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(tn*): ¡Claro dime!- dije muy entusiasmada, pues yo suponía que era lo que me iba a pedir.
Guy: ¡Bien! Quiero... Quiero terminar esta relación contigo. Siento que ya no puedo más. Creo que he dado mucho de mí, y ahora más que nunca necesito estar solo, tengo que meditar muchas cosas, reorganizar mi vida, no puedo estar contigo mientras mi vida personal es un desastre. Déjame tenerte como amiga y cuando yo sienta que me he podido adecuar a mi nueva vida te diré para volver a estar contigo. ¿Qué dices?...
Cuando pronunció esas palabras, no podía creerlo, quería llorar, como es posible que la persona que tanto quería se estaba yendo, me estaba muriendo por dentro pero aceptaría la petición que Guy me estaba proponiendo, para que viera que puedo vivir y divertirme sin él. Además en cierto modo tenía razón, pues lo que acababa de enterarse sobre su accidente ha debido de ser duro y si yo realmente lo quería, tendría que esperarlo y eso es lo que haría.
(tn*): Sabes, me duele mucho que me digas esto, pero si tú crees que es la mejor opción, y que será un bien; estoy de acuerdo yo esperaré hasta que tú creas que no tengas conflictos contigo mismo y te adecúes a tu nueva vida ¿ya?- al final de la frase mi voz se quebró y me empezaron a salir lágrimas descontroladamente, aunque esta desición lo había tomado de corazón no podía evitar tenerle cierto rencor a Guy así que en ese memento lo único que se me ocurrió fue echarlo de la casa...- Bueno creo que tienes que ir ¿cierto?. Es mejor que te vayas por favor.
Guy: Ehh, gracias por comprenderme (tn*), pero quiero que sepas que aun te quiero como siempre lo he echo desde el primer momento en que te ví, no quiero que lo tomes a malas, eres lo más importante para mí, por eso déjame arreglar mis cosas para luego poder disfrutar la vida contigo...
(tn*): Seguro que sí Guy- lo miré seria y traté de sonar lo más sarcástica posible...- Ahora si me disculpas, tengo cosas que hacer, chao.- Lo jalé del brazo para que saliera de la casa, y cuando puse mi mano sobre su piel, todavía podía sentir esas descargas eléctricas, como la primera vez y eso me partía el alma porque sabía que iba a sufrir mucho, pero quería ser fuerte en aquel momento.
Guy: ¡Oye, oye cálmate! No me tomes cólera, te quiero mucho, y no quiero que tengas sentimientos malos contra mí. Déjame ser por este tiempo tú amigo ¿te parece?
(tn*): Lo que tú digas Rupert, me da igual, ahora vete de mi casa, porfavor.
Guy: ¿Y no te despedirás de mi? Al menos dame un último beso...
(tn*): ¡Que no! ¡Ahora, sueltame!- Trataba de safarme de él, con mucha tosquedad, pero no lo lograba, Guy era mucho más fuerte que yo; entonces me agarró de los brazos y me acorraló contra la pared y fue ahí donde me empujó hacia él y pude sentir por última vez sus labios contra los míos, no podía sentirme más triste y por un momento pude experimentar como una lágrima de Guy tocó mi rostro mientras lo besaba y eso me hizo sentir aún mas fatal de lo que ya estaba...
Guy cortó el beso, me miró y dijo:
Guy: Ahora, sí me voy. Chao (tn*), cuídate mucho. No perderemos comunicación, creeme, esté dónde esté, siempre siempre te voy amar...
Me miró por última vez y cerró la puerta con un sonido que me ensordeció por completo.... ¿Ahora que podía hacer?...¿Llorar? Bueno sí, es la única cosa que se me ocurre. Estuve derramando lágrimas como unas 3 o 4 horas hasta que me di cuenta que ya no valía la pena seguir llorando, así que me bañé y decidí prepararme una cena ligera, ya que no tenía mucha hambre. Y es que por más que trataba de deshacerme de los recuerdos de hace un rato con Guy no podía, no lo conseguía y eso me desesperaba. Trataba de meditar, pensar y llegué a la conclusión que lo mejor era no tener reconres, pues habíamos quedado como amigos y que cuando él estuviera bien, retomaríamos la relación, así que no tendría de que preocuparme, o eso creo...
Me quedé dormida hasta el día siguiente en el mueble y me dí cuenta que la casa estaba un desastre así que traté de arreglarla y hacer una limpieza profunda. Cuando miré el reloj, marcaban la hora exacta como para almorzar algo rico. Así que me preparé unos ravioles de carne en salsa roja, me encantaba la cocina y pues que mejor que hacer algo que realmente me gustaba y que a Guy también... ¡Maldición, todas las cosas que hago me hace acordar a él! Pero ni modo, tendré que vivir con esa cruz, y en cierto modo tengo que dejar de ser tan melodramática, pues somos amigos y voy a tratar de estar lo más apegada a él como sea posible, pues Guy no se me va a escapar de las manos tan fácilmente.

Trying Your Luck | Guy BerrymanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora