Trying Your Luck | Guy Berryman

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Capitulo 12.- PARIS (II PARTE)

(tn*) POV.-

Estaba ansiosa por llegar a París, mientras Pierina buscaba vestidos adecuados para la recepción del viernes por la noche yo solo pensaba en Guy y en la ciudad del amor, la conjugación perfecta, el hombre perfecto y la ciudad perfecta esperaba estar a la altura de las circunstancias...

- cielo no estas haciéndome ni caso ¿en que estás pensando?-, me preguntó Pierina dejando los vestidos sobre la silla para después sentarse a mi lado sonriendo...

-Perdona mami es que ando un poco nerviosa eso es todo, es la primera vez que voy a ir a París y estoy ansiosa-, le respondí mirándola fijamente a los ojos sin dejar de sonreír mientras mami sujetaba mis manos entre las suyas...

-¿No tendrá nada que ver cierto caballero, muy guapo por cierto, que está loco por ti?-, me preguntó Pierina ampliando sus sonrisa, ella me conocía perfectamente y yo no podía ocultarle nada...

-Quizás, tengo miedo mami, miedo a enfrentar mis sentimientos, miedo a quebrantar mis propias reglas, a rebasar los límites que yo misma me impuse cuando acepté este empleo, en definitiva tengo miedo a enamorarme-, le intenté explicar a Pierina como se sentía mi corazón ante lo que estaba pasando en ese momento en mi vida, por un lado era muy feliz porque lo que sentía era nuevo para mi y maravilloso pero por otro lado me daba terror no saber manejar la situación e ir demasiado deprisa estropeando todo al final...

-Escucha a tu corazón hija, disfruta cada uno de los momentos que la vida te brinde porque en este mundo estamos de paso y siempre será mejor hacerlo que no quedarnos con las ganas por no haberlo hecho-, me aconsejó Pierina mientras me abrazaba...

Al día siguiente y después de pasar una noche en vela y además sola porque Sami estaba con su novio, por fin me encontraba en el avión rumbo a París, intenté cerrar los ojos y dormir un par de veces pero era del todo imposible, mi estómago parecía una montaña rusa de sensaciones, de vez en cuando temblaba sin control y no tenía nada que ver el aire acondicionado del avión, solo pensaba en Guy, en el fin de semana que pasaríamos juntos, no tenía pensado dejarme llevar por mis sentimientos porque considero que aún es pronto para eso no quiero que él piense que soy una cualquiera que se acuesta en seguida con su cita además de que yo nunca he estado con un hombre en la intimidad y la primera vez tenía que ser especial...

Deseaba conocer todo acerca de Guy, sus gustos, sus aficiones, su familia, incluso la razón de esa tristeza que de vez en cuando nublaba sus vista, había algo de su vida pasada que le inquietaba y yo quería que él confiase en mi lo suficiente para contármelo, así es como pienso yo que se puede ir labrando una buena relación y así es como tenía pensado hacerlo, sería una manera de saber si Guy me respetaba y me quería hasta el punto de conocerme o si por el contrario buscaba compañía para de vez en cuando porque si era así, volvería con Keshia...

Ese era otro tema que necesitaba meditar, Guy quería que fuese su Dama de Compañía en exclusiva, por un lado la idea me gustaba porque eso me dejaba mas tiempo libre para dedicarle a mis estudios y así no tendría que aguantar hombres del estilo de David tan arrogante, pero por otro lado, si yo aceptaba, estaba aceptando algo mas que un compromiso entre Dama y cliente, le estaba aceptando solo a él, aceptando que me tuviese como si fuese suya, de su propiedad, porque no quería compartirme con nadie y ese sentimiento superaba ya lo meramente profesional para pasar al terreno afectivo y del corazón...

En esos pensamientos y dudas estaba sumida cuando la azafata se acercó pidiéndome que me abrochase el cinturón de seguridad porque en breves minutos aterrizaríamos en el aeropuerto Charles de Gaulle de París, por supuesto yo viajaba en primera clase con todas las comodidades y lujos gentileza de Guy Berryman, hay que reconocer que este hombre sabe como tratar a una mujer aunque con dinero todos saben, yo quería conocer de que "material" estaba hecho su corazón y su alma porque ahí si que no tiene nada que ver el dinero...