2

330 19 2
                                    

..-(tn*), cielo mío, ¿tu sabes lo que es una Dama de Compañía?...

Me quedé estática por un momento intentando asimilar la pregunta que me había hecho Pierina, ella por el contrario solo se limita a tomar pequeños sorbos de su café mientras me observaba sonriendo, estaba dejándome asimilar la pregunta que me había formulado, pero yo, seguía sin decir palabra, mi

cerebro estaba lleno de dudas, preguntas, mi mirada iba de Sami a Pierina intentando descifrar en sus rostros cualquier indicio de que esto fuese una broma, pero no encontré nada, la verdad me golpeó con fuerza cuando me di cuenta del lugar donde nos encontrábamos y del trabajo que me estaban proponiendo...

-¿Una Dama de Compañía?-, pregunté mientras miraba fijamente a Pierina, -pues para mi es una prostituta-, dije de manera fría y cortante, me sentía molesta y engañada, sobre todo por mi amiga que me había traído hasta aquí ofreciéndome a la madame como si fuese un trozo de carne, estaba necesitada de dinero pero tenía dignidad, pensé para mi misma mientras miraba a Sami reflejando en mi rostro todo el resquemor que sentía...

-(tn*) amiga no te pongas a la defensiva, estás sacando conclusiones equivocadas, nadie te está obligando a nada, deja que mami te explique en que consiste el trabajo y después eres libre de decidir lo que consideres oportuno-, me dijo Sami casi suplicándome mientras tomaba mis manos entre las suyas...

-Muy bien, las escucho-, respondí aún enfadada mientras mi mirada volvía a Pierina esperando su explicación...

-Mira (tn*)-, empezó hablando Pierina mientras se encendía un cigarro recostándose sobre la silla...

-Normalmente cuando se habla de Dama de Compañía la gente tiende a pensar en una prostituta y, déjame decirte que nada está mas lejos de la realidad que esa idea, mis niñas no son prostitutas, a mi me gusta pensar en ellas como espléndidas y maravillosas Geishas, ¿sabes lo que son las Geishas?-, preguntó Pierina mirándome mientras daba una calada a su cigarrillo...

-Si lo se, he leído sobre ello alguna que otra vez, son mujeres que cultivaban el arte, eran instruidas, elegantes, inteligentes y servían para acompañar a los hombres y hacerles disfrutar de un rato agradable, o bien con su conversación, o bien tocando algún instrumento de música, o simplemente sirviendo el té mediante una sofisticada y maravillosa ceremonia-, respondí sin dejar de mirar a Pierina que sonreía al darse cuenta de mis amplios conocimientos sobre el mundo de las Geishas...

-Pero, ¿qué tiene que ver eso con una Dama de Compañía?-, pregunté sin dejar de mirar a Pierina ya que aún no encontraba el parecido...

-Pues muy sencillo niña mía, mis Damas de Compañía son como Geishas-, me respondió Pierina mientras apagaba su cigarro poniéndose en pie pidiéndome que la acompañase, Sami también se unió a nuestro paseo...

-Mira (tn*) mis niñas son todas mujeres maravillosas, no solo porque son guapas sino porque están cultivadas interiormente, mis niñas son inteligentes, mujeres seguras de si mismas, hermosas por fuera y también por dentro, nuestros clientes son hombres de negocios con un nivel adquisitivo muy alto, hombres que se codean con lo mas selecto de la sociedad, acuden a cenas de gala, eventos de renombre, y necesitan estar acompañados de una mujer que les de seguridad en si mismos además de guapa, una Dama de Compañía tiene que ser capaz de mantener una conversación que abarque cualquier tema, tiene que saber escuchar y sobre todo tiene que tener la suficiente elegancia y presencia para no desentonar en ningún sitio-, me explicó Pierina mientras paseábamos por el hermoso jardín de su casa...

-Y después de acompañarles, ¿se acuestan con ellos, todo ese compromiso también implica sexo?-, pregunté incrédula pensando que todo lo que me había contado Pierina tenía que tener su lado negativo y poco glamuroso...

Trying Your Luck | Guy BerrymanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora