22

210 12 2
                                    

Guy: ¿Qué me miras tanto?... Sabes en verdad te llevaría así como estas, al lugar "sorpresa", porque con cualquier atuendo eres perfecta, pero este día es muy especial... ya lo sabrás...
Yo: ¡Guy, eres un pesado! Dime, a dónde vamos a ir.
Guy: Está bien, está bien... Iremos a un bar a emborracharnos y luego nos drogaremos... Lo sé es genial mi idea... Hahahahahaha, "naaaa" mentira, ¿cómo crees?
Yo: Ya me habías asustado, tontín. En fin. Iré a cambiarme, rápido...
Guy: Ok. Por cierto (tn*), es algo "formal" que digamos. Y yo sé que con cualquier vestido, que te pongas, quedarás preciosa, ya sabes, cómo las primeras citas como te conocí y me encantaste, no solo por tu físico, sino por tu forma de ser, por ser diferente, porque cada conversación que tenía contigo era interesante, porque eres... -Mientras iba diciendo eso, se iba acercando sigilosamente hacia mi rostro, hasta tal punto de poder sentir su respiración y los latidos de su corazón; el simple hecho que este tan apegado a mí, hacía que no podía controlar mis nervios, y era capaz de arruinar un momento tan perfecto, cerré los ojos y pude sentir como sus labios rozaban contra los míos, con respecto pasaban los segundos sentía que el beso se volvía algo apasionado y muy desesperado, y me di cuenta de esto, porque llegué a chocar contra la pared, pudiendo sentir como se me acababa la respiración, por momentos retomaba un poco de aire, pero ya no era lo suficiente como para abastecer mis pulmones, por lo que fui yo la que acabé con el beso...
Yo: Sabes Guy, si seguimos así nunca saldremos al restaurante-puse mis manos en su pecho- así que mejor me alisto rápido ¿Ya?, ¡Ah! Y por cierto ya me di cuenta del "incidente" que acaba de pasar abajo tuyo (espero que entiendan, a lo que me refiero e.e), ¿Qué te parece, si mientras yo me voy a cambiar, tú te vas al baño?
Guy: Hahahaha, que graciosa -se había puesto muy nervioso, y avergonzado. Mientras se iba yendo de mi vista empezó a hablar entre sus dientes, a manera que sea un susurro...- Está bien, ya vuelvo...
Subí al cuarto, entre risas... Me sentía tan feliz, ya que ahora podía contar con el amor de Guy, sentía que todo podía salir a flote, que a pesar de todos los problemas que haya, siempre estaremos unidos, porque si nos lo proponemos, esta relación puede ser tan bella y hermosa, como diferentemente a las demás...
Estaba tratando de escoger un vestido, que sea sencillo pero que sea resaltante, y creí que el más conveniente sea este: Me miré al espejo, y pude ver que me quedaba perfecto, no me maquillé mucho, porque bueno no soy así, siento que mi personalidad no permite que esté haciéndome estos arreglos en mi persona porque me sentiría muy "plástica" y no soy así, además la belleza natural es mejor que una fabricada por químicos dermatológicos...
Mientras seguía en la habitación, no podía dejar de pensar en lo tonta que era, ya que me sentía un poco intimidada como la primera vez que tuve una cita con Guy,y a pesar de ya tener una relación con él, no pierdo la costumbre de tener un revoltijo de sentimientos en mi estómago, cada paso que daba era como un cosquilleo en mi cuerpo; bajé las escaleras y pude ver a Guy que me estaba esperando, como la primera vez. Sólo que ahora él estaba de espaldas, y no me veía... Caminé rápidamente tratando de hacer el mínimo ruido, y me paré detrás de él, susurrándole al oído...
Yo: Disculpe, ¿Es usted el Sr.Berryman?-Le dijé con una voz un poco cargada de nervios
Guy: Sí. ¿Es usted, la Srta.(tn*)?- dijo con una voz tan suave como la brisa del mar a la media noche...
Yo: Así es, pero podría decirme (Tn*)- Mientras decía aquellas palabras, se me vino los pensamientos que había tenido en aquel momento que lo vi por primera vez, me acordé que me había quedado pasmada, su voz era tan aterciopelada, sentía que tenía un gran poder capaz de hechizar con tan solo oírlo, y más con su sonrisa, su "perfecta sonrisa", con la que es capaz de dominar a cualquier persona; cada momento que recordaba se había vuelto tan mágico que no quería dejar de mirarlo para que no se acabara el momento de ensueño que estaba viviendo en ese preciso momento, era tan hermoso, y no sólo su belleza física, sino también como persona, porque es especial, es alegre, es inteligente, es perfecto... para mí... Seguía sumida en mis pensamientos, hasta que Guy rompió el silencio que inundaba en la sala...
Guy: Estás muy preciosa, como siempre, eres tan especial (tn*), con ta solo verte puedo ser tan feliz, que no te imaginas cuanto añore estos momentos de poder volver a sentir tanto afecto, y tanto amor hacia alguien, eres mi esperanza, mi razón de vivir... Sabes, sé que necesito el corazón para vivir, pero más necesito a quién lo hace latir.... Y esa persona que lo hace latir, eres tú, simplemente eres tú...


Trying Your Luck | Guy BerrymanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora