a mí

-¿Dana? Ah, te refieres a Anitín- comenta Caro –De acuerdo, es un punto para ti, pero entonces no podemos explicar qué hacen aquí

-Sea lo que sea, tenemos que averiguarlo, no permitiré que arruinen mi paz en este lugar

-Este es el único lugar donde puedo pasar inadvertida...- reflexionó Caro mostrando un brillo ámbar en sus ojos –Avísame si necesitas ayuda, sabes que puedo matar por mantener mi paz

-Igual que yo, amiga

Sin más, Marcie extendió sus alas y voló tan alto como pudo, dirigiéndose a un nuevo destino.

***

(Umbra, dimensión de sombras)

En el momento en que el ejército de Aprire tomó la principal edificación de la dimensión de sombras, todos los habitantes de dicha dimensión se vieron obligarlos a apoyarla. Tal y como la torre de control en la dimensión de robots, sin embargo, esta torre controlaba más que la vida de toda la dimensión, controlaba su estructura, su estabilidad, su existencia.

Si ahora era propiedad de Aprire, eso significaba que Mohamed lucharía contra toda la dimensión, incluyendo a Umbra.

Aprire aprovechó la situación y lo puso a él a cargo del equipo militar, ahora Umbra debía protegerla, lo cual les era una ventaja, pues él conocía las habilidades del enemigo, podía combatir fácilmente.

-¡Hey, Umbra!- alguien le llamó.

Segundos después sintió una mano en su hombro.

-¿Qué ocurre?- pregunta Umbra.

Es aquel joven otra vez, lo vio por primera vez el día en que Aprire tomó la dimensión, desde entonces, Umbra se ha encargado de entrenarlo para que sea parte del ejército. Realmente es bueno en combate, sobre todo cuando maneja la espada, siempre moviéndose velozmente y con mucha precisión. Casi era imposible imaginar que él hubiera sido vencido en los juegos.

El génesis de Aprire [Las crónicas de Abril #5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora